Marisa Palmero
Esta madrileña ha conseguido que tu gato no se estrese cuando vaya al veterinario (y tú tampoco)
Por Sandra Carbajo Fotos y vídeo Álvaro Padilla
Frente al Retiro, en el paraíso de los perros, se encuentra un hospital 24 horas donde solo atienden a felinos. Marisa Palmero decidió en 2008 transformar su clínica de toda la vida y construir un espacio donde la experiencia de ir al veterinario no fuese una pesadilla. Todo ello gracias a su filosofía ‘cat friendly’ y al uso de técnicas innovadoras en medicina felina como la endoscopia o el bypass ureteral (SUB). Estas y otras historias forman parte del espacio creado por El Confidencial junto a Banco Sabadell para dar visibilidad a emprendedores Expertos en proximidad.
uien tenga gato, sabe que ir al veterinario es un deporte de alto riesgo. Un momento traumático tanto para el animal como para la familia. Por eso, “la transición de venir aquí tiene que ser una experiencia buena”, apunta Marisa Palmero, directora de Gattos, un hospital 24 horas exclusivo para felinos. “Es fundamental que ambos se sientan seguros y tranquilos. Si yo quiero que mi paciente esté bien, la consulta tiene que ser agradable; el lugar tiene que estar bien cuidado; no tiene que tener ni calor ni frío; si le relajo, tengo que tumbarle en un colchoncito... Pero al mismo tiempo, tú eres la familia, por lo que tengo que conseguir que te guste el sitio y que si, por ejemplo, necesitas un café o una infusión que te ayude a calmarte, te la pueda dar”, explica.
Una filosofía que esta veterinaria madrileña persigue desde que se licenció hace más de dos décadas. Marisa Palmero es una de esas españolas amante de los gatos que ha convertido su pasión en su profesión. Desde muy pequeña tenía dos cosas muy claras: quería ser veterinaria y los felinos eran la especie que más le atraía. Cuando terminó la carrera, abrió junto a otro compañero una pequeña clínica en la madrileña calle Menéndez Pelayo, a la que llamó Gattos, con la ilusión de que algún día pudiera convertirse en un santuario para estos animales.
Poco a poco fue adquiriendo experiencia y ampliando sus conocimientos en medicina felina hasta que en 2008 se unió a su actual socia, Vanesa Carballés, y decidió hacer su sueño realidad. “Transformamos esa pequeña clínica enfrente del parque del Retiro en una solo para gatos. Fue algo arriesgado, ya que quien conoce Madrid sabe que el Retiro es el paraíso de los perros”, recuerda. De hecho, trataba a muchos canes a los que tuvo que derivar a otros colegas de profesión porque no podía atenderles más. “Fue una transición muy dura, porque habíamos creado un vínculo muy estrecho con ellos”, confiesa.
“Todos los que tenemos gato necesitamos que lo entiendan y que sepan manejarlo de forma cariñosa, independientemente de cuál sea su carácter. Cada felino es un mundo”
Marisa, Vanesa y el resto del equipo fueron creando un espacio donde podían abordar desde lo más sencillo, como una simple revisión, hasta operaciones más complejas de diversas especialidades, evolucionando a lo que son hoy. Un hospital 24 horas, ubicado desde 2015 en el Paseo de Reina Cristina, donde trabajan 35 profesionales que usan técnicas novedosas como endoscopia, cirugía de mínima invasión o dispositivos bypass ureterales (SUB). Está abierto todos los días del año; tiene consultas, urgencias y hospitalización continua y, lo más importante, no es un infierno para los gatos y sus dueños.
Una filosofía diferente
Hospital Gattos es lo que se denomina una clínica cat friendly, un concepto que busca revertir la experiencia estresante que supone para muchos felinos y sus dueños el ir al veterinario. “Todos los que tenemos gato necesitamos que lo entiendan y que sepan manejarlo de forma cariñosa, independientemente de cuál sea su carácter. Cada felino es un mundo y muchos no toleran que les toquen ni que les cojan y menos que les hagan algún tipo de prueba”, apunta la veterinaria.
Siguiendo esa máxima de crear un espacio donde ambos se sientan bien, Palmero admite que la comunicación es otra pieza angular. “Al igual que ocurre en Pediatría, en Veterinaria quien habla es la familia. Por eso, en nuestras consultas de dos horas, la primera media nos dedicamos a hablar con ellos para que nos cuenten toda la vida del animal. Luego le exploramos y en el momento que hemos recabado la información suficiente, le hacemos las pruebas que sean necesarias; desde una ecografía a una punción o una citología. Al ser un hospital con un equipo amplio y que cubre todas las especialidades veterinarias, tenemos la posibilidad de darle en ese instante un diagnóstico a nuestro paciente”, indica Palmero. Y, como además son conscientes de que sacar a un gato de casa no es tarea sencilla, en caso de tener que realizar alguna prueba o visita adicional, el paciente sale con una cita fijada.
Además de que todo se haga en un mismo espacio, muchas de estas pruebas se realizan bajo sedación. “No es una anestesia, es un relajante que permite que el gato no se estrese cuando le realizamos, por ejemplo, una analítica o una ecografía”, explica la directora. Lo que ayuda a que el gato no sienta nada y esté tranquilo durante todo el proceso.

Medicina preventiva para gatos longevos
La medicina felina ha avanzado a pasos agigantados en las últimas décadas. Hoy, los gatos viven más años -es fácil que lleguen hasta los 20 años-, hay un conocimiento mayor del animal, más clínicas veterinarias y mucha más información que permite a los veterinarios controlar el dolor, prevenir ciertas patologías y abordar otras que hace unos años eran imposibles de curar. Es el caso de los cálculos en el riñón. Los gatos son propensos a desarrollarlos. En algunos casos, y sobre todo a raíz del aumento de la esperanza de vida, ese cálculo sale a la vejiga, obstruye el conducto y provoca que el riñón deje de funcionar. “Desde hace unos años hay una técnica llamada SUB (Subcutaneous Ureteral Bypass). Es intensa y necesita cirugía pero permite que el gato se salve. En nuestro hospital es una intervención muy instaurada, hacemos muchas cirugías de este tipo”, señala Marisa Palmero. “Ahora, además, estamos desarrollando una técnica nueva, que ya se usa en medicina humana, en la que por endoscopia sacamos ese cálculo antes de que se produzca la obstrucción”.
Al hospital llegan casos que les remiten desde otros puntos de España con dudas acerca de ciertos cuidados o diagnósticos de patologías complejas para que les ayuden en su abordaje. De hecho, entre sus profesionales también podemos encontrar veterinarios o auxiliares, incluso de otras nacionalidades, realizando estancias formativas de distinta duración, desde una semana a un año. “La medicina sin divulgación y sin conocimiento sería terrible”, apunta la directora de Gattos.
Marisa nos cuenta ilusionada que en octubre trasladarán todos los quirófanos a la acera de enfrente. “Vamos a tener un centro quirúrgico con quirófanos para odontología, endoscopia… que nos va a permitir ampliar la hospitalización”. Un paso más en este sueño hecho realidad en el que, en palabras de la veterinaria, “seamos capaces de cubrir todas las necesidades felinas en un mismo espacio, sin estrés ni sufrimiento y que los gatos salgan mucho mejor de lo que entraron”.
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