Se busca directivo para empresa pública de la Generalitat de Illa: la llamada de la suerte

Los directivos catalanes esperan estos días la llamada de la suerte. Mientras el público en general debate sobre cuestiones como la españolidad o catalanidad de los miembros del sottogoverno de Salvador Illa, los profesionales de la gestión empresarial saben que la ventana de oportunidad está en las empresas públicas de la Generalitat. La mayoría todavía no se ha designado y está costando cerrar esta gigantesca operación de recursos humanos. Conscientes de la dificultad, el relevo de cuadros en el sector público catalán abre una ventana de oportunidad inesperada: ya no hace falta tener carné del PSC.

El premio gordo es la presidencia del Puerto de Barcelona, que en la actualidad ocupa uno de los hombres de confianza de Oriol Junqueras, Lluís Salvadó. Aquí la Generalitat propone y el gobierno central nombra. Pero más allá del Puerto, hay una miríada de cargos públicos que es necesario ocupar para que el PSC ejerza mando en plaza en la nueva administración catalana.

La lista es enorme: el Institut Català de Finances, el tenedor de suelo público Incasol, Ferrocarriles de la Generalitat, la Agencia Catalana del Agua, la Autoridad de Transporte Metropolitano, la Agencia Catalana de Residuos, el Instituto Catalán de Energía, el Puerto de Tarragona, el gestor de informática CTTI, la operadora logística Cimalsa, la constructora Infraestructures.cat, Ports de la Generalitat, Loteries de Catalunya, ATLL, la concesionaria de autopistas Tabasa, Túnel del Cadí o la distribuidora de material médico Logaritme. Y esto solo es una pequeña parte. Hay más de 500 empresas, consorcios públicos y fundaciones que dependen de la Generalitat.

La mayor empresa pública de la Generalitat, el Institut Català de la Salut (ICS), ya ha designado presidenta: Montserrat Figuerola. Pero el ICS ha sido la excepción, por la prontitud y porque Figuerola sí es del PSC y cuenta con un sólido pasado izquierdista. Pero la norma es que la mayoría de los nombramientos están pendientes y el PSC no cuenta con elementos suficientes para cubrir tanta demanda. Para presidir la energética pública, L’Energètica, por ejemplo, suena el consultor Santi Martínez, pero aún no ha sido designado de manera oficial.

La mayor empresa pública de la Generalitat, el Institut Català de la Salut (ICS), ya ha designado presidenta: Montserrat Figuerola

La situación es tal que ERC está haciendo llamamientos para que sus cuadros dejen la Generalitat. Temen las críticas de Junts, que llevan semanas asegurando que hay un pacto secreto entre ERC y el PSC para mantener una parte de estos puestos de confianza. Pero la realidad es que no dejan sus puestos porque la nueva Generalitat de Illa no los cesará hasta que tenga los relevos claros.

Peso en Madrid

Con la llegada de Pedro Sánchez al poder, el PSC empezó a copar cargos y más cargos en Madrid, tanto cuadros de gobierno como en empresas de fuerte vinculación pública. Pero ahora nadie espera que Maurici Lucena deje la presidencia de AENA en caso de recibir la llamada de la suerte, por poner uno de los ejemplos más significativos.

Y no es solo Madrid. El PSC ocupa la alcaldía de Barcelona, la presidencia de la Diputación de Barcelona, Lleida y Tarragona, además de numerosos ayuntamientos del área metropolitana. Y ahora la Generalitat. El socialismo catalán no da para tanto.

Críticas a Illa

Esta situación ya generó un agrio intercambio de críticas entre Illa y el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, en el Parlament cuando el presidente catalán compareció a presentar su nuevo gobierno: "No solo no acaban con ninguno de los doscientos organismos inútiles que ya tenía la Generalitat de Cataluña, sino que añaden unos cuantos: Convenció Nacional, más recursos humanos del PSC; Consorcio de Inversiones, más recursos humanos del PSC; nuevas consellerías, más que nunca; Oficina de elecciones, delegaciones en el exterior como nunca, autoridad aeroportuaria, Foro por la paz, ¡qué bonito!, efectivamente, sobre todo para los que se van a colocar allí, todos del PSC. Les van a faltar afiliados para tanto chollo, señor Illa", le espetó el representante de los populares.

Y añadió Alejandro Fernández que "hay que reconocer que el mensaje es potente. Le trasladan ustedes a la sociedad catalana que, si te afilias al PSC, algo te cae. A corto plazo, es un mensaje potente para generar una red clientelar, pero, a medio plazo, ese tipo de mensaje y de políticas destruyen por dentro cualquier tipo de sociedad, y ha ocurrido siempre".

El PSC va justo de cuadros pero es que nunca había ocupado tantos espacios de poder

Salvador Illa no se anduvo con paños calientes en su respuesta, cuando replicó: "¿Realmente cree que yo hago un gobierno para poder colocar gente del PSC? Quiero decir, ¿ha mirado el Govern que tengo? ¿Ha visto cuánta gente milita en mi partido político? No aprecia cierto esfuerzo... Usted tiene capacidad para hacerlo. Por lo menos un cierto esfuerzo, de hacer un Govern transversal. El PSC no tiene gente suficiente para ocupar todos los puestos de responsabilidad del Govern. Ni su partido, menos aún, ni ningún partido de Catalunya, afortunadamente. Debemos contar con profesionales, con servidores públicos que se puedan desarrollar".

Lo dicho: cientos de profesionales esperan estos días ser llamados a destino en Cataluña. La llamada de la suerte. Y muchos dirán que no porque dejar el sector privado, pura y simplemente, les hará perder dinero.