Trump amenaza los planes de Iberdrola y Repsol de invertir 17.000 millones en EEUU
El nuevo inquilino de la Casa Blanca ha atacado durante la eterna campaña electoral a las energías limpias y anunciado la eliminación de gran parte de las subvenciones verdes
La victoria de Donald Trump en las elecciones a la presidencia de Estados Unidos no sentó nada bien a las empresas de energías renovables de todo el mundo. Las españolas, con Iberdrola a la cabeza por tamaño, se vieron afectadas por el triunfo del líder republicano, que durante la campaña electoral atacó a las multinacionales verdes en favor de las petroleras. La eléctrica vasca había elegido a EEUU como el mercado preferente para invertir hasta 12.000 millones en tres años, mientras que Repsol ha proyectado un capex de 4.700 millones en Norteamérica.
Iberdrola cayó un 4,2% en bolsa tras conocer los resultados de las elecciones a la Casa Blanca, su mayor descenso en dos años y medio. Una reacción del mercado a las acusaciones de Trump contra las empresas eólicas terrestres, que “matan a nuestros pájaros” con los molinos de viento, y a las eólicas marinas, que vuelven “locas” a las ballenas. Justo dos sectores en los que la compañía española presidida por Ignacio Sánchez Galán quiere expandirse en Estados Unidos.
En su plan estratégico 2024-2026, Iberdrola anunció inversiones por 36.000 millones, 12.000 de los cuales irían a Estados Unidos. Por su parte, Repsol, que bajó un 1,3% tras llegar a dejarse casi un 3% poco antes del cierre, tiene previsto destinar 4.700 millones a la mayor economía del mundo, el 25% del total de su hoja de ruta hasta 2027. La petrolera española, que destinará parte de capex para desarrollar varias explotaciones de hidrocarburos, quiere instalar hasta 4 gigavatios de energía renovable. Acciona, que también ha centrado su crecimiento en energías limpias en EEUU, se desplomó un 8%,
Las tres multinacionales españolas han concentrado sus inversiones allí para aprovechar las subvenciones concedidas por la administración de Joe Biden a través de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés), que fomenta la implantación de las fuentes renovables frente a las fósiles. La parte del IRA reservada para las energías verdes asciende a 270.000 millones de dólares en forma de créditos blandos, de los que aproximadamente la mitad serán para energía eólica, solar y de almacenamiento. El temor es que ahora Trump elimine estas subvenciones y apueste por los hidrocarburos, como celebraron este miércoles empresas como Chevron y Exxon.
Fuentes próximas a Iberdrola, Repsol y Acciona restan importancia a la brusca caída de sus cotizaciones al considerar que ha sido una reacción exagerada de los mercados a los titulares electoralistas del líder republicano. Es más, aseguran que, durante su anterior mandato, entre 2016 y 2020, apenas tocó la regulación de las renovables. “Ya hemos estado con Trump, no es nuevo para nosotros", dijo hace un mes Galán, que en los últimos años ha resaltado “la seguridad jurídica” de Estados Unidos y atacado la incertidumbre legal en España. En su plan estratégico hasta 2026, en nuestro país invierte la mitad que en EEUU.
El presidente de Iberdrola está tranquilo porque gran parte del negocio de Iberdrola al otro lado del Atlántico son las redes de distribución, cuya retribución no la marca la administración federal, sino los estados. Es decir, Trump tiene poca influencia en su actividad actual. Pero una parte relevante de los 15.500 millones de inversión de su división de renovables va destinada a proyectos ‘offshore’ en Estados Unidos, los que vuelven locas a las ballenas con sus molinos mar adentro, según el nuevo presidente americano. Galán, que suele difundir sus fotos con los principales mandatarios de los países en los que está presente, nunca publicó un retrato con Trump y sí con Biden.
Operaciones corporativas millonarias
Iberdrola lleva más de un año intentando vender el 49% de una cartera de activos eléctricos en Estados Unidos, valorada en 7.000 millones de euros. Pero, pese a los numerosos bancos de inversión que ha contratado para ello, de momento ninguno de los grandes fondos de inversión del mundo se ha animado a comprarla, precisamente por la incertidumbre regulatoria ante el cambio de Gobierno.
Por su parte, Repsol está en negociaciones avanzadas con la saudí Aramco para venderle una participación en su filial de renovables. La multinacional del Golfo Pérsico quiere convertirse en socia de la española por su plan de expansión en Estados Unidos. Desde la petrolera en fase de transformación hacia las energías limpias aseguran que las conversaciones siguen el mismo ritmo, sin que haya habido ningún cambio tras el vuelco en la Casa Blanca.
Nextera, el gran competidor mundial de Iberdrola en renovables, caía más de un 5% a media sesión en Wall Street, mientras que la petrolera Chevron subía más del 2,5%. Oersted, el fabricante escandinavo de energía marina, se desplomó cerca de un 13%, al tiempo que la portuguesa EDP, también con intereses en Estados Unidos, se derrumbó más de un 7%.
La victoria de Donald Trump en las elecciones a la presidencia de Estados Unidos no sentó nada bien a las empresas de energías renovables de todo el mundo. Las españolas, con Iberdrola a la cabeza por tamaño, se vieron afectadas por el triunfo del líder republicano, que durante la campaña electoral atacó a las multinacionales verdes en favor de las petroleras. La eléctrica vasca había elegido a EEUU como el mercado preferente para invertir hasta 12.000 millones en tres años, mientras que Repsol ha proyectado un capex de 4.700 millones en Norteamérica.
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