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Las dos caras del fiasco de Rovi con la venta de su negocio de fabricación para terceros
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Desplome de hasta el 7%

Las dos caras del fiasco de Rovi con la venta de su negocio de fabricación para terceros

Tras meses especulando con una venta a precios muy atractivos, la cancelación de la operación ha despertado una ola de decepción en torno al grupo. Pero podría ser una buena noticia a la larga

Foto: Sede de Rovi. (Europa Press/Eduardo Parra)
Sede de Rovi. (Europa Press/Eduardo Parra)
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Los directivos de Rovi trataron de vestir este jueves el descarrilamiento de la venta de su negocio de fabricación para terceros (CDMO) como el resultado de una decisión estratégica propia, llamada a exprimir internamente el potencial de esta división. Pero al mercado no pareció convencerle, como evidencian los recortes de hasta el 7% que han llegado a registrar sus acciones (al cierre, el castigo se redujo hasta el 4,34%).

Después de meses de especulaciones, en los que los inversores llegaron a ver factible ingresar hasta 3.500 millones de euros por esta venta (hasta un 90% de la capitalización del grupo farmacéutico, al cierre del miércoles), algo debió torcerse en las negociaciones, llevando a Rovi a descartar la venta.

Desde un primer momento, las valoraciones reveladas por la prensa han sido acogidas con buen tono por el mercado, por superar con creces la valoración que venían haciendo de la misma los expertos que cubren la compañía. Sin duda, el impulso de esas cifras fue una palanca clave en las ganancias de en torno al 20% que las acciones de Rovi registraron en los cinco meses siguientes al reconocimiento del grupo de que estudiaba opciones estratégicas para esta área.

Y eso también vendría a explicar la frustración de este jueves, plasmada también en ajustes como el que Bankinter ha hecho a su valoración del grupo, recortando su precio objetivo un 12%, hasta los 80 euros por acción.

Foto: Logo de Rovi a la entrada de sus instalaciones. (Reuters/Marco Trujillo)

Aunque en su comunicado de este jueves Rovi expone que "la mejor manera de maximizar el valor para los accionistas actualmente es continuar ejecutando el plan estratégico independiente de la Sociedad, protegiendo y desarrollando el negocio CDMO bajo la estructura actual del grupo ROVI, sin la entrada de inversores externos", la reacción inicial de los inversores vendría a mostrar que entienden la ruptura de las negociaciones como la pérdida de una oportunidad de cristalizar valor en una parte del negocio que ha sido clave en los resultados de Rovi en los últimos años.

Sin embargo, no deja de resultar curioso que la decepción por la cancelación de la venta haya llevado ya las acciones del grupo de los López-Belmonte por debajo de donde se encontraban al inicio del proceso. Sobre todo porque como ya señalaban los analistas de Jefferies el pasado julio, en este lapso el grupo ha protagonizado una serie de noticias positivas (un contrato para la fabricación de jeringas precargadas, en abril, y la aprobación de su medicamento Risvan en EEUU) que deberían implicar valoraciones de base superiores, con independencia de la venta del negocio CDMO.

Visión cortoplacista

Es por eso que no faltan voces que interpretan los recortes de este jueves como una oportunidad de entrada. Ese es el caso, por ejemplo, de Bestinver Securities. La analista Patricia Cifuentes recuerda que Rovi es un grupo con un balance bastante sólido, por lo que no necesitaba de esta venta desde un punto de vista crítico.

En su opinión, el mercado podría estar incurriendo en una lectura demasiado cortoplacista de la valoración del negocio para terceros de Rovi, dado que, si bien se estaría valorando en torno a unas 13 veces el ebitda previsto para 2025, apenas se estaría pagando 6 veces el estimado para 2027.

"Dado el importante crecimiento previsto de este negocio, centrarse únicamente en el período 2024-25 puede no ofrecer una imagen precisa de su potencial", defiende la firma, que otorga a este negocio, de forma conservadora, una valoración de 3.900 millones de euros 76 euros por acción, pero que afirma que, en función de los múltiplos aplicados en torno al crecimiento esperado, podría llegar a valorarse entre 4.600 y 5.100 millones, lo que implicaría hasta 99 euros por acción solo por la división de CDMO.

Bestinver cree que esta división podría valorarse hasta en 99 euros por acción, dado su potencial

Estas lecturas positivas descansan en la idea defendida por la propia compañía de que el mercado se enfrenta a un desequilibrio estructural que puede dar pie a que Rovi se posicione como el mayor fabricante global para terceros, valiéndose de las fuertes inversiones realizadas en este terreno en los últimos cinco años.

Una idea que ya rondaba la visión que tenían sobre la compañía firmas como Jefferies, que el pasado julio advertía de que, más allá de los beneficios incuestionables a corto plazo de cristalizar el valor de esta actividad con una venta, el resultado de la misma podría ser que Rovi se presentara ante el mercado como una empresa mucho más pequeña que "podría ser mucho menos atractiva para los accionistas a menos que Rovi tenga otros planes para reinvertir significativamente en el crecimiento".

En ausencia de estas opciones, el mantenimiento bajo el paraguas del grupo de la división de fabricación para terceros permite a la compañía de los López Belmonte mantener sin variaciones la misma historia en la que se ha apoyado su crecimiento de los últimos años (multiplica por cinco los retornos del Ibex en el último lustro), lo que a buen seguro hará mucho más sencilla la labor de convencer a los inversores de por qué deben apostar por la compañía.

Probablemente, a Rovi le toque por ahora padecer el impacto de la decepción por una operación que se dio por hecha y ahora ha descarrilado. Pero no faltan las razones para pensar que a largo plazo, puede ser la palanca para un nuevo tirón al alza del negocio.

Los directivos de Rovi trataron de vestir este jueves el descarrilamiento de la venta de su negocio de fabricación para terceros (CDMO) como el resultado de una decisión estratégica propia, llamada a exprimir internamente el potencial de esta división. Pero al mercado no pareció convencerle, como evidencian los recortes de hasta el 7% que han llegado a registrar sus acciones (al cierre, el castigo se redujo hasta el 4,34%).

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