La SEC concluye sus pesquisas sobre Grifols sin anunciar sanciones

La Comisión de Bolsa y Valores​​ de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés) ha concluido su investigación sobre Grifols. En una escueta carta enviada a la farmacéutica el pasado 1 de octubre, el regulador de los mercados estadounidenses señala: "Hemos completado nuestra revisión de sus presentaciones". No anuncia ninguna sanción ni la apertura de un expediente, dando por buenas las explicaciones aportadas por la compañía para explicar los cambios de criterio contable que efectuó tras la acusación de fraude que recibió por parte de Gotham City Research.

Aunque, en el documento consultado por El Confidencial, manda una advertencia para Grifols y sus principales ejecutivos. "Le recordamos que la empresa y su dirección son responsables de la exactitud y adecuación de sus divulgaciones, independientemente de cualquier revisión", un mensaje recurrente en las últimas comunicaciones que el organismo norteamericano ha remitido a la compañía ante las dudas instaladas en el mercado sobre su gobernanza.

La SEC concluye así una investigación que comenzó a mediados de abril. La propia Grifols, que está sujeta a la vigilancia de este regulador al negociar sus ADR sobre el parqué neoyorkino, reconoció por aquel entonces que dicho organismo le había realizado dos solicitudes. "Hemos estado proporcionando información voluntariamente y respondiendo a las preguntas planteadas por la SEC de manera informal para proporcionar aclaraciones", apuntó en su informe anual.

Tras analizar toda esa información inicial, la SEC volvió a ponerse en contacto con Grifols el pasado 16 de agosto. En esta ocasión, quiso centrar más el tiro para pedirle "un análisis contable que respalde su corrección de los informes financieros". Buscaba así clarificar los motivos del ajuste inesperado que el gigante de los hemoderivados efectuó en sus cuentas tras una discrepancia que había descubierto Deloitte, el auditor que nombró después de que Gotham pusiese en duda la veracidad de su deuda.

La SEC quiso centrar más el tiro para pedirle "un análisis contable que respalde su corrección de los informes financieros"

Ese arreglo estaba relacionado con su participación en Shanghai RAAS, la filial china de la que a mediados de junio vendió un 20% del capital por unos 1.600 millones de euros. Más concretamente, habría registrado 457,2 millones más de lo que debería por el valor de un activo propiedad de Shanghai RAAS. "A consecuencia de una incorrecta contabilización, las cifras [...] han sido reexpresadas", comunicó en julio a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La SEC quiso profundizar y planteó hasta cinco cuestiones. La principal era que aclarase los métodos que había utilizado para calcular esa reexpresión de sus estados financieros, además de explicar por qué esa modificación no tuvo efecto en los resultados operativos. También le demandó esclarecer si el error había sido identificado por la compañía o por Deloitte, describir su política contable adoptada en marzo de 2020 y hacer lo propio con su manera actual de formular las cuentas.

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A. M. P.

Grifols tardó doce días en contestar, cumpliendo con los plazos que le exigía la SEC. Presentó un documento de once páginas en el que, en primer lugar, expuso una detallada descripción del proceso de venta de Shanghai RAAS y la aplicación contable que había realizado antes y después de detectarse el error. Posteriormente, dio respuesta a las cinco preguntas concretas.

A modo de resumen, expuso minuciosamente lo que ya había manifestado a la CNMV cuando informó del ajuste contable. Principalmente que, como consecuencia de la venta del 20% que tenía en Shanghai RAAS, se identificó que en el reconocimiento inicial de la participación en la china se debió excluir el importe [457 millones] que esta mantenía en la también filial Grifols Diagnostic Solutions (GDS).

Sus explicaciones han convencido a la SEC, que durante toda la crisis reputacional de Grifols se ha mantenido en un segundo plano, dejando a la CNMV que liderase la investigación. El regulador del mercado español también concluyó su proceso a comienzos de octubre con la apertura de un expediente sancionador contra Grifols "por la posible comisión de una infracción continuada muy grave". Apuntó, específicamente, al suministro "de información financiera regulada con datos inexactos o no veraces o que omita aspectos relevantes" en los informes financieros de 2021, 2022 y 2023.

Guerra contra Gotham

La CNMV también abrió expediente sancionador a Gotham y su matriz General Industrial Partners (GIP) por una posible manipulación de mercado. En su caso, por una "infracción muy grave" al haber acusado públicamente a Grifols de tergiversar sus cuentas, provocando un desplome de su cotización, y previamente haber aflorado una participación bajista que vendió solo un día después. Es decir, que aprovechó la caída bursátil para beneficiarse económicamente.

Con la carta de la SEC, Grifols salva otro de los obstáculos que ha tenido que afrontar desde que comenzase su crisis a comienzos de año. Aunque en Estados Unidos todavía está pendiente de resolverse el conflicto judicial que tiene abierto contra Gotham en un tribunal de Nueva York. La compañía catalana demandó al fondo bajista y a su fundador, Daniel Yu, para solicitar el resarcimiento por los daños financieros y reputacionales que le causó con su informe.

Al mismo tiempo, Brookfield se encuentra sopesando el lanzamiento de una oferta pública de adquisición (opa), una operación que lanzarían junto a la familia fundadora para hacerse con una amplia mayoría del capital y excluir a la compañía de bolsa. No obstante, al fondo británico le está costando encontrar la financiación necesaria para llevarla a cabo.