Ribera deja tres tareas pendientes y dos candidatos en su salida del Ministerio de Transición Ecológica

Teresa Ribera termina este martes uno de sus deberes con la Comisión Europea antes de convertirse en vicepresidenta de Transición Verde y Competencia. La todavía ministra española envía este martes a sus futuros compañeros la actualización de la ‘hoja de ruta’ energética de España hasta 2030. Una de sus tareas pendientes, aunque todavía cuenta con otros tres asuntos clave que debe cerrar antes de diciembre.

El principal asunto será lograr el respaldo político a la Comisión Nacional de Energía. El organismo regulador, que absorbió la CNMC en 2013, tiene ya el visto bueno del Consejo de Estado y comienza ahora su tramitación parlamentaria. La principal medida energética que pactaron el PSOE y Sumar en su acuerdo de Gobierno corre el riesgo de quedarse en el tintero por la falta de apoyos.

Según fuentes conocedoras, esta medida que lidera Teresa Ribera es una oportunidad para que Junts per Cataluña vuelva a castigar el acuerdo del PSC y ERC en la Generalitat. Uno de los elementos clave del organismo regulador de este sector estratégico es el reparto político de consejeros.

El Consejo de Estado ya ha advertido que es peligroso apostar por consejeros de la actual CNMC para completar el panel y se espera un reparto entre los aliados, con el correspondiente ‘consejero catalán’ de los actuales socios del Govern y otro ‘consejero vasco’ para conquistar tanto al PNV como a Bildu. Un encaje político que, a priori, amenaza con romper uno de los grandes deseos de Ribera antes de saltar a dirigir las políticas de Competencia en Bruselas.

Dos tareas más

El sector energético también echa de menos avances en otra de las grandes promesas de la ministra. Al igual que será recordada como la responsable del cierre ordenado de las centrales nucleares, se esperaba un avance en nuevos proyectos energéticos como la eólica marina. Empresas como Iberdrola, Repsol, EDP o Naturgy han movido ficha para tener todos los proyectos preparados para esas 19 zonas de alto potencial que diseñó el Gobierno.

El sector energético echa de menos avances en otra de las grandes promesas de la ministra

Los actores están a la espera de las subastas para el despliegue de proyectos de eólica, que estaban previstas para este otoño. Por otro lado, Ribera deja al próximo responsable de esta cartera la tarea de repartir los fondos que, desde el sector energético, se consideran insuficientes.

Transición Ecológica cuenta con un presupuesto de 23.286 millones de fondos vinculados al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, de los que 5.444 millones corresponden al actual ejercicio. Según los datos recogidos en el último informe de ejecución presupuestaria de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), que adelantaba Vozpópuli, el equipo de Ribera solo ha gastado cerca de 6 millones de euros.

¿Quién asumirá estas tareas?

Estas tareas serán complicadas de asumir por parte de la ministra en los cerca de dos meses que le quedan en el cargo, y, sin duda, si el Parlamento Europeo no vota en contra de su nombramiento en la Comisión. Si aprueban su mandato, Pedro Sánchez tendrá un nuevo responsable energético en el Consejo de Ministros.

Ribera tiene 'sus' candidatos. El primer nombre que suena con más fuerza es la actual secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen. Una persona que se ha posicionado en el último año como muy "ministeriable", según definen desde el sector, y que ha sustituido a Ribera en todos los actos a los que su agenda no le permitía acudir. "La persona que mejor puede continuar con el trabajo realizado estos seis años", definen fuentes conocedoras.

Opinión

TE PUEDE INTERESAR

El ministro-sherpa, Zapatero y la cara y la cruz de Teresa Ribera

José Antonio Zarzalejos

El segundo candidato es Joan Groizard, director general del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Una de las personas que mejor conoce la estrategia del equipo de Ribera y que está bien posicionado para asumir este puesto como 'solución interna'. Su gran problema es que no es un ‘hombre del partido’, ya que Groizard formó parte de Més Per Mallorca antes de incorporarse al IDAE.

La opción 'del partido' es el secretario general de los socialistas andaluces, Juan Espadas. El líder del PSOE-A ocupó durante una década cargos vinculados con el medio ambiente en la Junta de Andalucía durante la presidencia de Manuel Chaves. Un candidato que llegaría de la mano de María Jesús Montero y que daría un giro a los seis años de la cartera de Transición Ecológica.