El motivo por el que nunca vas a poder comprar una colonia de Nike en España
Una perfumera sevillana utiliza por todo el mundo el nombre de Nike para vender colonia, mientras que la multinacional estadounidense no ve un dólar por ello
Suelen pasar inadvertidos en el supermercado, pero lo cierto es que los productos de higiene personal son una fuente de ingresos relevante para las grandes marcas deportivas. Puma, Adidas, Reebok, New Balance, Kelme... haga la prueba de buscar su fabricante favorito de zapatillas junto a la palabra "colonia" y comprobará que todos tienen una línea de cosmética, normalmente vendida en cofres durante las navidades. Para Adidas, la marca que más ha apostado por este sector desde los años 80, la venta de colonias y geles ha llegado a suponer hasta el 8% de sus ingresos globales.
Todas las marcas tienen su colonia... menos la mayor de todas, Nike. En realidad sí existe una línea de colonias Nike, pero no la explota la multinacional de Oregón, sino De Ruy, una perfumera española con sede en Alcalá de Guadaíra, Sevilla, que fabrican otras marcas conocidas como Brummel o Amichi.
El conflicto entre la Nike andaluza y su hermana norteamericana se remonta a los años 90, pero arranca hace casi un siglo, cuando una pequeña perfumera almeriense registra el nombre de Nike Cosmetics para vender colonia. Era el año 1940 y, en las motivaciones del registro, hicieron referencia a la diosa griega de la victoria. No hubo ningún tipo de objeción, en tanto que faltaban 24 años para que se fundase la otra Nike. Sin embargo, la marca de zapatillas creció a ritmo endiablado durante los 70 y llegó a un punto de ruptura en 1984, cuando firmó en exclusiva por un rookie que amenazaba con poner patas arriba la NBA llamado Michael Jordan.
Es ese año cuando un empresario sevillano, Antonio Ruiz, que se había asociado con el dueño de una droguería y un representante de productos cosméticos para fundar la perfumera Campomar en 1964, descubrió que a una pequeña empresa de Almería le estaban haciendo el mejor marketing del mundo desde Estados Unidos a coste cero. En unos meses, Ruiz había comprado Nike Cosmetics y estaba distribuyendo por todo el mundo el perfume con su marca.
A principios de los 90, Ruiz contactó con la Nike de Oregón para crear una línea de producto basada en el deporte, una oferta que ni siquiera contestaron desde la sede en Oregón. De modo que la perfumera lanzó su gama Nike Sports, lo que produjo un choque legal a gran escala con la firma de Michael Jordan.
David contra Goliat
La marca deportiva consideró que había mala fe en la forma en la que la perfumera utilizaba la marca y la demandó en todos los países donde distribuía el producto. En algunos países, como Australia, los andaluces perdieron el pleito, pero en España litigaron durante casi dos décadas hasta conseguir la victoria. Finalmente, la Sala Tercera de lo Contencioso del Tribunal Supremo se descolgó con un fallo salomónico: prohibieron a Nike USA comercializar perfumes con su nombre, y a Nike España hacerlo con la coletilla "Sport".
El tribunal, pese a que considera que los norteamericanos tienen razón en la mayor parte de sus reclamaciones, recalca en la sentencia que los más de veinte años en los que los españoles se adelantaron en el registro son una losa demasiado pesada como para obviarla.
Desde entonces, De Ruy, los descendientes de Antonio Ruiz, explotan la marca de perfume Nike en todo el mundo, aprovechando la confusión de clientes y medios de comunicación, que cada poco tiempo reseñan sus productos como si procediesen de la marca deportiva. Además, De Ruy aprovecha la temporada navideña para incluir sus productos en cofres, muy demandados como regalo para esos jóvenes de la familia a los que nadie sabe qué regalar.
El año pasado, De Ruy Perfumes alcanzó una facturación de 93 millones de euros, su récord histórico.
Suelen pasar inadvertidos en el supermercado, pero lo cierto es que los productos de higiene personal son una fuente de ingresos relevante para las grandes marcas deportivas. Puma, Adidas, Reebok, New Balance, Kelme... haga la prueba de buscar su fabricante favorito de zapatillas junto a la palabra "colonia" y comprobará que todos tienen una línea de cosmética, normalmente vendida en cofres durante las navidades. Para Adidas, la marca que más ha apostado por este sector desde los años 80, la venta de colonias y geles ha llegado a suponer hasta el 8% de sus ingresos globales.
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