Un nuevo contenedor de reciclaje llega a la ciudad: prueban las maneras de recoger el textil
Es necesario un contenedor por cada 1.200 habitantes. Habrá, por tanto, unos 40.600 repartidos por España. Aunque, por el momento, se realizará la prueba en seis municipios
Un nuevo contenedor de reciclaje llega a la ciudad. Junto al del papel, el del vidrio o el del aceite usado; pronto se situará en la vía pública otro recipiente para depositar los residuos textiles. Todavía tardarán unos años en verse por toda España, pero ya está ideado un proyecto piloto para concretar cuál es la mejor manera de recoger la ropa vieja y el calzado usado. El promotor de este proyecto es Re-Viste, una asociación en la que colaboran diez gigantes de la industria (Inditex, Decathlon, El Corte Inglés, H&M, Ikea, KIABI, Mango, Primark, Sprinter y Tendam).
Se estima que es necesario un contenedor por cada 1.200 habitantes. Es decir, que habrá algo más de 40.600 repartidos por todo el país. Aunque, por el momento, se realizará la prueba en solo seis municipios. No se ha decidido todavía cuáles serán, a la espera de que Re-Viste concrete el acuerdo con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Sí se sabe que se elegirán dos localidades urbanas, dos semiurbanas y otras dos rurales, alcanzando una población que ronde los 300.000 ciudadanos de diferentes entornos sociodemográficos.
La cuestión es que algunos ayuntamientos se quejan de que el espacio en la vía pública está ya muy limitado. En España existen cinco tipos de contenedores obligatorios (plástico, papel, vidrio, desechos orgánicos y residuos generales), a los que en algunas localidades se suman otros, como el del aceite usado o las pilas. Para evitar más apelotonamiento, se probarán otros métodos para el textil, como habilitar un espacio en los puntos limpios.
También se colocarán contenedores dentro de las propias tiendas de ropa. Esta iniciativa se considera muy útil para entornos urbanos y ya ha sido aceptada de forma voluntaria por la mayoría de las empresas que conforman Re-Viste, a la espera de que vayan sumándose más establecimientos, que recibirán ayuda económica por parte de la asociación para implementar la infraestructura necesaria. Para las zonas rurales se ha pensado en facilitar la recogida en lugares públicos, como parroquias o colegios.
La cuestión es que algunos ayuntamientos se quejan de que el espacio en la vía pública es, ahora mismo, muy limitado
Se busca así la mejor opción para cada municipio, ya que no se trata de una medida opcional, sino que atiende a una directiva comunitaria que debe transponer España y que obliga a recoger por separado los residuos textiles desde 2025. Es la manera que ha encontrado la Unión Europea para impulsar la circularidad en el quinto sector que más gases de efecto invernadero genera.
La norma comunitaria todavía no se ha transpuesto a la legislación nacional, pero las compañías han optado por adelantarse. "Hemos decidido no esperar para cumplir con los requisitos legales", señalaba durante la presentación del proyecto el presidente de Re-Viste, Andrés Fernández. En el acto también estaban presentes miembros del ejecutivo que se comprometieron a aprobar el decreto cuanto antes, aunque sin asegurar si será antes del 25 de abril de 2025, cuando se iniciará el piloto.
Se busca la mejor opción para cada municipio, ya que no se trata de una medida opcional, sino que atiende a una directiva europea
La producción mundial de textil se ha duplicado desde que comenzó el siglo XXI, como explicaba el comisionado para la Economía Circular del Ministerio para la Transición Ecológica, Alejandro Dorado. Cada vez se compra más ropa y se utiliza menos veces que en épocas pasadas. Se estima, de hecho, que estos residuos aumenten en un 60%, hasta alcanzar las 10 millones de toneladas en 2030. La mayoría de todas esas camisetas y pantalones que no servían acababan en vertederos o incineradoras, pero ahora se les quiere dar una segunda vida.
Esa labor de recogida ya la realiza Caritas, pero en ocasiones se ven desbordados. Desde Re-Viste ya se han puesto en contacto con ellos y aseguran que su intención es que coexistan ambos modelos, porque uno está más enfocado a ayudar a los más necesitados y otro busca, además, la reutilización de las prendas que ya no sirven. También tendrán que convivir con organizaciones similares que están surgiendo. Por ejemplo, en Cataluña ha aparecido una asociación similar al calor de El Clúster Català de la Moda i el Tèxtil (Modacc), como adelantó Modaes.
Para el director general de Re-Viste, Juan Ramón Meléndez, lo ideal es que exista "un enfoque colectivo", pero no se opone a que existan otras asociaciones y se abre a colaborar con ellas. Entiende que sus adversarios reales "son las empresas que no participen, porque estarían en una posición ventajosa al no cumplir con sus obligaciones legales". Por este motivo, aunque la organización que él lidera fuese fundada por diez grandes compañías, aspira a que otras empresas de cualquier tamaño se sumen al proyecto en el futuro.
Cada vez se compra más ropa y se utiliza menos veces que las generaciones pasadas. Se estima que estos residuos aumenten en un 60% en 2030
Las compañías que conforman Re-Viste han asumido el compromiso de financiar estas pruebas durante el tiempo que sea necesario para evaluar la efectividad y la operatividad del sistema. Meléndez aseguró desconocer cuánto costará, aunque explicó que presupuestariamente no pueden incluir en el programa a más de seis municipios. No obstante, ninguna empresa se adentra en un nuevo proyecto de esta magnitud si no obtiene beneficio económico y, si resulta deficitario, podría repercutir en el precio de la ropa que venden en sus tiendas.
Además de pagar los contenedores, se harán cargo de sufragar la recogida. Una vez que estén decididos los municipios, lanzarán junto a los ayuntamientos correspondientes un concurso público para seleccionar a la empresa que efectúe ese servicio. También está por determinar las plantas donde se tratarán los residuos textiles, con la intención de elegir lugares que ya estén en funcionamiento para trabajar de la manera menos intrusiva posible.
Un nuevo contenedor de reciclaje llega a la ciudad. Junto al del papel, el del vidrio o el del aceite usado; pronto se situará en la vía pública otro recipiente para depositar los residuos textiles. Todavía tardarán unos años en verse por toda España, pero ya está ideado un proyecto piloto para concretar cuál es la mejor manera de recoger la ropa vieja y el calzado usado. El promotor de este proyecto es Re-Viste, una asociación en la que colaboran diez gigantes de la industria (Inditex, Decathlon, El Corte Inglés, H&M, Ikea, KIABI, Mango, Primark, Sprinter y Tendam).
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