Lazard sigue los pasos de Goldman Sachs y abre sede en Riad al acatar la orden de Arabia Saudí
La firma financiera se adhiere a la nueva normativa que le exige mantener una sede ejecutiva para la región con al menos 15 empleados para obtener contratos públicos
La firma financiera de Wall Street, Lazard, se ha adherido a la nueva regulación de Arabia Saudí y ha obtenido una licencia para su sede ejecutiva en la capital, Riad. De esta manera se suma a la ola de otras grandes firmas que han pedido la licencia ante la amenaza del gobierno de dejar de trabajar con quienes no cumplan la normativa.
La licencia, emitida por el Ministerio de Inversión, permite a Lazard operar su nueva sede ejecutiva, la cual atenderá a los mercados en oriente próximo y el norte de África.
Desde 2022, la firma ha ido reforzando su equipo de la región, empezando con el nombramiento de Sarah Al-Suhaimi, expresidenta de la bolsa de valores saudí, como presidenta de la unidad y el fichaje de Wassim Al-Khatib como director ejecutivo de su negocio de asesoramiento en la región.
Un año antes, en 2021, las autoridades saudís anunciaron una nueva regulación para poder subscribir contratos públicos para evitar la "fuga económica". Esta busca evitar que los contratos del gobierno y las varias entidades públicas del país beneficien a empresas que no tengan presencia en su territorio, exigiendo una sede ejecutiva con al menos 15 empleados.
Hasta la fecha, solo otras dos grandes firmas cuentan con la licencia para sus sedes ejecutivas en el país, la americana Goldman Sachs y la japonesa Mizuho Financial Group. Goldman Sachs fue la primera en empezar las operaciones para su sede y consiguió ser la primera también en obtener el permiso. Por su parte, Mizuho obtuvo la licencia en junio.
Otras firmas como Rothschild y Moelis también se encuentran en el proceso de abrir sedes en la capital de uno de los mercados más importantes de la región, aunque ninguna de las dos cuentas con la licencia necesaria todavía.
La firma financiera de Wall Street, Lazard, se ha adherido a la nueva regulación de Arabia Saudí y ha obtenido una licencia para su sede ejecutiva en la capital, Riad. De esta manera se suma a la ola de otras grandes firmas que han pedido la licencia ante la amenaza del gobierno de dejar de trabajar con quienes no cumplan la normativa.