El lío contable de Renfe: del agujero negro saudí al riesgo de error en las ventas de billetes
El auditor lleva dos años señalando un deterioro de activos de 390 millones de euros en Renfe Mercancías, pero la empresa no realiza el test de deterioro requerido, para no confirmar la cifra
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Faa0%2F21e%2F5cc%2Faa021e5ccdb4c4055993ac3978553ad7.jpg)
Este sábado pasado, dos incidencias provocaron el caos en los principales nodos ferroviarios de Madrid (Atocha y Chamartín) con multitud de trenes aplazados y centenares de afectados que tuvieron que esperar durante horas. A raíz de esto, la empresa estatal Renfe lleva una semana "negra", tratando de defender su gestión ante la crisis. No obstante, el caos en Renfe también está en sus cuentas.
Así lo corrobora la Intervención General de la Administración del Estado en sus informes de auditoría, señalando salvedades que afectan a partidas financieras por un valor conjunto de 573 millones de euros, equivalente a casi un tercio de la facturación del grupo.
En este sentido, la IGAE lleva tres años advirtiendo de que no puede auditar correctamente los ingresos de Arabia Saudí y otros dos ejercicios señalando que Renfe Mercancías podría haber sufrido un deterioro de sus activos de 390 millones, pero que la compañía no hace el test requerido por la normativa contable, para no confirmar la cifra.
Además, la IGAE lleva informando desde 2019 de un riesgo de error material en la contabilidad de los ingresos por venta de billetes, debido a la complejidad de los sistemas informáticos de la empresa pública, lo que obliga a una conciliación manual de los resultados para tratar de certificar en lo posible la exactitud de las cifras. Teniendo en cuenta que se trata de cinco ejercicios, esto afecta a más de 9.100 millones de euros en ingresos por venta de títulos de transporte, prácticamente 9 de cada 10 euros que ingresa el grupo.
Un deterioro de 390 millones sin confirmar
La IGAE menciona, como primera salvedad en su informe consolidado, que la auditora PKF Attest lleva desde 2022 advirtiendo que Renfe Mercancías, filial del Grupo dedicada al transporte de mercancías, ha registrado pérdidas de explotación significativas en los últimos ejercicios, sugiriendo un posible deterioro de sus activos materiales, valorados en 390.248 miles de euros.
A pesar de estas preocupaciones financieras, la auditora del Estado afea que la empresa pública no haya realizado el test de deterioro requerido por la normativa contable. Lo que a su vez limita el alcance de la auditoría y plantea dudas sobre la correcta valoración y viabilidad de sus activos.
Los auditores señalan esto como una salvedad porque limita el trabajo del auditor, y así también se protegen de daños por responsabilidad civil.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fb8d%2F964%2Fac3%2Fb8d964ac3f822a33cfe5fa8c732665cd.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fb8d%2F964%2Fac3%2Fb8d964ac3f822a33cfe5fa8c732665cd.jpg)
Precisamente, indican que este test es fundamental para determinar si el valor recuperable de los activos podría ser menor que su valor contable recogido en los libros. Por eso incluyen como salvedad que no es posible llegar a una conclusión clara sobre si los activos están correctamente valorados en el balance consolidado.
También recuerdan que en el informe de auditoría del año 2022 habían destacado un problema similar, lo que resalta que esta situación no es nueva y sigue siendo un punto de preocupación para los auditores.
El IGAE no se fía de la facturación de Arabia Saudí
Renfe es el socio principal del consorcio Al Shoula, compuesto por 12 empresas españolas y 2 saudíes, que ha diseñado, construido y opera la primera línea de alta velocidad de Oriente Próximo desde 2018. Esta línea, conocida como Haramain, conecta las ciudades sagradas de La Meca y Medina.
Este proyecto se divide en dos fases, la construcción de la infraestructura y el inicio de operaciones en las vías. Esta última fase se inició en 2021 y cubre la explotación de los trenes y servicios de pasajeros, con un contrato inicial de 12 años.
