La SEPI y los bancos mantienen el vuelo de Volotea al aplazar el pago de una deuda de 36 M
El acuerdo no hubiese sido posible sin la inyección económica adicional que recibió recientemente de la aerolínea griega Aegean y algunos de los actuales accionistas
Volotea consigue un balón de oxígeno por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y los bancos que le concedieron un préstamo ICO. La aerolínea española ha alcanzado un acuerdo para retrasar el pago de una deuda de 36,2 millones de euros, cantidad correspondiente a una parte del capital e intereses con vencimiento a lo largo de 2024 y 2025. La compañía se asegura así la liquidez necesaria para hacer frente a sus obligaciones en el corto plazo y mantener el vuelo.
El nuevo calendario estipula que 14,5 millones tendrán que pagarse en 2025, mientras que los 21,7 millones restantes tendrán que abonarse entre los ejercicios 2026 y 2028. "Supondrá una mejora adicional de la posición de liquidez de la sociedad", señala la aerolínea española en las últimas cuentas depositadas recientemente en el Registro Mercantil.
No se especifica la cuantía exacta que corresponde a la SEPI, que le inyectó a 200 millones para evitar su quiebra en medio de la pandemia del coronavirus. Fue un préstamo con amortización bullet en 2029, es decir, que la aerolínea tiene que devolver todo ese dinero en un único pago dentro de cinco años. Hasta entonces sí que debe ir pagando los intereses que correspondan, a no ser que acuerde un aplazamiento, como en este caso.
Se desconoce también lo que concierne concretamente a los bancos que en 2020 le concedieron un préstamo de 150 millones avalado por el ICO. Se trata de Santander, CaixaBank, Bankinter, Liberbank (ahora Unicaja), BBVA, Ibercaja y el Institut Català de Finances (ICF). En este caso, sí que está obligado a saldar periódicamente una parte de ese capital que recibió y los intereses acordados. Mismamente, a comienzos de 2024 pagó 15,3 millones, cumpliendo con sus obligaciones crediticias.
No se especifica la cuantía exacta que corresponde a la SEPI, que le inyectó 200 millones para evitar su quiebra por el covid
El acuerdo con la SEPI y los prestamistas del crédito ICO llega en un momento económico complicado para Volotea, que viene encadenando pérdidas desde 2019. Es decir, desde antes de que de la pandemia le obligase a mantener todos sus aviones en tierra. Sus últimas cuentas públicas, correspondientes al ejercicio 2023, todavía arrojan un resultado negativo de 97,5 millones. Aunque es cierto que consiguió reducir casi a la mitad los números rojos del ejercicio anterior, gracias a un aumento de los ingresos del 27%.
Pese a la mejora que muestra su negocio, el aplazamiento del pago de esos 36 millones no hubiese sido posible sin la inyección económica adicional que recibió recientemente por parte de la aerolínea griega Aegean y algunos de los actuales accionistas. "La nueva calendarización de la deuda estaba condicionada a que se efectuase el desembolso del primer tramo del préstamo participativo", reconoce la compañía en sus cuentas.
Ampliación de capital
Se refiere a la primera fase de la ampliación de capital, efectuada a través de un préstamo participativo convertible en acciones, que la compañía ejecutó a comienzos de septiembre. En total, recibió 46 millones por parte de Aegean y los actuales accionistas, entre los que se encuentra el consejero delegado y fundador de Volotea, Carlos Muñoz. La SEPI y los prestamistas del ICO le exigían, al menos, 37 millones, por lo que esa cantidad se superó con creces.
El segundo tramo de esa ampliación de capital está programado para 2025. Antes de agosto de ese año, Aegean y los actuales accionistas tendrán que poner sobre la mesa otros 43,9 millones de euros. Esta inyección adicional no era necesaria para acordar este aplazamiento de la deuda, pero sirve para que los acreedores tengan la confianza en recuperar su dinero y sean más flexibles.
En total, esa ampliación de capital —o préstamo participativo convertible en acciones— asciende a 89,9 millones. Es una cantidad ligeramente inferior a los 100 millones que comunicó Volotea en un encuentro con la prensa celebrado a comienzos de septiembre. En cualquier caso, es seguro que supone el desembarco de la griega Aegean en el capital de la compañía, haciéndose con una participación del 21% cuando se lleve a cabo la segunda fase de la operación.
En total, esa ampliación de capital efectuada a través de un préstamo participativo convertible en acciones asciende a 89,9 millones
Aegean se ha convertido en accionista de la compañía a sabiendas de que no recibirá dividendos en los próximos años. Al menos hasta 2029, cuando se prevé que Volotea haya liquidado la deuda que mantiene con la SEPI. Así lo contempla el acuerdo que la aerolínea firmó con el brazo inversor del Gobierno cuando recibió en 2020 el préstamo de 200 millones.
Volotea consigue un balón de oxígeno por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y los bancos que le concedieron un préstamo ICO. La aerolínea española ha alcanzado un acuerdo para retrasar el pago de una deuda de 36,2 millones de euros, cantidad correspondiente a una parte del capital e intereses con vencimiento a lo largo de 2024 y 2025. La compañía se asegura así la liquidez necesaria para hacer frente a sus obligaciones en el corto plazo y mantener el vuelo.
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