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La empresa familiar mejora su visión sobre la economía hasta máximos de la era Sánchez
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Congreso anual de IEF

La empresa familiar mejora su visión sobre la economía hasta máximos de la era Sánchez

Al congreso acudieron cerca de 650 empresarios, participando la amplia mayoría en una encuesta que valoró la situación económica actual de España con un 5,5 sobre 9

Foto: El presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Ignacio Rivera. (IEF)
El presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Ignacio Rivera. (IEF)
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La relación entre el Instituto de Empresa Familiar (IEF) y Pedro Sánchez es tensa desde que el presidente del Gobierno fue abucheado en 2018, poco después de llegar a la Moncloa. Siempre que existe ocasión, esta organización, a la que pertenecen unas 1.800 compañías españolas, aprovecha para demandarle que afloje la presión fiscal. El Congreso anual celebrado esta semana en Santander no ha sido una excepción y algunos empresarios volvieron a mostrar su disconformidad con la política tributaria, aunque lo cierto es que el optimismo que manifiestan sobre el futuro de la economía nacional es cada vez mayor.

Al congreso acudieron cerca de 650 empresarios, participando la amplia mayoría de ellos en la tradicional encuesta en directo. En esta edición, han valorado la situación económica actual de España con un 5,5 sobre 9, que, traducido a una escala más clásica, supone un 6,1 sobre 10. El año pasado fue de 5,03, es decir, un 5,6 sobre 10. Este aprobado es la calificación más alta otorgada por el IEF desde que Sánchez llegó al poder. Para encontrar una nota más elevada, hay que remontarse a 2017, cuando Mariano Rajoy era todavía presidente del Gobierno, con una puntuación de 6,22 sobre 9 (6,9 sobre 10), que representa el máximo histórico.

Este aumento del optimismo económico se observa también en otras preguntas de la encuesta. Por ejemplo, el 60% consideró que su empresa incrementará las ventas en 2024, mientras que solo un 9% apuntó a una reducción. En la pasada edición, cuando se realizó la misma cuestión, esos porcentajes fueron del 50% y el 14%, respectivamente. Además, el 42% prevé contratar nuevo personal, frente al 37% que estimaba lo mismo hace un año. Durante toda la presidencia de Sánchez no se habían obtenido unos datos tan elevados como estos.

En sintonía con las proyecciones macroeconómicas de diferentes organismos, se asume que la economía española seguirá mejorando durante los próximos años. Aunque aquí existe algo más de escepticismo, ya que solo un 3% cree que habrá un crecimiento rápido y una intensa creación de empleo. En cambio, el 59% estima que ambos indicadores mejorarán de forma moderada y un 38% cree que el alza del PIB será frágil y que no se producirá una creación neta de empleo.

Desde que Sánchez fue abucheado en 2018, no ha vuelto a acudir a ninguno de los congresos que organiza el lobby de la empresa familiar, y la edición de este año en Santander no ha sido una excepción. Aunque las relaciones entre ambas partes se han comenzado a reconstruir tras el nombramiento como presidente del IEF de Ignacio Rivera, máximo mandatario de Corporación Hermanos Rivera (propietario de Estrella Galicia). Así se escenificó el pasado mayo, cuando el presidente del Gobierno acudió a dar un discurso durante la asamblea anual que la organización celebró en Madrid.

Aprovechando su discurso de clausura, el propio Rivera ha vuelto a tender puentes con una frase que deja clara su intención de reconducir las relaciones con el Ejecutivo nacional: "Los empresarios también estamos para pagar impuestos, que generan un bienestar social". Pero, conocedor del papel negociador que le toca interpretar, ha instado veladamente al Gobierno a "no pasarse de rosca", recordándole que aumentar a la vez la carga impositiva y los salarios puede recortar la productividad de las empresas españolas.

Desde que Sánchez fue abucheado en 2018 no ha vuelto a acudir a ninguno de los congresos que organiza el 'lobby' de la empresa familiar

Aunque el presidente no acudiese personalmente, recogieron el guante otros miembros del Gobierno que sí han estado presentes: la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, y el responsable de Industria y Turismo, Jordi Hereu. Este último expuso varios mensajes conciliadores durante su discurso de apertura, mostrando su apoyo a la empresa familiar y definiéndoles como "el gran motor económico y social del país".

Feijóo acude a la cita

La ausencia de Pedro Sánchez fue utilizada por el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, para ganarse el aval de los empresarios. En medio de la marabunta mediática desatada tras la negativa de Isabel Díaz Ayuso a acudir a la Moncloa, el presidente del PP asistió al congreso de la empresa familiar para prometer que hará "una reforma fiscal a la baja".

Feijóo evitó hablar en todo momento de la mandataria madrileña, dejando a un lado el politiqueo para focalizar su mensaje en la economía y las preocupaciones de los empresarios. Desató el aplauso de los presentes al manifestar que no concibe que "la política económica se reduzca a que el gobernante ordena y la empresa paga". Recordó también que el Gobierno ha subido en 81 ocasiones los impuestos y las cotizaciones sociales durante los últimos seis años y aseguró que "un país no puede prosperar en base a la asfixia fiscal de los ciudadanos ni sobre el expolio de la riqueza".

Pero esa ausencia de Pedro Sánchez fue utilizada por el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, para ganarse el aval de los empresarios

Las palabras de Feijóo estuvieron en sintonía con el mensaje que lanzaron algunos de los ponentes. Uno de los más relevantes fue Ignacio Juliá, recién nombrado consejero delegado de Banco Santander en España, que demandó "una mejora del tratamiento fiscal, especialmente para la reinversión de los beneficios". Durante su discurso, en el que interpeló tanto al Gobierno central como a las instituciones europeas, pidió "eliminar la burocracia y pensar en una regulación que favorezca la innovación", en referencia a las trabas que encuentran las empresas para solicitar los fondos next generation.

La relación entre el Instituto de Empresa Familiar (IEF) y Pedro Sánchez es tensa desde que el presidente del Gobierno fue abucheado en 2018, poco después de llegar a la Moncloa. Siempre que existe ocasión, esta organización, a la que pertenecen unas 1.800 compañías españolas, aprovecha para demandarle que afloje la presión fiscal. El Congreso anual celebrado esta semana en Santander no ha sido una excepción y algunos empresarios volvieron a mostrar su disconformidad con la política tributaria, aunque lo cierto es que el optimismo que manifiestan sobre el futuro de la economía nacional es cada vez mayor.

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