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Endesa se apunta un tanto ante Iberdrola con el nuevo director de Energía de la Generalitat
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Josep Maria Serena, un cargo nuclear

Endesa se apunta un tanto ante Iberdrola con el nuevo director de Energía de la Generalitat

El mundo del dinero encierra claves de poder y de intereses que explican el sentido de muchas operaciones y movimientos. Ibex Insider ofrece pistas para entender a sus protagonistas

Foto: Josep Maria Serene, nuevo director general de Energía de la Generalitat.
Josep Maria Serene, nuevo director general de Energía de la Generalitat.
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Albricias en la sede de Endesa en Ribera del Loira, en Madrid. Tras años de tener una ministra como Teresa Ribera, del todo alineada con Iberdrola, un signo de que algo está cambiando llega desde Cataluña. La Generalitat de Salvador Illa ha nombrado un nuevo director general de Energía que barrunta por dónde puede venir el cambio una vez que en diciembre Ribera asuma su nuevo rol de Comisaria de la Competencia. Se trata de Josep Maria Serena, quien fuera presidente del Consejo de Seguridad Nuclear entre 2019 y 2022, un detalle que fue obviado en el currículum que entregó la Generalitat.

Josep Maria Serena tiene 71 años. Hizo fortuna en el sector energético con la creación de Auma Consultores en Medio Ambiente y Energía, que ha operado tanto en España como en América Latina. Fuentes del sector energético en Cataluña lo consideran un lobista de la industria nuclear. Serena ha sido de los últimos cargos en ser designado y se entiende que llega al puesto con una misión clave: prolongar la vida de las nucleares en Cataluña. Algo que puede no ser popular en un gobierno como el de Illa, apoyado por los Comunes y ERC, pero que se considera indispensable. Y que beneficia a Endesa y a su parque de generación en España.

La principal aportación de Serena como presidente del Consejo de Seguridad Nuclear es que no hizo nada. Lo que quiere decir que en 2027 cierra Almaraz, pero la mayoría de los protocolos para ello todavía están pendientes. Se ha intentado contactar con Josep Maria Serena para recabar su punto de vista sobre la situación de las nucleares en Cataluña, pero no ha habido respuesta.

Serena dejó la presidencia del Consejo de Seguridad Nuclear en 2022 alegando motivos personales y se convirtió en presidente de la comisión de Energía de la patronal Cecot, de Terrassa. Es, por tanto, también un hombre de las patronales catalanas.

Foto: El consejero delegado de Endesa, José Bogas. (Europa Press/Eduardo Parra)

¿Y qué piensan las patronales catalanas? En palabras del presidente de Fomento de Trabajo, Josep Sánchez Llibre, "si Cataluña no aumenta el ciclo productivo de sus centrales nucleares, perderá toda su industria", tal y como explicó el pasado mes de septiembre en un foro económico. En el caso de cerrar sin haber encontrado sustitutos en energías renovables, "habrá grandes apagones industriales en los próximos años", y "no estaremos discutiendo el precio de la energía, sino la ausencia de ella".

Intereses alineados

Endesa piensa exactamente lo mismo. Como explicó el consejero delegado de Endesa, José Bogas, en un foro económico organizado por Crónica Global en Barcelona, “estoy del todo de acuerdo con Sánchez Llibre: Cataluña tiene demanda de 44 gigavatios hora y una producción de 38 gigavatios, de los cuales 25 son nucleares. Vamos a tener apagones e 'incendiones'. Esto es algo que habrá que solucionar”.

Más del 50% de la generación eléctrica de Cataluña depende de Ascó y Vandellòs, dos activos de Endesa. El recientemente aprobado Plan Nacional Integrado de Energía (PNIEC) establece que en Cataluña el protocolo de cierre nuclear empieza en 2030 con el cierre del primer grupo de Ascó, sigue en 2031 con el segundo grupo de Ascó y termina en 2035 con la clausura de Vandellós.

Más dell 50% de la generación eléctrica en Cataluña depende de Ascó y Vandellòs

A causa del atraso que lleva Cataluña en renovables, apagar las nucleares en 2035 se parece mucho a un suicidio económico. Ni con los ciclos combinados trabajando a pleno rendimiento se evitarían los cortes de luz. En esta situación se alinean los intereses de los empresarios catalanes, la propia Endesa, que depende en buena parte de la generación nuclear, y el PSC, que ha perdido en las últimas municipales la alcaldía de Vandellòs después de tres mandatos.

En el último informe del Observatorio de Energías Renovables de Cataluña se reconoce que "la energía nuclear sigue siendo la que más aporta, cubriendo el 50,7% de la demanda eléctrica" y se añade:

La decisión política es la elección de qué porcentaje del primer GW nuclear se sustituye por generación renovable y cuál por importaciones (parques en el mismo territorio con todos los beneficios que generan, o MAT para importar electricidad renovable de los territorios vecinos).

Falta de competencias

La Generalitat carece de competencias para modificar el PNIEC. Pero puede influir para su cambio, de manera que se alargue la vida de las nucleares. O de manera general o con una excepción catalana por razones de supervivencia de su tejido industrial, apuntan fuentes del sector energético. Endesa siempre ha estado por prolongar la vida de las nucleares, mientras que Iberdrola, con estos activos ya amortizados, había respaldado la línea de la ministra Ribera de acelerar la transición energética.

Este planteamiento es imposible estando Teresa Ribera en el Ministerio. Pero en diciembre hará las maletas camino a Bruselas, llamada a responsabilidades mayores. En este entorno, Salvador Illa allana el camino y juega su mejor baza: su influencia en Madrid. En el debate de Política General en el Parlament, Illa dejó muy claras sus prioridades: "el Govern que yo presido es un gobierno a favor de la prosperidad, es un gobierno pro-prosperidad. Nos ocupamos y nos ocuparemos de que en Cataluña existan las condiciones para que se pueda generar prosperidad. Esto significa agua, esto significa energía, esto significa infraestructuras, esto significa atracción de talento". Por tanto, a la consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica Silvia Paneque le espera una tarea… atómica.

Albricias en la sede de Endesa en Ribera del Loira, en Madrid. Tras años de tener una ministra como Teresa Ribera, del todo alineada con Iberdrola, un signo de que algo está cambiando llega desde Cataluña. La Generalitat de Salvador Illa ha nombrado un nuevo director general de Energía que barrunta por dónde puede venir el cambio una vez que en diciembre Ribera asuma su nuevo rol de Comisaria de la Competencia. Se trata de Josep Maria Serena, quien fuera presidente del Consejo de Seguridad Nuclear entre 2019 y 2022, un detalle que fue obviado en el currículum que entregó la Generalitat.

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