Estas bicis son únicas en el mundo y se hacen en un modesto barrio de Madrid

n el taller de Pablo Hervás a veces se oye ruido, pero no es el que él hace. En sus inmediaciones, muchas de las casas bajas que antes había en Tetuán han sido demolidas. Los solares han dado paso a las grúas y las excavadoras, que están levantando nuevas edificaciones e inaugurando la nueva vida inmobiliaria de uno de los distritos tradicionalmente más modestos de Madrid, al menos en su zona oeste.

La frontera entre ambas realidades no es solo acústica, también física. Para llegar a su taller, hay que subir unas interminables escaleras, en plena calle, que dan fe de la arquitectura de un barrio que a principios del siglo XX era un mero arrabal y que nació lleno de cuestas, casas bajas y aceras estrechas. En una de ellas, concretamente en el número 10 de la calle Sorgo, un local pasa totalmente desapercibido entre los pequeños edificios vecinos. Lo que muy poca gente sabe es que, al otro lado de la puerta, se encuentra uno de los mayores expertos en proximidad de la capital de España.

El artesano de las bicis a medida

A Pablo, la pasión por las bicis le viene desde pequeño, pero su vida adulta le tenía guardado, en principio, un destino diferente. "Antes trabajaba diseñando maquinaria para la industria de la minería y el hormigón", nos recuerda. Como pasaba mucho tiempo en una oficina, decidí empezar a hacer cosas con las manos para realizarme. Fui aprendiendo un poco el oficio de hacer bicis de manera artesanal".

Poco a poco, la cosa fue tomando forma: "En 2016 compartí un local con unas amigas y fui haciendo los primeros cuadros de bicicletas para amigos. Con el tiempo, fueron llegando clientes y me di cuenta de que los encargos que iban entrando ya eran suficientes para poder dejar mi empleo anterior. Conseguí convertir mi hobby en mi profesión".

A día de hoy, Pablo Hervás está al mando de B Bloque Bikes, un taller que hace bicis desde cero tanto para empresas como para particulares. Y estos últimos son los que mejor conocen su forma de trabajar. "Hago un 'traje a medida', una bicicleta que es especial y única para cada persona. Estás eligiendo las dimensiones y los materiales, pero la fabricación también puede depender del uso que se le vaya a dar a esa bici, del peso o la altura de cada persona, de si tiene unas dolencias determinadas... No busco que el cuerpo se adapte a la bici, sino que la bici se adapte al cuerpo", nos cuenta.

Y es que "cuando compras una bicicleta en una tienda, compras lo que hay. Aquí se hace desde cero, con todas las inquietudes y necesidades que tenga el cliente". Con estos mimbres, la proximidad es absoluta, y nos pone un ejemplo de ello: "Tengo un cliente de Irlanda que va a venir aquí exclusivamente a por su bici. Después de tanto tiempo hablando con él, me dijo que quería venir aquí a pasar unos días, probar la bici, salir a hacer rutas con ella... Al final, vas generando cierta amistad con algunos clientes, ya sean del barrio o de fuera de España".

Esa forma de trabajar, sumada a su saber hacer y su experiencia, es la que hace de Pablo Hervás un experto en proximidad que, además, vislumbra un futuro optimista: "En cinco años, me gustaría estar en un espacio un poco más grande y trabajar con más gente. Eso significaría que el proyecto ha crecido, que es más conocido y, sobre todo, que la gente aprecia el trabajo artesanal que hago". Que así sea.