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Empresarios, políticos, Ángela Merkel y perro de Putin: la Barcelona socialcristiana
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Empresarios, políticos, Ángela Merkel y perro de Putin: la Barcelona socialcristiana

La Barcelona socialcristiana, los empresarios y políticos que creen que hay que dar una pincelada socialdemócrata a la economía se reunieron para ver de cerca a la ex canciller

Foto: Angela Merkel firma el libro de sus memorias 'Libertad'. (EFE)
Angela Merkel firma el libro de sus memorias 'Libertad'. (EFE)
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Angela Merkel vino a Barcelona a presentar su libro Libertad, una autobiografía. Allí contó una anécdota de su primera reunión con Vladimir Putin. Resulta que la canciller tiene un miedo cerval a los perros porque de pequeña le mordió uno. Su equipo siempre cuida que no haya perros en los actos en los que participa. Pues bien, Vladimir Putin en su primer encuentro le regaló a Merkel un perro de peluche de la misma raza pastor que el suyo y le dijo a la primera ministra: "Tranquila, este no muerde". La siguiente vez que se vieron en su dacha de Sochi en 2007, Putin se presentó con su perro labrador.

Merkel comentó esta anécdota en el auditorio de la editorial RBA en Barcelona, lleno a rebosar de la Barcelona socialcristiana, muy admiradora de la leyenda de la dama de hierro alemana. Ahora tiene menos gracia porque se sabe que el perro de Putin muerde y Putin también, y de qué manera, en Ucrania, a la que Europa le ha subcontratado su guerra.

Entre los asistentes, directivos y empresarios que se han pasado a la política y políticos que se habían refugiado en el mundo de la empresa. Entre los primeros, el diputado de Junts, Jaume Giró, (antiguo director general de la Fundación La Caixa) y entre los segundos, el expresident de la Generalitat, José Montilla (ahora consejero de Enagàs). O el socio de la consultoría de Roca y Junyent, Francesc Homs, antes el último conseller de Economía de Jordi Pujol, que también estaba presente en el evento. Otro político retirado presente en el acto y dedicado ahora a la abogacía era Josep Antoni Duran i Lleida.

Todos acudieron buscando saludar o hacerse una foto con Angela Merkel. Ahí estaban Artur Mas, el conseller de Justicia, Ramon Espadaler, y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. También acudió el diputado de los Comunes, David Cid. Sin embargo, la derecha era mayoría: con la punta de lanza de los diputados de Junts, Albert Batet y Agustí Colomines, muy convencidos de que el valor de la petición de una cuestión de confianza solo es el primer paso para dejarle tirado con los Presupuestos Generales del Estado de 2025.

Foto: Angela Merkel, en Bayreuth. (Getty)

Entre los empresarios presentes, el editor de La Vanguardia Javier Godó; Lluís Hernández (Renta Corporación); Salvador García, el nuevo hombre de Indra en Cataluña; los financieros Arturo Mas Sardà y Alfonso Maristany; Albert Costafreda, el publicista Lluís Bassat; Josep Martínez Vila (Saba); Amancio López Siejas (Hotusa); Cristina Gomis (Zurich); la antigua cazatalentos Carmen Mur, y la exdiputada socialista y hotelera Anna Balletbó, entre otros. El evento fue un éxito para el hombre fuerte de RBA, Ricardo Rodrigo, que se apuntó un tanto importante, en esta ocasión aliado con La Vanguardia.

Adelantar por la derecha

Hubo, eso sí, quien adelantó a todos los asistentes por la derecha, no ideológica pero sí metafórica. Fue el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, que no estuvo presente en el evento, pero que mantuvo una reunión previa con la política cristianodemócrata que duró treinta minutos, según confirmaron fuentes del Palau de la Generalitat.

Salvador Illa usó su prerrogativa de president para reunirse con Merkel media hora

Luego, Illa se saltó la presentación para irse a otro acto, ya que en estos primeros meses de presidencia Illa se prodiga en todo tipo de acontecimientos, como si estuviera en campaña electoral, cuando claramente quiere acabar la legislatura dentro de tres años y medio.

En todo caso, hizo antes y mejor lo que querían hacer todos los políticos de la órbita de Junts y luego se fue a lo suyo, en una metáfora perfecta de cómo está la situación política en Cataluña. Illa solo tiene 42 diputados, pero es como si gobernase con mayoría absoluta.

Poderío PSC

Sin alardes, el PSC va imponiendo su agenda. Igual que en el acto de Merkel. En los corrillos del pica-pica posterior, los empresarios no hablaban sobre si la caída de Damasco iba a facilitar una paz más justa en Ucrania. Lo que les preocupaba era el temor de que la crisis de vivienda que vive España acabe en estallido social. En este sentido, temían que el plan de Illa de construir 50.000 viviendas llegase tarde, o que por los problemas de tramitación urbanística los 50.000 pisos apenas se quedasen en 10.000 unidades.

En todo caso, Illa parece que va imponiendo su agenda en el imaginario de las élites de Cataluña, más preocupadas por la falta de pisos asequibles para poder aprovechar la buena marcha de la economía —un 3% este año, según la previsión del BBVA— que por la geoestrategia mundial.

No sirve de nada crecer si la gente ha de pagar 700 euros por una habitación en Barcelona. Illa, como Pujol, y como la mayoría de los presentes, tienen una visión liberal de mercado con un barniz socialcristiano. Por eso Merkel es un referente. Del orden perdido, de la paz perdida. De la Europa que aún podía plantar cara a Donald Trump. Empresarios y políticos catalanes dejándose mecer en la melancolía del tiempo pasado, cuando la mayor amenaza que acechaba era que Putin te regalase un perro de peluche.

Angela Merkel vino a Barcelona a presentar su libro Libertad, una autobiografía. Allí contó una anécdota de su primera reunión con Vladimir Putin. Resulta que la canciller tiene un miedo cerval a los perros porque de pequeña le mordió uno. Su equipo siempre cuida que no haya perros en los actos en los que participa. Pues bien, Vladimir Putin en su primer encuentro le regaló a Merkel un perro de peluche de la misma raza pastor que el suyo y le dijo a la primera ministra: "Tranquila, este no muerde". La siguiente vez que se vieron en su dacha de Sochi en 2007, Putin se presentó con su perro labrador.

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