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Las energéticas amenazan con congelar sus inversiones verdes si se prolonga el 'impuestazo'
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repsol congela hasta 1.500 millones

Las energéticas amenazan con congelar sus inversiones verdes si se prolonga el 'impuestazo'

Repsol, Cepsa, Endesa, Iberdrola o Naturgy trabajan para frenar el plan del Gobierno de hacer permanente el gravamen temporal. Sus planes estratégicos en el país quedan en el aire con este modelo

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. (EFE/Zipi Aragon)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. (EFE/Zipi Aragon)
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La inversión de hoy es el modelo de negocio de mañana. Por eso los gigantes energéticos españoles pelean por ver quién invierte más en tecnologías ‘verdes’, pero sin dañar su cuenta de resultados ni generar malestar entre sus accionistas. El problema ahora para Repsol, Cepsa, Endesa, Iberdrola y Naturgy es que la idea del Gobierno de hacer permanente el gravamen extraordinario al sector, también conocido como el ‘impuestazo’, afecta a las dos cosas: a su capacidad para hacer esas inversiones verdes en España y a la cuenta de resultados.

Según denuncian desde el sector a El Confidencial, el anuncio de este martes del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, va “en contra” del plan de descarbonización europeo y es “peligroso” para el plan de Moncloa de captar inversión para su hoja de ruta energética. El ‘famoso’ PNIEC estima una inversión ‘verde’ de 308.000 millones de euros hasta 2030, de los cuales un 82% será privada. Un dinero que advierten no saldrá de su bolsillo si se mantiene este impuesto que solo golpea a los grandes grupos energéticos nacionales y que se fundamenta en unos “ingresos extraordinarios” que, según afirman, ya no existen.

El más ruidoso en este aspecto es Repsol. La petrolera que lidera Josu Jon Imaz movió ficha hace un año cuando el acuerdo de Gobierno de PSOE y Sumar se comprometía a lo que este martes ha anunciado el secretario de Estado Cuerpo. La empresa señaló que su plan de incorporar tecnologías verdes en sus refinerías de Tarragona, Cartagena y Bilbao quedaba comprometido por ese plan. Ahora, con el secretario de Estado anunciando que remitirá este martes a Bruselas el mantenimiento "de manera permanente" del impuestazo, ese plan, valorado en 1.500 millones de euros, pasa a situación de “congelado” hasta nuevo aviso.

Imaz no es el único. Endesa también ve peligroso el impuesto. La compañía busca opciones para implementar sus planes, y los de su matriz Enel, en renovables. Y este tipo de impuestos hacen que emerjan otras opciones como Portugal, su otro mercado que comparte conexión con España. “Este gravamen es una desventaja competitiva según la legislación europea y obstaculiza nuestra capacidad de invertir y de responder con éxito a las exigencias de la transición energética. Así que ya veremos qué pasa”, señaló su consejero delegado, José Bogas, el pasado mes de julio en la presentación de sus resultados.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención en la visita a la feria Genera. (EFE Mariscal)

Otros actores son más prudentes. Cepsa y Naturgy observan este impuesto con preocupación. Ambos han interpuesto un recurso contencioso-administrativo en la Audiencia Nacional contra este gravamen. Un tributo que no se explican sus principales inversores, como es el caso de Mubadala. El dueño del 62% de Cepsa y uno de los mayores vehículos inversores del mundo se lleva ‘las manos a la cabeza’ cuando el impuesto lastra su mayor inversión en España hasta el punto de llevarle a números rojos.

Los representantes de Abu Dabi ven a España como un país con inestabilidad regulatoria. Y, como insisten desde el sector, este es uno de los motivos por los que cuando llegan a los máximos mandatarios posibilidades de inversión, como la de Naturgy para otra de sus empresas, como fue Taqa, este impuesto se convierte en un lastre para la decisión de inversión.

Este gravamen es una desventaja y obstaculiza nuestra capacidad de invertir y de responder con éxito a las exigencias de la transición energética

Por último, Iberdrola ha señalado que este ‘impuestazo’ es otro de los factores que convierte a España en el país en el que soporta una mayor presión fiscal de todos los mercados en que opera. La empresa tiene otros mercados como Estados Unidos, Reino Unido o Brasil como sus grandes focos de inversión por su estabilidad y facilidad regulatoria.

Un impuesto que golpea a sus cuentas

El gravamen extraordinario se aprobó a finales de 2022 y se empezó a aplicar, durante dos años, en 2023. El pasado año, las grandes energéticas, que contaban con una facturación superior a los 1.000 millones de euros, se vieron obligadas a pagar como tasa el 1,2% de sus ingresos en España, sobre las ventas de 2022. En 2024, también tuvieron que afrontar ese 1,2% de sus ventas generadas en 2023. Un ejercicio menos extraordinario por la bajada de los precios de la luz, el gas y el petróleo.

Todas las compañías cerrarán este año con un menor pago. Iberdrola cerrará el ejercicio abonando un total de 160 millones, un 25% menos que los 216 millones que liquidó el pasado año. Repsol cerrará 2023 con 350 millones por este gravamen, que es un 21% menos que los 443 millones de euros que abonó el pasado año, pero que le sigue colocando como la empresa que más "impuestazo" paga.

Foto: La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, junto al ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo. (Europa Press/Alberto Ortega)

Cepsa cerrará con un total de 240 millones, un 25% menos que los 323 millones de euros que le hizo entrar en pérdidas en 2023. Naturgy abonará cerca de 100 millones frente a los 165 millones que pagó en 2023. Por último, Endesa cerrará el ejercicio con un abono de cerca de 200 millones, similar a lo que pagó en el primer año de vigencia.

Las empresas trabajan ya en intentar frenar este plan del Gobierno. La idea que se maneja es que el Ejecutivo lo intentará incluir en una enmienda al “Proyecto de Ley por la que se establece un Impuesto Complementario para garantizar un nivel mínimo global de imposición para los grupos multinacionales y los grupos nacionales de gran magnitud”. Por lo tanto, el trabajo de ‘lobby’ hasta el cierre del año será frenético.

La inversión de hoy es el modelo de negocio de mañana. Por eso los gigantes energéticos españoles pelean por ver quién invierte más en tecnologías ‘verdes’, pero sin dañar su cuenta de resultados ni generar malestar entre sus accionistas. El problema ahora para Repsol, Cepsa, Endesa, Iberdrola y Naturgy es que la idea del Gobierno de hacer permanente el gravamen extraordinario al sector, también conocido como el ‘impuestazo’, afecta a las dos cosas: a su capacidad para hacer esas inversiones verdes en España y a la cuenta de resultados.

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