El señor del bar del Bernabéu que no paga y el vicepresidente del Real Madrid que sí cobra

El escándalo del Sky Bar del Santiago Bernabéu, destapado por El Confidencial el pasado 17 de octubre, fue uno de los temas centrales del discurso de Florentino Pérez en la asamblea de socios que se celebró este pasado fin de semana. El presidente del Real Madrid señaló, sin mencionar nombres, a "un señor que no paga a los proveedores”, lo que ha provocado que el mayor restaurante del estadio, con 200 butacas VIP con vistas al campo, siga cerrado a cal y canto, con un cruce de demandas entre el club y los actuales gestores. El señor o señores tienen nombre y apellidos.

Según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, se trata de Javier Utande Romero y de Julio Mañas Martín-Camuñas, los dos socios originales de Anastia Gourmet Hostelería, a quienes el Real Madrid adjudicó el Sky Bar en julio de 2023. Estos dos señores se comprometieron a invertir al menos cuatro millones de euros para poner en marcha este local de más de 700 metros cuadrados, el espacio con más glamour del Bernabéu. Durante su gestión, lograron acuerdos relevantes con empresas como Heineken (valorado en un millón de euros) y Schweppes (valorado en dos millones), que adelantaron esas cantidades para convertirse en los proveedores preferentes del restaurante y discoteca. Además, la cervecera holandesa les gestionó un préstamo de 283.000 euros con el Banco Santander.

Mañas asegura que esos adelantos se destinaron a financiar las obras, que finalmente ascendieron a 7 millones. Pero como la remodelación se atrasó por culpa del Real Madrid, según su versión, se quedaron sin dinero para seguir con el proyecto. Cuando los impagos se multiplicaron, especialmente a las empresas que habían habilitado el local, decorado e instalado numerosas pantallas de última generación, Utande y Mañas buscaron un socio capitalista. Y lo encontraron en Carlos García-Delgado, un bodeguero de Jerez con intereses en Cataluña, que supuestamente se comprometió a pagar 6 millones por el 51% del capital. La firma se hizo el 22 de agosto y el ingreso de los seis millones debía completarse a finales de septiembre.

Pero, según su versión, al no realizar una mínima ‘due diligence’ o análisis interno de las cuentas de sociedad, se encontró con numerosos agujeros. Entre otras cosas, los anteriores administradores había vendido 50 butacas vip a un cliente por un millón de euros para su uso durante la temporada 2024-2025. En agosto, este cliente ya había adelantado 200.000 euros. Sin embargo, ese dinero tampoco llegó a Anastia, según denuncian fuentes de los nuevos gestores del Sky Bar. El 5 de septiembre, el dueño de los 50 asientos 'first class' debía abonar otros 300.000 euros, que obviamente no cumplió.

El club presentó una demanda en el juzgado contra Anastia para recuperar la posesión del Sky Bar y poder subastarlo

Ese mismo día, el Real Madrid prohibió al equipo de Carlos García-Delgado entrar al local para reabrirlo, la única forma de generar ingresos y hacer frente a los impagos que les habían dejado Utande y Mañas. En lugar de entregarle las llaves, el club presentó una demanda en el juzgado contra Anastia para recuperar la posesión del Sky Bar y poder subastarlo al mejor postor. Según fuentes próximas a la operación, de eso se encargó Marian Arranz, la mujer de Enrique Pérez Rodríguez, hermano de Florentino y miembro de la junta directiva.

Estas fuentes confirman que fue Marian Arranz, directora del área VIP del Bernabéu, quien les ofreció hacerse cargo de lo que el club llama “la joya de la corona”, donde “fusionamos la mejor experiencia deportiva y musical con una oferta gastronómica y de ocio nocturno inigualable, convirtiéndonos en un referente a nivel mundial”. Por el club desfilaron mexicanos, como los dueños de La Rosa Negra, herederos del Grupo La Máquina, otro de los grandes restaurantes de la capital, y hasta el dueño de Trocadero.

El Real Madrid no ha explicado por qué adjudicó el Sky Bar a Utande, vinculado con uno de los hijos no reconocidos (Albert Solá) del rey emérito, y a Mañas, quien en su día tuvo la cadena de cafeterías Vait. Tampoco ha explicado que Mañas había contratado a su hija, Carolina, con un sueldo de 95.000 euros como directora financiera, según el contrato laboral en el que asegura tener “enseñanzas universitarias de grado”. Lo mismo hizo con Roxana Vásquez, vinculada a Mañas, a quien le asignó un sueldo de 40.000 euros con la misma formación académica.

El bufete de abogados que se encargaba de la gestión de las nóminas de los empleados de Anastia Gourmet Hostelería era y es Eduardo Fernández de Blas SA. Este nombre es similar al del vicepresidente segundo del Real Madrid, Eduardo Fernández de Blas, hombre de máxima confianza de Florentino Pérez. Este despacho de abogados cobra 4.850 euros todos los meses por administrar los pagos de los empleados del Sky Bar, según la documentación interna de la compañía. Casi 60.000 euros al año.

El club blanco no ha explicado aún por qué adjudicó el Sky Bar a Mañas y a Utande

Heineken, que ha intentado renegociar, y Schweppes ya han comunicado que demandarán a Anastia y a Mandalore, la sociedad a través de la cual Mañas y Utande retienen el 49% de la anterior, por haberse quedado con tres millones. El Real Madrid ha hecho lo propio contra Anastia, que ya gestiona el empresario jerezano, el cual ha tenido que pagar hace unos días a Mañas y Utande el segundo desembolso de una parte de la cantidad acordada. Es decir, a los señores que le dejaron las deudas, que a su vez se quejan del impago de García Delgado.

Pese a todo este embrollo, el club blanco no ha detallado aún por qué adjudicó el Sky Bar a Mañas y a Utande, presuntamente muy cercanos a Manuel Redondo, jefe de presidencia y abogado de confianza de Florentino. Estos dos socios de Anastia se impusieron en la puja a grandes restaurantes de Madrid, como Grupo Paraguas, o el propio Trocadero, que ya miró el proyecto en sus inicios. Redondo fue quien firmó el primer contrato de adjudicación del mega local de moda y que ahora está buscando una solución con, sorpresa, el propio Utande y al propio Mañas, que fueron los primeros que no pagaron. De hecho, el Real Madrid les ha pedido que busquen una solución a los mismos que incumplieron el primer contrato.

Fuentes oficiales de la institución blanca han declinado hacer comentarios sobre esta información. El Confidencial ha intentado también sin éxito conocer la versión de Eduardo Fernández de Blas.