Masorange encarga a PwC vender sus 300.000 clientes de luz a las grandes eléctricas
El grupo de telecomunicaciones contacta con Repsol, Naturgy, Iberdrola y Endesa para traspasarle su negocio de energía, golpeado por la caída brusca de los precio mayoristas
Masorange ha dado un giro estratégico después de haber iniciado una diversificación de sus negocios que no ha terminado de arrancar. Según aseguran fuentes próximas a la operación, la compañía resultante de la fusión entre MasMóvil y Orange ha contratado los servicios de PwC para vender sus 300.000 clientes de luz y gas que captó con el lanzamiento de una comercializadora de electricidad. Un proyecto que puso en marcha hace cuatro años bajo la marca EnergyGo no ha conseguido los resultados esperados, pero desde el que se quiere crear una gran base de datos.
Fuentes del sector aseguran que PwC ya se ha puesto en contacto con las grandes compañías del sector, como Repsol, Iberdrola, Naturgy y Endesa, para ofrecerles esta cartera de clientes. Un portfolio captado con precios agresivos y mediante adquisiciones, como la compra de Lucera en 2021. Antes, ya operaba a través de Pepeenergy y la propia EnergyGo.
Su apuesta fue tal que fichó a Douglas Medrisch, director de Negocios en Operación de Capital Energy, para liderar una ofensiva en la comercialización eléctrica. Medrisch, formado en McKinsey, era uno de los ejecutivos más cotizados del sector, ya que previamente había sido el responsable de la comercialización de luz y gas de Repsol y, antes, de Viesgo.
La decisión ha sido adoptada por Meinhard Spenger, consejero delegado de Masorange, tras comprobar las dificultades de hacerse un hueco en el mercado eléctrico, que en los últimos doce meses ha sufrido la volatilidad de los precios de la energía. En muchos momentos, el mercado mayorista ha marcado cero euros debido a la gran demanda de los nuevos jugadores para colocar la electricidad que promovían. Una caída que se ha llevado por delante a muchas de las nuevas comercializadoras, cuyo caso más paradigmático es el de Holaluz. La compañía catalana ha estado cerca de un año bordeando el impago de su deuda, lo que le obligó a poner en marcha un duro plan de ajuste.
EnergyGo también sufrió los bandazos de los precios de la electricidad, pero Masorange acudió a respaldar financieramente a su división para mantenerla en pie. Pero desde la baja de los precios en en el mercado spot, el mayorista, la compañía ha empezado a ser rentable. Hasta el punto de llegar a los 300.000 clientes captados en estos cuatro años. El objetivo ahora al ponerlo a la venta es acceder a la base de datos del comprador, que en el caso de las grandes eléctricas, como Iberdrola o Endesa, ronda los 10 millones para con el uso de la inteligencia artificial poder colocarle los servicios de telecomunicaciones..
La operación se divide en dos partes, según fuentes del sector. En una primera instancia, Masorange venderá una participación relevante, pero se quedará en el capital de forma minoritaria. Por este primer paso, la compañía está pidiendo unos 100 millones de euros. Sin embargo, el borrador del cuaderno de venta agrega que, en el caso de alcanzarse determinados hitos financieros, el importe total de la transacción ascenderá a entre 250 y 300 millones.
La decisión de Masorange es similar a la que adoptó El Corte Inglés
La decisión de Masorange es similar a la que adoptó El Corte Inglés cuando creó, precisamente con MásMóvil, una filial a partes iguales para introducirse en el mercado de la telefonía. A mediados del pasado año, el grupo de distribución vendió los 10.000 clientes que había captado a su socio dadas las dificultades para engordar una división sobre la que había proyectado ingresos relevantes a medio plazo. Pese a contar con más de un centenar de puntos de venta en toda su cadena de ventas, El Corte Inglés renunció a competir en un sector donde los precios de compañías como Digi hunden los márgenes de los operadores.
Por el contrario, el grupo de grandes almacenes sí ha mantenido su apuesta por el negocio de luz y gas, aunque sus cifras son muy modestas. El holding cuenta con apenas 30.000 clientes, una décima parte de los que vende ahora Masorange. A la cabeza de esta apuesta está Javier Arjona, un exdirectivo de Repsol, y Alberto Sicre Vara del Rey, procedente de Iberdrola.
Masorange ha dado un giro estratégico después de haber iniciado una diversificación de sus negocios que no ha terminado de arrancar. Según aseguran fuentes próximas a la operación, la compañía resultante de la fusión entre MasMóvil y Orange ha contratado los servicios de PwC para vender sus 300.000 clientes de luz y gas que captó con el lanzamiento de una comercializadora de electricidad. Un proyecto que puso en marcha hace cuatro años bajo la marca EnergyGo no ha conseguido los resultados esperados, pero desde el que se quiere crear una gran base de datos.