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El rey del pistacho cumple su promesa con los inversores recelosos de la agricultura
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Consigue producir en 3,5 años

El rey del pistacho cumple su promesa con los inversores recelosos de la agricultura

Ha conseguido demostrar que sus plantas son capaces de dar sus primeros frutos a los tres años y medio, reduciendo a la mitad los tiempos de la primera producción

Foto: Ángel Minaya, CEO de Agróptimum, en la recogida de pistachos. (Agróptimum)
Ángel Minaya, CEO de Agróptimum, en la recogida de pistachos. (Agróptimum)
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La promesa del rey del pistacho se ha hecho realidad. Ángel Minaya, consejero delegado de Agróptimum, llevaba cuatro años asegurando que su planta era capaz de generar frutos a los tres años y medio, reduciendo a la mitad los tiempos de la primera producción, gracias a los injertos que les realiza. Algunos inversores le compraron su versión y ya tienen en marcha sus proyectos, pero las negociaciones con muchos otros quedaron en el limbo hasta que hubiese pruebas palpables. Ese momento llegó a mediados de septiembre, cuando realizó la cosecha primigenia en la finca experimental que la empresa tiene en Villanueva de la Jara (Cuenca).

"Nos empieza a dar más credibilidad como compañía", reconoce Minaya en conversación con El Confidencial. En el mundillo de la inversión agrícola ya se ha empezado a correr la voz y ahora están recibiendo correos electrónicos y llamadas de personas a las que en su momento ya les contaron el proyecto. El empresario entiende que tuviesen ese escepticismo porque el inversor es, por lógica, la persona más desconfiada que hay. "Al final, quieren saber dónde depositan su dinero y si una empresa les cuenta que algo va a pasar, pero nunca lo han demostrado, directamente no quieren correr el riesgo", señala.

A todos ellos les muestra un plan de negocio orientativo, pues en la agricultura siempre sobrevuelan factores externos, como las inclemencias meteorológicas, que pueden echar al traste un proyecto o parte de él. Extrapolando a una sola hectárea las cifras de la cosecha obtenida en su finca experimental, se necesita una inversión inicial de unos 18.500 euros y esperar hasta el tercer año para obtener pistachos y conseguir los primeros ingresos. Pero cada año hay que gastar otros 3.000 euros por costes de mantenimiento y de estructura, un esfuerzo económico que no da sus frutos al octavo año, cuando se rentabiliza la inversión.

Al final de un periodo de 19 años, los beneficios ascenderían a unos 170.000 euros por hectárea. Esta estimación se ha realizado sobre la base de que el pistacho se venderá de media a 5 euros el kilo. Eso sí, en el mercado agrícola fluctúan los precios, incrementándose en los periodos de escasas oferta y rebajándose cuando haya mejores cosechas y mucho más producto disponible para comercializar. Minaya baraja, de hecho, un repunte, porque "la demanda no para de crecer".

Se necesita una inversión inicial de unos 18.500 por hectárea y esperar hasta el tercer año para obtener pistachos y conseguir ingresos

Aunque Agróptimum se dirige, especialmente, a grandes operadores financieros con aspiraciones de mayor envergadura. "No se meten en proyectos de menos de 100 hectáreas porque no les compensa", remarca el consejero delegado. Estamos hablando de, al menos, una inversión inicial de entre dos y cinco millones de euros para conseguir tener retornos consolidados. "Necesitas una mínima partida de producto para poder ofrecerlo al mercado y negociar con él", destaca.

Estos grandes inversores se están fijando en el pistacho por la alta demanda global de este fruto seco, que ha vivido un boom en los últimos años al emplearse en todo tipo de innovaciones gastronómicas, desde pastelería hasta comida italiana, pero también en el mundo de la cosmética. "La alta demanda global del pistacho y la escasez de oferta en el mercado está generando un pronóstico alcista a largo plazo para los precios de este fruto seco", asegura un estudio realizado por el doctor en Ciencias Económicas, Juan Vilar Hernández.

Los grandes inversores se fijan en el pistacho por la alta demanda global de este fruto seco, que ha vivido un 'boom' en los últimos años

Pero también están abiertos a propuestas más pequeñas, de agricultores o emprendedores que tengan unos ahorros. En este caso, se necesitaría inversión mínima de unos 150.000 euros para plantar unas diez hectáreas de pistacheros que le puedan dar unos resultados interesantes. "Ya se puede cuantificar, se puede vender el fruto y puede hacer movimientos operativos que sean más estables", manifiesta Minaya.

Independientemente de la extensión o el tipo de inversor, este empresario advierte que en la agricultura no existe la magia: "Las plantas tienen mucha influencia, pero hay que tener muy claro lo que debes gastar para poder conseguir los objetivos". Hace hincapié en que si el pistachero cuesta 16 euros y el coste de mantenimiento 4.000 euros por hectárea, no sirve hacerlo con la mitad, porque no vas a tener el mismo negocio que te dicen los números. "Sin una buena gestión posterior, por muy bueno que sea el árbol, no funciona", concluye.

La previsión del Consejo Europeo del Pistacho (CEP) es que España se convierta en el cuarto productor mundial en menos de diez años

Cada vez más fondos y agricultores eligen trabajar el pistacho, hasta el punto de que, en la última década, en España se ha incrementado en más de un 1.000% la superficie de este cultivo, según la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos Cultivos (ESYRCE) realizada por el Ministerio de Agricultura. Nuestro país es un lugar ideal, sobre todo la mitad sur de la península, porque este árbol tolera el estrés hídrico hasta el punto de resistir periodos de sequía de hasta cinco años. De hecho, la previsión del Consejo Europeo del Pistacho (CEP) es que España se convierta en el cuarto productor mundial en menos de diez años.

Según los últimos datos, los mayores productores globales son Estados Unidos (52%), Irán (17,2%) y Turquía (14,14%). Entre el resto de territorios (España, Siria, Grecia, Italia, Australia, China...) generan, por tanto, el 16,26% restante. La posición de nuestro país, de hecho, es ahora mismo testimonial, con apenas un 0,67% del total, aunque aquí se encuentran el 6,76% de las hectáreas de pistacho repartidas por todo el mundo. Esto significa que no todas las plantas han entrado todavía en producción.

La promesa del rey del pistacho se ha hecho realidad. Ángel Minaya, consejero delegado de Agróptimum, llevaba cuatro años asegurando que su planta era capaz de generar frutos a los tres años y medio, reduciendo a la mitad los tiempos de la primera producción, gracias a los injertos que les realiza. Algunos inversores le compraron su versión y ya tienen en marcha sus proyectos, pero las negociaciones con muchos otros quedaron en el limbo hasta que hubiese pruebas palpables. Ese momento llegó a mediados de septiembre, cuando realizó la cosecha primigenia en la finca experimental que la empresa tiene en Villanueva de la Jara (Cuenca).

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