El Hyperloop español pierde 1,5 millones y cede derechos de I+D a Altran e Impulse Tech

Zeleros Global, la startup valenciana que trabaja desde hace siete años en el desarrollo del Hyperloop, el sistema de transporte ultrarápido a través de tubos de vacío ideado por el magnate Elon Musk, elevó sus pérdidas en el último ejercicio por encima de 1,5 millones de euros y ha cedido a terceros una parte importante de sus investigaciones tecnológicas para obtener financiación y cuadrar sus balances, en concreto a la consultora tecnológica francesa Altran Technologies y a una filial de Impulse Tech. Con este último fondo, radicado en Toledo, ligado al inversor Jesús M. Hidalgo Quesada y especializado en venture capital, ha explorado la captación de proyectos en Castilla-La Mancha, donde barajó una posible pista de pruebas del Hyperloop que no ha llegado a ver la luz todavía.

La mercantil, con sede arrendada en las instalaciones en la Marina de Valencia de Angels Capital, brazo inversor de Juan Roig, logró monetizar por primera vez una parte de sus desarrollos en movilidad, con cerca de 494.000 euros apuntados como cifra de negocio. Sin embargo, Zeleros se vio abocada antes de acabar 2023 a acometer un importante ajuste de empleo y desprenderse de casi la mitad de sus trabajadores (26 de 58), muchos de ellos ingenieros cualificados, para poder ajustar su estructura de costes. A lo largo de 2024 ha ido perdiendo también capital humano que ha sido aprovechado por otras compañías industriales o de movilidad. Es el caso de Stadler Rail Valencia.

La empresa fundada por David Pistoni, Daniel Orient y Juan Vicén anunció en diciembre del año pasado un expediente de regulación de empleo (ERE) y la decisión de reorientar la actividad de la empresa hacia soluciones de movilidad alternativas al Hyperloop, como baterías. En la memoria de gestión del último ejercicio, que acaba de ser depositada en el Registro Mercantil, Zeleros admite que la investigación en torno al futurista medio de transporte no obtendrá "los primeros resultados comerciales" hasta al menos un plazo de diez años. Lo cierto es que muchas de las iniciativas que surgieron a raíz de los concursos de ideas lanzados por Musk sobre el Hyperloop en Estados Unidos y Europa han quedado en suspenso o ralentizadas, si bien China ha seguido haciendo pruebas sobre esta tecnología.

El dueño de Tesla y SpaceX ni siquiera ha llegado a generar un desarrollo propio para un sistema de transporte terrestre magnético que, sobre el papel, sería capaz de alcanzar velocidades cercanas a la del sonido (más de 1.000 kilómetros por hora), pero de enorme complejidad técnica a la hora de aplicarlo a la realidad, tanto por razones de seguridad como por el elevado coste de la inversión de la infraestructura de red (tubos al vacío).

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Zeleros admite en su memoria que su continuidad depende de la capacidad de los socios actuales o nuevos de aportar recursos por la vía de los fondos propios a través de rondas de financiación. "La Sociedad no genera flujos de efectivo con sus operaciones y no es viable obtener financiación significativa de las entidades financieras tradicionales por la falta de actividad comercial", señala. Con la finalidad de lograr rendimiento comercial a algunos de los desarrollos realizados, se ha pivotado hacia soluciones de movilidad eléctrica como las baterías, todavía en fase de implementación. "En los últimos ejercicios se han registrado pérdidas acumuladas significativas, este hecho junto con las necesidades de financiación del proyecto principal de transporte de alta velocidad Hyperloop en el que se encuentra inmersa la Sociedad, genera unas necesidades de financiación que deben ser cubiertas mediante rondas de financiación (ampliaciones de capital con prima de emisión)", se explica.

Pese a esas complejidades técnicas, el Hyperloop era una oportunidad para investigar en nuevos desarrollos de transporte a través de sistemas magnéticos y Zeleros recibió desde su arranque apoyo financiero del dueño de Mercadona, Juan Roig, de Acciona o de Elewit, la plataforma tecnológica de Redeia (Red Eléctrica), hasta sumar alrededor de diez millones de euros en fondos propios. Además, ha recibido financiación de instituciones públicas como el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF). El banco de la Generalitat prestó a Zeleros, en dos tramos, 1,4 millones de euros ligados a fondos Feder cuyo periodo de carencia finaliza este año 2024. Se trata de créditos subordinados y sitúan al IVF a la cola en el orden de prelación de créditos en caso de concurso.

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También la Agencia Estatal de Investigación (AEI), dependiente del Ministerio de Ciencia y Universidades, ha prestado a Zeleros más de 764.000 euros con cargo al programa Next Generation UE. La amortización comienza en el ejercicio 2026 y finaliza el 1 de febrero de 2034. El balance refleja a su vez subvenciones públicas procedentes de distintos programas de innovación de administraciones públicas por valor de 4,1 millones de euros.

El fondo de capital riesgo de Jesús M. Hidalgo, Impulse Technology Transfer CLM, firmó con Zeleros un préstamo participativo obligatoriamente convertible en acciones por valor de 700.000 euros que vence en diciembre de 2025. El interés es del 4%, pero está supeditado a que la empresa obtenga beneficios, algo que por ahora no ha ocurrido. En paralelo a esta operación, Zeleros ha cerrado con la agrupación de interés empresarial (AIE) Old California un acuerdo de transacción de derechos de propiedad industrial de su proyecto de investigación y desarrollo. Old California tiene como administrador único a Asset and Capital Advisors, la matriz de los proyectos de Impulse Tech.

El interés es del 4%, pero está supeditado a que la empresa obtenga beneficios, algo que por ahora no ha ocurrido

Para financiar esa transacción, Zeleros apuntó en su balance la cesión de un crédito de 4 millones de euros a Old California. Al tiempo, la prestamista se reservaba una opción de compra de esos derechos y los socios de Old California disponen de una opción de venta de sus participaciones que deben ser ejecutadas antes del 31 de marzo de 2025 y que supondrán la cancelación del crédito sin movimiento de tesorería.

Zeleros también firmó en 2018 con la gala Altran Technologies un contrato de licencia de uso y explotación de su tecnología por importe de 800.000 euros, apuntado contablemente como propiedad industrial.