En este sentido, Renfe reconoce en sus cuentas que, aplicando el método del grado de avance, estiman unos ingresos por el proyecto de Alta Velocidad La Meca-Medina en Arabia Saudí de 43 millones de euros en 2023, y también calculan que Saudi Railways Organization les debe 138,9 millones de euros. Estas estimaciones la empresa pública las calcula teniendo en cuenta su plan de negocios.
El IGAE afirma que la poca certeza sobre los acuerdos del proyecto impide evaluar la fiabilidad de los ingresos y gastos
Sin embargo, este plan de negocios sobre el que se basan las estimaciones se ha visto modificado, porque a petición de Saudi Railways Organization se reorganizará el consorcio. El IGAE señala que esto "viene a significar una cancelación anticipada del contrato actual" y añade que este nuevo acuerdo se esperaba que se firmara este año, pero sigue en negociación.
Es por eso que el auditor del Estado afirma que la falta de certeza sobre los acuerdos del proyecto impide evaluar la fiabilidad de ingresos y gastos del plan de negocios, afectando la razonabilidad de otros ingresos y los derechos de cobro pendientes. Además, apunta que Renfe mantiene estimaciones cuestionadas previamente, como los gastos consorciales, lo que influye en la bolsa de riesgos.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F30f%2F18c%2Fab9%2F30f18cab988e9e5b16244d8dd16ce700.jpg)
Renfe explica a este medio que el tratamiento contable del proyecto mediante el método de grado de avance "es adecuado según el Plan General de Contabilidad", ya que permite reconocer ingresos a medida que se cumplen las obligaciones contractuales.
Para calcularlo, se utiliza un plan de negocios "que incluye datos reales y estimados para toda la duración del proyecto", aclaran. Desde el inicio de la fase de operación en 2021, la IGAE no ha validado completamente estas estimaciones, aunque Renfe defiende la precisión de su información contable.
Riesgo de "error" en los ingresos por venta de billetes
En 2023, Renfe reconoció unos ingresos por venta de billetes de Renfe Viajeros de 1.593 millones de euros, lo que supone una disminución del 15% frente a 2022. No obstante, el IGAE, basándose en la auditoría que PKF Attest hizo de la filial, apunta que debido a la complejidad y diversidad de los canales de venta, existe riesgo de "error material" en la contabilidad de estos ingresos. Se trata del 87% de los ingresos de todo el Grupo Renfe, que el ejercicio pasado ascendieron a 1.827 millones de euros.
La empresa estatal explica en sus cuentas que desde 2019 Renfe Viajeros realiza al cierre del ejercicio una conciliación manual entre la recaudación total y el ingreso contable registrado automáticamente para asegurar la precisión de los ingresos registrados.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F801%2F9a9%2F37b%2F8019a937bc69ebf38f22223528c62450.jpg)
Este detalle no se incluyó como una salvedad, sino como una cuestión clave de la auditoría —algo que no es tan grave y funciona más como un hecho informativo—. Precisamente, así lo corrobora Renfe a este medio, afirmando "que se considere una cuestión clave no significa que haya ninguna salvedad al respecto. Por ello, la IGAE, como auditora de Grupo Renfe, pone también de manifiesto esta cuestión dado que está incluida en el informe de Renfe Viajeros, una de las compañías de mayor volumen en el Grupo Renfe".
No obstante, la auditora decidió informar sobre este asunto por los montos significativos y la complejidad de los canales de venta y sistemas de información. También reconoce que los procedimientos de auditoría incluyeron entender los procesos de reconocimiento de ingresos, evaluar controles clave y generales sobre sistemas, verificar cuadre de ingresos con registros contables, revisar el devengo de ventas y realizar confirmaciones externas de saldos pendientes, además de revisar desgloses en la memoria financiera.
Este sábado pasado, dos incidencias provocaron el caos en los principales nodos ferroviarios de Madrid (Atocha y Chamartín) con multitud de trenes aplazados y centenares de afectados que tuvieron que esperar durante horas. A raíz de esto, la empresa estatal Renfe lleva una semana "negra", tratando de defender su gestión ante la crisis. No obstante, el caos en Renfe también está en sus cuentas.