El restaurante de Antonio Banderas dobla beneficio y reparte un dividendo mensual
La bodega-restaurante ha superado el golpe de la pandemia tras ganar cerca de 1,5 millones el curso pasado, prácticamente el doble que un año antes, y prevé ganar entre 1,8 y 2 este año
Antonio Banderas tiene motivos para la alegría con su restaurante. El Pimpi, que era su sitio favorito de Málaga hasta que adquirió una gran parte del capital a finales de 2017, marcha viento en popa y ha superado el impacto de la pandemia tras ganar cerca de 1,5 millones de euros el año pasado, prácticamente el doble que un año antes, lo que ha traído un gran premio para sus propietarios.
El actor, uno de los hombres de Pedro Almodóvar hasta que dio el salto a Hollywood, se embolsará un jugoso dividendo durante este año. La propuesta para 2024 contemplaba el pago, desde marzo, de 30.000 euros mensuales, a los que se sumaba un extra de 50.000 euros abonado en marzo. Así, el total solo para el malagueño, que ostenta un 49% del capital de El Pimpi a través de la sociedad AB Brands SL, asciende a 320.000 euros, teniendo en cuenta que no se abonó retribución ni en enero ni en febrero.
Esta retribución no habría sido posible si la marcha del restaurante no hubiera sido positiva. Sus ingresos ascendieron por encima de los 15,8 millones de euros, lo que supone un incremento de más de dos millones, o un 14,7%, respecto a las cifras de 2022. Así, su plantilla pasó de 182 trabajadores a 217, incorporando a 35 nuevos empleados.
Esta positiva evolución lograda el año pasado podría repetirse este año. ¿El motivo? Contemplan un aumento del 7% en los ingresos en su presupuesto para 2024 y prevén que el beneficio esperado esté entre 1,8 y 2 millones de euros. Así, no solo los dueños reciben un premio en forma de dividendo, sino también los trabajadores, puesto que el restaurante eleva a 50 días el periodo de vacaciones.
Bodegas El Pimpi también ha trasladado al consejo de administración una gratificación para 2023 por la puesta en marcha de la apertura de El Pimpi Marbella en Puente Romano y una propuesta de pago por objetivos para 2024. Así, han percibido un total de 55.100 euros al ser "las personas en las que me apoyo en mi día a día y que, por supuesto, forman parte de esta gestión. Es un placer trabajar con ellos; cómo vamos progresando y creciendo juntos es un verdadero regalo. Por tanto esfuerzo, el equipo merece una motivación extra, ya que hemos duplicado y mejorado el resultado de 2022", como se recoge en su informe de gestión.
Entre los hitos del año pasado, Antonio Banderas decidió registrar la marca 'El Pimpi' en la UE, ya que consideraba que la protección a nivel nacional era insuficiente. Así, y "dado que nos pueden copiar en otros países fácilmente, hemos tomado la decisión de registrar la marca en la Unión Europea, permitiéndonos obtener la protección de nuestra marca en los 27 países miembros de la UE. (Hay un bar en Ámsterdam con el mismo nombre), por ello nos han concedido una subvención de 1.000 euros, y el coste total es de 6.000 euros".
El restaurante, además, goza de buena salud financiera y ha ido reduciendo su endeudamiento. Por ejemplo, el monto de deudas con entidades de crédito ha caído de casi 1,5 millones hasta quedar ligeramente por debajo del millón de euros, mientras que las deudas a corto plazo se mantienen en algo menos de medio millón. Además, su tesorería asciende a casi 700.000 euros y cuenta con un plazo fijo con millones disponibles, a un 3,5% de interés anual.
Fundado en 1971, El Pimpi es una de las bodegas con más solera de Málaga, donde es posible disfrutar de la gastronomía local y de los vinos de la tierra, pero, sobre todo, de la tradición y cultura propias del sur de España. Su nombre hace referencia a la figura de un personaje popular malagueño que ayudaba a las tripulaciones y pasajeros de los barcos que llegaban al puerto de la ciudad. Así, ocupa un viejo caserón del siglo XVIII, edificado sobre una antigua calzada romana.
Antonio Banderas tiene motivos para la alegría con su restaurante. El Pimpi, que era su sitio favorito de Málaga hasta que adquirió una gran parte del capital a finales de 2017, marcha viento en popa y ha superado el impacto de la pandemia tras ganar cerca de 1,5 millones de euros el año pasado, prácticamente el doble que un año antes, lo que ha traído un gran premio para sus propietarios.
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