Goirigolzarri deja por sorpresa CaixaBank y le sustituye como presidente Tomás Muniesa
El presidente de CaixaBank aprovechará el consejo de administración que celebra hoy el banco para presentar su renuncia voluntaria del cargo en línea con las directrices del BCE
José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, aprovechará el consejo de administración que celebra hoy el banco para presentar por sorpresa su renuncia voluntaria al cargo, según ha avanzado el diario La Vanguardia. La dimisión efectiva podría pactarse para una fecha futura. Será sustituido por Tomás Muniesa (72 años), actual vicepresidente del banco, según explican fuentes financieras conocedoras de las claves de este relevo. Con la marcha de Goirigolzarri deja la entidad el hombre que había sido el gran referente de Bankia en la fusión que había servido para crear el actual CaixaBank.
El banquero vasco cumplió 70 años en febrero y ocupa su puesto desde marzo de 2021, pocos meses después de que se acordara la fusión entre CaixaBank y BFA-Bankia. Con la absorción de Bankia, que Goirigolzarri presidía desde 2012, el banco catalán pasó a ser el más grande del mercado español.
Tomás Muniesa es un histórico de La Caixa. Entró en 1976 y es el artífice de la constitución del gran grupo asegurador de la entidad que aporta buena parte de los beneficios de la entidad. Formaba parte del equipo histórico que en su día arropó a Josep Vilarasau, como el propio Fainé o Antoni Massanell, ya jubilado.
Muniesa será únicamente presidente no ejecutivo y no tendrá asumida ninguna función. Así, el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, se refuerza con las competencias de auditoría y comunicación, que hasta ahora llevaba Goirigolzarri, haciendo una lectura estricta de las últimas directrices emitidas desde el Banco Central Europeo. Fuentes financieras de la capital catalana apuntan a que CaixaBank podría con este movimiento estar poniendo en evidencia a Carlos Torres, presidente ejecutivo del BBVA. El BBVA está sumido en una opa hostil sobre el Banco Sabadell que de prosperar debilitaría el papel de CaixaBank como banco nacional español. A CaixaBank le conviene más el actual status quo del mapa bancario español.
El diario enmarca la salida en un contexto de hostilidad del Banco Central Europeo (BCE) hacia las presidencias con funciones ejecutivas. Sin embargo, en estos momentos existen otros dos grandes bancos españoles, cuyos presidentes ostentan muchos más poderes ejecutivos de los que ejerce Goirigolzarri. Es el caso de Santander y BBVA, Ana Botín y Carlos Torres, cuyos presidentes respectivos controlan directamente el negocio.
El domingo pasado, Ángel Simón, consejero delegado de CriteriaCaixa, el brazo inversor de la Fundación La Caixa y principal accionista del banco, con un 31,2% del capital, lanzó lo que ahora puede verse como una premonición. El ejecutivo aseguraba en una entrevista con el mismo periódico que el hólding industrial está en sintonía con el supervisor.
"Hemos visto el informe [en referencia a un informe del BCE que defiende la separación clara de funciones entre un CEO ejecutivo y un presidente no ejecutivo que haga de contrapeso político]. Nos hemos personado como uno de los implicados y nosotros estamos en línea con lo que propugna el BCE. Por lo tanto, como accionista de CaixaBank, iremos en la misma línea del BCE", afirmó Simón.
Goirigolzarri había sustituido en la presidencia de CaixaBank a Jordi Gual en 2021 con la justificación de la fusión entre CaixaBank y Bankia, entonces controlada en su mayor parte por el Estado a través del Frob (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria). Ha durado en el cargo cuatro años. Según el pacto alcanzado en 2020, Goirigolzarri iba a ser el responsable de las áreas de Auditoría Interna, la Secretaría General y Comunicación, mientras que Gonzalo Gortázar, consejero delegado, controlaría la parte ejecutiva principal: todas las áreas de negocio, la relación con el BCE y Riesgos.
CaixaBank cuenta en estos momentos con un solo vicepresidente, Tomás Muniesa, quien, a su vez, es consejero dominical de Criteria. El Estado es el segundo mayor inversor de la entidad y está presente en el capital con un 18%, derivado de la participación mayoritaria que ostentaba en Bankia. Se prevé que Goirigolzarri se despida formalmente de la entidad en la próxima junta de accionistas.
Un histórico del sector
Goirigolzarri nació en Bilbao en 1954 y es un personaje histórico de la banca española. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Comercial de Deusto, ingresó en el Banco de Bilbao y en 1994 pasó a formar parte del Comité de Dirección de BBVA, donde ejerció como responsable de Banca Comercial en España y de las operaciones latinoamericanas. Tras la fusión con Argentaria, fue nombrado consejero delegado del Grupo BBVA, cargo que desempeñó entre 2001 y octubre de 2009.
En mayo de 2012, tras la entrada del Estado en el capital, el Frob le nombró presidente de Bankia y de su matriz, BFA, para tratar de dar la vuelta a una entidad que acababa de recibir un rescate público de 23.000 millones de euros (35.000 millones si se tiene en cuenta el sobreprecio que el banco malo, la Sareb, pagó por sus activos tóxicos).
En estos momentos, Goirigolzarri ejerce también como vicepresidente de CECA, presidente de Fedea y de Deusto Business School. En el pasado, también ha sido consejero y vicepresidente de Telefónica y Repsol, consejero de BBVA Bancomer en México y consejero de Citic Bank en China.
José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, aprovechará el consejo de administración que celebra hoy el banco para presentar por sorpresa su renuncia voluntaria al cargo, según ha avanzado el diario La Vanguardia. La dimisión efectiva podría pactarse para una fecha futura. Será sustituido por Tomás Muniesa (72 años), actual vicepresidente del banco, según explican fuentes financieras conocedoras de las claves de este relevo. Con la marcha de Goirigolzarri deja la entidad el hombre que había sido el gran referente de Bankia en la fusión que había servido para crear el actual CaixaBank.