Limak ultima la negociación con Laporta para evitar las multas por los retrasos del nuevo Camp Nou
Cuando la empresa turca ganó el concurso de las obras del estadio blaugrana se destacó que habían aceptado pagar un millón de euros al día en caso de dilación en los plazos de entrega
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La constructora Limak ultima con el FC Barcelona los detalles para evitar las penalizaciones por retrasos en la entrega del nuevo Camp Nou reformado, según han adelantado fuentes del sector de la construcción. Esas penalizaciones, según reveló el propio club, suponían abonar un millón de euros al día, pero por ahora no serán efectivas. La fecha límite de entrega de la fase inicial del Camp Nou iba a ser, en un principio, el 29 de noviembre de 2024, momento en el que una parte del público ya podría entrar a ver los partidos, según anunció en su momento el propio presidente de la entidad, Joan Laporta.
No está clara la fecha en la que el FC Barcelona podrá volver a jugar con público en su estadio, situado en el barrio de Les Corts. Marzo parece ser la fecha más probable, aunque la vicepresidenta Elena Fort, en una rueda de prensa, no clarificó cuándo. "Trabajamos para volver a finales del año, pero a partir de aquí hay muchos factores. El día exacto hay que modularlo", apuntó Fort hace dos meses, dejando en el aire un calendario más concreto.
Laporta, en una entrevista en La Vanguardia en julio de 2023, aseguraba que “volveremos con el 70% del aforo seguro. Con la tienda, el museo y gran parte de los asientos VIP listos. Pero si no sucede, habrá consecuencias económicas para Limak. La más fuerte es la de un millón de euros por día de retraso. Pero no pasará. Trabajan a muy buen ritmo y siempre cumplen con los plazos de sus obras. Es uno de sus puntos fuertes". Ahora, ya no será en noviembre.
Portavoces del club aseguran que la entidad “no renuncia. En su caso, se aplicará la penalización, tal y como está establecido por contrato", y añaden que "nunca se ha especificado una fecha concreta como tal, ya que si hay retrasos en la obra, pueden ser por muchos motivos e imponderables que no tienen por qué depender directamente de Limak. Hay un plan de construcción marcado y un período establecido a partir del cual se aplicaría esta penalización, pero por motivos de confidencialidad no podemos dar estos detalles".
Sin embargo, otras fuentes del sector de la construcción alegan que en la larga fase previa, que arrancó en 2017 y en la que Limak todavía no participaba, cuando estaban pujando por la obra FCC, Ferrovial y Acciona, el contrato tipo de licitación de la obra ya incluía esta cláusula, la cual, además, era innegociable.
Noventa millones en juego
La cláusula en cuestión establecía el abono como compensación de un millón por cada día de retraso, independientemente de quién fuese el responsable del mismo. Con esas fechas, si se volviese a jugar en el campo en marzo, al menos se estaría hablando de unos ingresos para el FC Barcelona de 90 millones de euros como mínimo, para una entidad que en el pasado ejercicio perdió 91 millones.
El retraso previsible rondaría los 90 días, lo que supondría cobrar 90 millones
En el sector de la construcción dudan sobre si en el contrato que firmó Limak con la Junta Directiva de Laporta la cláusula era la misma que en los inicios del concurso o la matizaron. Si se hubiese respetado la literalidad de lo que había en el concurso en su formato original, deberían penalizar a Limak. Pero ahora el club matiza que “si hay retrasos en la obra, pueden ser por muchos motivos e imponderables, que no tienen por qué depender directamente de Limak". Todo apunta a que habrá retraso, pero no penalización.
Diferentes exigencias
Desde el sector de la construcción español siempre se ha asegurado que se rebajaron las condiciones del concurso para que ganase Limak, algo que el FC Barcelona siempre ha negado.
Estamos hablando de un contrato de 960 millones de euros, la obra privada más importante del sector de la construcción del pasado año. Limak, un gigante en Turquía, la utilizó para desembarcar en Europa. Este tipo de construcciones siempre implican problemas. Sin ir más lejos, el Bernabéu acabará costando el doble de lo que se presupuestó en un principio.
La constructora Limak ultima con el FC Barcelona los detalles para evitar las penalizaciones por retrasos en la entrega del nuevo Camp Nou reformado, según han adelantado fuentes del sector de la construcción. Esas penalizaciones, según reveló el propio club, suponían abonar un millón de euros al día, pero por ahora no serán efectivas. La fecha límite de entrega de la fase inicial del Camp Nou iba a ser, en un principio, el 29 de noviembre de 2024, momento en el que una parte del público ya podría entrar a ver los partidos, según anunció en su momento el propio presidente de la entidad, Joan Laporta.