La opa de BBVA sobre Banco Sabadell y la teoría del final del partido de baloncesto
Por mucho que los analistas clamen por una mejora del precio, la clave no es cuánto, es cuándo. Y si el banco de Carlos Torres quiere ganar, eso solo pasará en la incierta fase final
A medida que sube el nivel en el baloncesto profesional, cada vez hay más partidos que se deciden en los tres últimos minutos. En la pasada temporada de la NBA, 35 encuentros en los que un equipo iba perdiendo por 20 puntos o más se acabaron remontando. Ahora, con un juego más veloz y más triples, se están generalizando este tipo de situaciones, que antes eran raras. Lo mismo se puede extrapolar a la opa del BBVA sobre el Banco Sabadell: el partido se ganará en los últimos tres minutos. El problema es que, con la estructura reguladora en España, resulta muy difícil saber cuándo serán esos tres últimos minutos definitivos.
Viene a cuento la comparación con el baloncesto por el cambio en las condiciones de la opa sobre el Banco Sabadell que ha querido ser vendido como una mejora de la oferta, cuando en realidad sólo ha sido un ajuste técnico, que además ya estaba previsto en el folleto. Para compensar los altos desembolsos en dividendos de ambas entidades, la nueva oferta de canje es de 5,0196 acciones ordinarias de Banco Sabadell por cada una de BBVA y el pago del dividendo previsto. El canje anterior estaba en 4,83 acciones.
Ahora, la oferta para los accionistas del Sabadell será de una acción de BBVA y 0,29 euros por cada 5,0196 títulos del Sabadell. Es decir, la principal variación es que BBVA hace una aportación en efectivo de 314 millones. Pero técnicamente no supone una mejora, aunque aporte dinero fresco. No se incrementa la valoración del Banco Sabadell por parte del BBVA. Pero lo más importante: no se ha producido en los últimos tres minutos. Fuentes financieras consultadas aseguran que, si al final hay un zarpazo del oso que decante la opa para el BBVA, será en ese tramo final.
El grueso de analistas –Renta 4, Bankinter y otros– piden una subida de precio, pero la cuestión clave no es cuánto, sino cuándo. Y todavía es muy pronto para eso. Con la dinámica actual, BBVA irá ajustando su oferta y aportando efectivo en función del incremento de dividendos. Cuanto más se alargue el proceso, más dinero en efectivo verán los accionistas del Sabadell. A mayor liquidez, peor para el consejo del banco catalán, contrario a la oferta.
Cambio de árbitro
Para despejar las incertidumbres sobre el calendario, hablemos primero del árbitro del partido de baloncesto: el presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura. Su mandato acaba en diciembre. Por tanto, el BBVA afronta un partido de baloncesto que no se sabe cuándo acabará, pero además se cambiará al árbitro antes del final.
Buenaventura advirtió que aprobaría la opa después de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), si esta daba su visto bueno en la fase 1. Eso podría colocar la aprobación durante este mismo mes de octubre, y la CNMV aprobaría el folleto de la opa en noviembre. A partir del visto bueno de la CNMV, los accionistas tendrían 70 días para decidir si acuden o no a la oferta. Durante ese período, el BBVA puede mejorar su oferta, según la ley de Opas. Por tanto, entre febrero y marzo del año que viene es cuando se jugarían esos tres últimos tres minutos en los que se ganará o se perderá el partido.
Buenaventura advirtió que aprobaría la opa después de la CNMC, si esta daba su visto bueno
Pero si la CNMC pasa a fase 2, algo probable por el impacto de la fusión en el sector de las pymes en España, todo se alargará. Aquí, Buenaventura había dejado abierto el margen de lo que podía hacer, sin dejar claro si aprobaría la opa o esperaría a que la CNMC acabase su análisis durante esta etapa.
En todo caso, a partir de enero ya no será el presidente del regulador bursátil. Cambio de árbitro, que será nombrado por un Ministerio de Economía encabezado por Carlos Cuerpo, que ya se ha declarado contrario a la fusión. Más incertidumbre. Y como apuntan fuentes financieras, en este caso, la incertidumbre perjudica al BBVA y beneficia al consejo de Banco Sabadell, contrario a la opa.
Incertidumbre en el calendario
Según la presidenta de la CNMC, Cani Fernández, la fase 2 de este organismo regulador implicaría otros 200 días, es decir, otros seis meses. Eso llevaría los tres últimos minutos hacia el mes de abril de 2025.
La última variable es lo que hará el actual presidente de la CNMV. En teoría, la CNMV podría aprobar el folleto de la oferta durante la fase 2, pero en la práctica eso obligaría a los accionistas a tomar su decisión a ciegas. Además, respetar el ritmo que marque la CNMC permitiría a Buenaventura esquivar la patata caliente y dejársela a su sucesor.
Muchas opciones. Y mientras crece la incertidumbre, los fondos siguen tomando posiciones en Banco Sabadell, aunque no de manera determinante para apostar por uno u otro resultado. Todos a la espera de los tres últimos minutos del partido.
A medida que sube el nivel en el baloncesto profesional, cada vez hay más partidos que se deciden en los tres últimos minutos. En la pasada temporada de la NBA, 35 encuentros en los que un equipo iba perdiendo por 20 puntos o más se acabaron remontando. Ahora, con un juego más veloz y más triples, se están generalizando este tipo de situaciones, que antes eran raras. Lo mismo se puede extrapolar a la opa del BBVA sobre el Banco Sabadell: el partido se ganará en los últimos tres minutos. El problema es que, con la estructura reguladora en España, resulta muy difícil saber cuándo serán esos tres últimos minutos definitivos.
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