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El brazo inversor de Gotham ingresó 1,3 millones en el año del ataque a Grifols
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General Industrial Partners (GIP)

El brazo inversor de Gotham ingresó 1,3 millones en el año del ataque a Grifols

La Audiencia Nacional está investigando a Gotham y GIP por su movimiento en la farmacéutica, señalando que habrían conseguido una plusvalía de unos 9,4 millones

Foto: Entrada a la sede de Grifols en Barcelona. (Reuters/Albert Gea)
Entrada a la sede de Grifols en Barcelona. (Reuters/Albert Gea)
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El fondo bajista Gotham City publicó en enero un crítico informe que hundió la cotización de Grifols y aprovechó ese golpe bursátil para beneficiarse económicamente. El brazo inversor que utilizó en esa operación fue General Industrial Partners (GIP), una sociedad afincada en Reino Unido que ingresó 1,1 millones de libras (1,3 millones de euros) durante el ejercicio fiscal en el que se desarrolló el ataque a la farmacéutica catalana.

GIP acaba de hacer públicas sus cuentas del ejercicio fiscal 2024, que finalizó el pasado 31 de marzo, y achaca esa facturación a "servicios de gestión y asesoramiento de inversiones". A lo largo de las 23 páginas del documento, no hay referencias a la operación de Grifols. No obstante, en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) figura que el 8 de enero adquirió una posición bajista representativa del 0,57% del capital para venderla prácticamente en su totalidad al día siguiente.

La Audiencia Nacional está investigando a Gotham y GIP por ese movimiento, señalando que habrían conseguido una plusvalía superior a los 9,4 millones de euros. El juez José Luis Calama considera que concurren los requisitos para examinar un posible delito contra el mercado y los consumidores. Aceptó así la denuncia de la Fiscalía Anticorrupción, que les acusa de emitir un informe "sesgado y engañoso" sobre la credibilidad financiera de Grifols para inducir a los inversores a vender las acciones.

Conviene explicar aquí que adquirir una posición bajista implica apostar en contra de la compañía. La operativa es la siguiente: un inversor (en este caso GIP) pide al mercado acciones prestadas para venderlas al precio vigente, con el objetivo de comprarlas después a un precio inferior y, al devolverlas, quedarse con la diferencia como ganancia. Es un movimiento arriesgado, ya que, si el precio sube, perderá dinero. Pero sucede justo lo contrario si se hunde la cotización, como en el caso de Grifols.

La Audiencia Nacional investiga a Gotham y GIP por ese movimiento y señala que habría conseguido una plusvalía superior a los 9,4 M

Gotham no pudo realizar directamente la operación porque carecía de licencia para ejecutar este tipo de movimientos. En cambio, GIP está autorizado y regulado por la Autoridad de Conducta financiera de Reino Unido y es un asesor de inversiones registrado en la Comisión Nacional de Bolsa y Valores de EEUU. Fue una cuestión puramente técnica, ya que Gotham se presentaba a sí mismo en el informe sobre Grifols como "una filial de General Industrial Partners".

En ese informe, donde acusaba a Grifols de tergiversar su deuda, también advertía de que los inversores debían tener en cuenta que su interés y el de sus afiliados (en referencia a General Industrial Partners) "es que baje el precio de las acciones". Consiguió su objetivo porque la cotización de la farmacéutica se desplomó un 26% ese mismo día y se desató una crisis bursátil que aún perdura y que, de hecho, se ha extendido, ya que los títulos valen ahora un 38% menos que antes del ataque.

Gotham no pudo realizar directamente la operación porque carece de licencia para ejecutar este tipo de movimientos

Esas prácticas, además de la mencionada investigación de la Audiencia Nacional, también les ha valido un expediente sancionador por parte de la CNMV. El regulador de los mercados financieros le achaca una "posible comisión de una infracción muy grave [...] por la realización de una práctica de manipulación de mercado". Además, le impuso otra falta leve porque en el documento hay "indicios fundados de manipulación informativa" al haber introducido "elementos sesgados, falsos o engañosos".

GIP tampoco menciona ninguno de estos procesos en sus cuentas, como sí hacen otras compañías que han vivido hechos reseñables tras el cierre del ejercicio fiscal. Mantiene así la opacidad que le caracteriza, manteniendo un perfil bajo sobre sus inversiones. Tanto es así que hasta su página web es bastante escueta, con muy poca información y solo dos apartados. En el primero aparece su logo y en el segundo se muestran los datos de contacto y la dirección de su sede social.

Grifols, el otro contendiente de esta batalla, tampoco salió indemne de la investigación de la CNMV. Fue expedientado igualmente "por la posible comisión de una infracción continuada muy grave", debido al "suministro a la CNMV de información financiera regulada con datos inexactos o no veraces o que omita aspectos relevantes" en los informes financieros anuales de 2021, 2022 y 2023 y en la información financiera consolidada semestral del primer semestre de 2023.

El fondo bajista Gotham City publicó en enero un crítico informe que hundió la cotización de Grifols y aprovechó ese golpe bursátil para beneficiarse económicamente. El brazo inversor que utilizó en esa operación fue General Industrial Partners (GIP), una sociedad afincada en Reino Unido que ingresó 1,1 millones de libras (1,3 millones de euros) durante el ejercicio fiscal en el que se desarrolló el ataque a la farmacéutica catalana.

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