Adeslas, Asisa y DKV renuncian a Muface y dejan desierto el seguro de salud de 1,5 M de funcionarios

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Adeslas, Asisa y DKV renuncian a participar en el próximo concierto de Muface. Después de semanas de reflexión, tras la presentación por parte del Gobierno de las nuevas condiciones del concierto, las tres entidades han anunciado este martes que renuncian a prestar el servicio que cubre la asistencia sanitaria de los funcionarios públicos, al considerar que les generaría unas pérdidas millonarias. Se estima que actualmente hay 1,5 millones de personas cubiertas por este servicio.

Tras la decisión de las tres aseguradoras, el Ministerio de Transformación Digital y para la Función Pública se ha visto forzado a comunicar que lanzará una nueva licitación para el servicio. "Una vez que la licitación ha quedado desierta, Muface, como órgano de contratación, iniciará los trabajos para una nueva licitación", apunta en un comunicado en el que garantiza que los mutualistas seguirán recibiendo las mismas prestaciones que hasta ahora. "Con posterioridad a la fecha de finalización del concierto se garantizará la continuidad de las prestaciones sanitarias con arreglo a los mecanismos previstos en la Ley de Contratos del sector público", indica.

DKV ha sido la primera de las compañías en anunciar su decisión en la mañana de este martes, comunicando que no participará en los próximos conciertos de Muface y Mugeju, por primera vez desde la creación de las mutualidades. La firma justifica esta medida al calcular que los números rojos, durante los dos años en que se extiende el concierto, alcanzarían los 74 millones de euros, prácticamente igualando las pérdidas que ya sufrió en los tres años del concierto anterior.

Por su parte, Adeslas y Asisa sí prestarán servicio en los conciertos más pequeños de Mugeju (que depende del Ministerio de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes) e Isfas (dependiente del Ministerio de Defensa), pero renuncian igualmente al concierto de Muface, tras advertir durante meses de la infrafinanciación del servicio.

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En un comunicado emitido en la mañana de este martes, DKV señala que su participación en el último concierto le generó unas pérdidas antes de impuestos de aproximadamente 70 millones de euros. DKV calcula que, de continuar, por efecto de la normativa contable IFRS17, en el año 2024 habría que imputar 74 millones adicionales por las pérdidas estimadas del nuevo contrato de dos años.

La compañía asegura que el modelo está infrafinanciado, ya que el gasto de prestaciones médicas en el último concierto ha sido más de un 10% superior a la prima que ha recibido. Asimismo, en los últimos diez años, el gasto sanitario per cápita de las comunidades autónomas y las mutuas colaboradoras ha aumentado un 60,6%, mientras que la prima ponderada de Muface ha crecido tan sólo un 31,6%, casi la mitad del incremento.

Asisa reclama al Gobierno que replantee las condiciones de la licitación para mantener el servicio

Por su parte, Adeslas explica su decisión de sí acudir a los concursos de Mugeju e Isfas por "las características específicas que presentan sus respectivos colectivos de cara a garantizar la sostenibilidad del aseguramiento sanitario en función de las condiciones ofertadas en estos concursos". Defiende que en los dos casos, los parámetros asociados a las tendencias de demanda sanitaria permiten un equilibrio entre la oferta de financiación realizada por la Administración y los costes sanitarios esperados, lo que entienden que no se daría en el concierto de Muface.

Unos argumentos similares ha planteado Asisa, la última de las aseguradoras en anunciar su decisión. Mientras que señala que Isfas y Mugeju sí cuentan con las condiciones mínimas para la continuidad del modelo, resalta la imposibilidad de seguir prestando el servicio de Muface. "En el caso de Muface, creemos que las condiciones establecidas en la licitación son insuficientes y no permiten mantener la actual calidad asistencial. A pesar de nuestra firme voluntad de mantener la vinculación con Muface, la falta de una financiación adecuada junto a unas coberturas más exigentes en algunos aspectos que las que presta el propio Sistema Nacional de Salud (SNS) y la decisión del resto de entidades de abandonar el servicio a esta mutualidad hacen imposible para Asisa mantener la adhesión al modelo sin poner en serio riesgo la solvencia de nuestra compañía", destaca el comunicado. Por todo esto, reclama al Gobierno que replantee las condiciones de la licitación.

Un estudio encargado por Adeslas a los economistas Alberto Montero (Universidad de Málaga) y Román Salmerón (Universidad de Granada), al que ha tenido acceso este medio, cuantificaba que se necesitaba un alza del 27% respecto a la cuantía de 2023 para cubrir costes en 2025, y otro incremento adicional del 9% en 2026. Unas alzas muy superiores a las planteadas por el Ministerio de Transformación Digital y Función Pública, que el pasado octubre aprobó una subida del 17% para el nuevo concierto. Desde un primer momento, las aseguradoras se comprometieron a estudiar las nuevas condiciones, al tiempo que planteaban su objetivo de "hacer sostenible el nuevo contrato y dejar de incrementar las pérdidas tan lesivas que hemos sufrido con este último convenio". Así, defienden que "nunca ha estado planteando ganar dinero. Lo que pedía es que se equilibre el sistema para no perder más dinero".

El nuevo concierto durará dos años. El anterior había sido de tres años, con un desembolso de 3.571 millones. Pese a la subida respecto al anterior, las aseguradoras denuncian pérdidas. En el caso de Adeslas, el déficit entre el inicio del concierto en 2022 y mayo de 2024 alcanza ya los 118 millones de euros. En el último año, los costes han aumentado más del 4% en la aseguradora, que es la más elegida por los funcionarios.

Los funcionarios pueden optar por sanidad privada, como hace el 72%, o sanidad pública. El 72% de los funcionarios escoge Muface (34% por Adeslas, 25% por Asisa y 13% por DKV). Sin embargo, la población tiende a envejecer porque quienes se incorporan son cada vez mayores debido al envejecimiento general, o son trabajadores interinos que, a una edad avanzada, pasan a ser funcionarios.

Los economistas Montero y Salmerón advierten de que hay una correlación entre los aumentos de ingresos y los de costes, ya que cuando hay un aumento de ingresos al inicio de un convenio, también se eleva la presión sobre los costes a través de los proveedores y del personal. Los técnicos estiman que Adeslas se enfrentará en 2025 a un gasto de 882 millones, una cifra que solo se incrementaría un 1,86% respecto a 2024. El problema es el déficit acumulado en el último concierto. Los principales costes provienen, por este orden, de las remuneraciones de los médicos y otros profesionales, del gasto en hospitalizaciones y de las pruebas diagnósticas.