Casi el 100% de jóvenes se plantea dejar su trabajo si no puede conciliar. Entre los 'boomers', solo el 54%
El 98% de la generación Z y el 93% de los millennials estarían dispuestos a irse a otro puesto de empleo si su actual empresa no les permite conciliar su vida laboral con la personal
"Rechacé un trabajo porque tenía que trabajar los sábados. Yo los fines de semana salgo, quedo, disfruto y descanso. Esos días están para relajarse y evadirse, precisamente, de la vida laboral. Yo no trabajo los sábados", dice Rodrigo Casado, de 26 años, biólogo. Describe un puesto de trabajo que le ofrecieron, en el que tenía que ir al laboratorio en fin de semana, incluso turnos de noche.
Como Rodrigo, muchos jóvenes se niegan a que su empleo eclipse su vida. De hecho, no son 'muchos' jóvenes, son casi el 100% de ellos. El II Estudio de Retos y Tendencias en RRHH 2024 de la firma de servicios para empleados Pluxee asegura que el talento joven es el más dispuesto a cambiar de trabajo si su empresa no le permite conciliar con su vida personal.
En concreto, el 98% de la generación Z y el 93% de los millennials estaría dispuesto a cambiar de trabajo si no puede compaginarlo con su vida personal. Siendo exactos, el 42% de zentennials se buscaría seguro otro empleo y el 56% se lo plantearía, mientras que el 43% de millennials cambiaría de puesto y el 50% estaría abierto a irse a otra compañía. Estas cifras son más altas que otras generaciones anteriores, sobre todo los baby boomers.
El 84% de los miembros de la generación X consideraría cambiarse de empleo si no puede conciliar, y solo el 54% de los boomers se lo podría plantear. Disgregando los números, el 22% de los 'X' se iría a otra entidad y el 62% estaría dispuesto a cambiarse, mientras que solo el 11% de los baby boomers buscaría otro puesto de trabajo (el 43% de ellos podría plantearse un cambio).
Este informe no es el único que refleja el requisito de la conciliación por parte de los júniors. La plataforma de ayuda en temas de RRHH CVApp, en su documento ¿Qué le pide la Generación Z al mundo laboral?, explica que las nuevas generaciones "no titubean cuando deciden dejar un empleo" y que "no van a renunciar a su vida personal".
"La generación millennial y la zentennial no conciben una vida en la que se pasen la mayor parte del tiempo fuera de su casa, metidos en una oficina, solo por ganar más dinero. El sueldo es importante, pero porque consideran que sus méritos también lo son", explica Amanda Augustine, experta en desarrollo de talento de CVapp.
"La generación millennial y la zentennial no conciben una vida en la que se pasen la mayor parte del tiempo metidos en una oficina"
El centro de estudios del mercado laboral Randstad Research califica, en su estudio Generación Z en el trabajo: conciliación como prioridad, a la flexibilidad laboral como un asunto que "no es negociable". Según este estudio, el 41% de esta generación se plantearía dimitir si no tiene flexibilidad en su horario de trabajo. "No creen en el presentismo como forma de compromiso, sino que prefieren trabajar por objetivos con plazos de entrega claros, que les permita trabajar desde donde quieran o puedan", afirma Augustine.
"Yo entiendo que, al final, tu trabajo es gran parte de tu vida y hay que echarle horas. Un empleo en el que trabajes 'un ratito y a tu casa' no te va a llenar la nevera. Es absurdo no darse cuenta de que una buena parte de tu tiempo es para el trabajo. Ahora bien, eso no significa que yo viva para trabajar, y menos con la edad que tengo. Con 27 años quiero salir y divertirme. Si mi empleo no me va a permitir eso, desde luego no me compensa", dice Celia Megía, docente en un instituto.
En las mujeres, la predisposición a cambiar de empleo si no les permite conciliar es más elevada que en los hombres. Ellas se plantearían irse a otra empresa si no compagina con su vida privada en el 89% de los casos, frente al 82% de los hombres.
"Las empresas tendrán que modificar sus políticas internas sí o sí, porque estas nuevas generaciones serán las que dominen los organigramas en unos años. Y son estas las que piden más flexibilidad y mejores condiciones para la conciliación. Además, los millennials más veteranos también llegarán (ya están llegando en algunos casos) a cargos de responsabilidad y desde ahí también se verán cambios", advierte Augustine.
Los seniors dan más importancia a la conciliación
Aunque son los jóvenes los que ven la conciliación como una obligación más que un requisito en el trabajo, cada vez hay más concienciación de la importancia de conciliar la vida laboral y la personal por parte de los empleados españoles. Más de la mitad de los trabajadores está insatisfecho con el nivel de conciliación.
Según datos de Pluxee, el 54% de los profesionales se siente insatisfecho con las opciones de conciliación disponibles en su empresa. Este indicador ha empeorado ocho puntos porcentuales respecto al año anterior (46%).
Entre el porcentaje de empleados que está a gusto con la conciliación que ofrece su empresa, el 85% de ellos buscaría otro empleo o se plantearía cambiar si deja de disponer de esas facilidades. El 55% de estos trabajadores se plantearía irse a otra compañía y el 30% sí que buscaría otro empleo que le permitiese conciliar. Solo el 15% de los empleados se quedaría donde está.
Irse a otro puesto este año
El asunto de la conciliación para retener talento joven llega en un momento en el que los júniors muestran mayor disposición que sus anteriores generaciones a cambiar de puesto. De hecho, de hacerlo este mismo año. El estudio de Pluxee también plantea esta pregunta "¿Te planteas cambiar de empresa en 2024?", y la diferencia entre jóvenes y seniors es clara.
El 75% de la generación Z y el 64% de los millennials está dispuesto a cambiar de compañía este año, mientras que menos de la mitad de la generación X se plantea irse a otro puesto (48%). Los baby boomers, al acercarse su jubilación, solo el 30% estaría dispuesto a cambiar de trabajo en 2024.
Por géneros, están más abiertas las mujeres al cambio de trabajo este año que los hombres. Específicamente, el 56% de las mujeres está abierto a irse a otra compañía en 2024, mientras que ese porcentaje se reduce al 52% en el caso de los hombres.
Así, la fuga de talento joven se agrava, en un contexto en el que los españoles, sobre todo las mujeres, ya no se lo piensan: la vida personal primero, la laboral después.
"Rechacé un trabajo porque tenía que trabajar los sábados. Yo los fines de semana salgo, quedo, disfruto y descanso. Esos días están para relajarse y evadirse, precisamente, de la vida laboral. Yo no trabajo los sábados", dice Rodrigo Casado, de 26 años, biólogo. Describe un puesto de trabajo que le ofrecieron, en el que tenía que ir al laboratorio en fin de semana, incluso turnos de noche.