El aceite es un 11% más barato en origen, pero en el supermercado pagas más que hace un año

Al deambular por los pasillos de cualquier supermercado, se puede constatar que el aceite de oliva es ahora más barato que a comienzos del verano. Sin embargo, su coste todavía está por encima de lo que se pagaba hace un año. Es una situación que contrasta con la que se vive en el campo, donde los agricultores están vendiendo este producto con un descuento del 11% respecto al precio que tenía el año pasado por estas fechas.

Ahora mismo, el litro de aceite virgen extra más económico lo comercializan las propias cadenas de supermercados a través de su marca blanca, con un precio levemente superior a los 8,90 euros. Es cierto que se ha abaratado alrededor de 1 euro desde lo que se pagaba a comienzos de 2024, pero está por encima de los 8,50 que costaba hace justo un año, de acuerdo con el seguimiento de precios realizado por El Confidencial. En cuanto a las marcas de fabricante, hace un año rondaba los 10 euros y en estos momentos se puede encontrar, como mínimo, a 11,50 euros.

También hay que tener en cuenta que esas diferencias respecto al año pasado serían más abultadas de no ser por la supresión del IVA que decretó el Gobierno desde el pasado 1 de julio. Sin esa medida, se agrandaría la brecha con los precios del campo. El aceite de oliva le costaría a los consumidores un 5% más, que era el gravamen que tenía en septiembre de 2023. Es decir, las marcas blancas lo distribuirían a unos 9,35 euros y las de fabricante a unos 12 euros, como mínimo.

Concretamente, los productores están vendiendo el kilo de aceite de oliva virgen extra a 7,21 euros, un 11,87% por debajo de hace un año, según los últimos datos actualizados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Más o menos, es una diferencia de 1,50 euros respecto a las opciones más baratas. O de más de 2 euros si se realiza la comparación sin tener en cuenta la reducción del IVA.

Concretamente, los productores están vendiendo el kilo de aceite de oliva virgen extra a 7,21 euros, un 11,87% por debajo que hace un año

Fuentes del sector explican que lo habitual es que los precios en origen tarden alrededor de dos meses en trasladarse al supermercado, por lo que hasta principios de noviembre no se espera ver ese descuento interanual de doble dígito que se observa ahora en el campo. Aunque, para entonces, el IVA del aceite de oliva comenzará a subir. Lo anunciado por el Gobierno es que se incrementará al 2% a partir del 1 de octubre y que, desde el 1 de enero de 2025, se instalará definitivamente en el 4%, considerándose alimento de primera necesidad.

En cualquier caso, es cierto que las grandes marcas han cumplido sus propias expectativas y ya comenzaron a implementar rebajas antes de septiembre, en previsión de que la próxima cosecha será más abundante. La temporada de recolección comienza a finales de este mes y, tras las copiosas lluvias de la pasada primavera, las expectativas apuntan a una producción más próxima a la media histórica. Desde la patronal ASAJA, las cifras que manejan apuntan a que se recogerán, al menos, 1,3 millones de toneladas, frente a las 845.000 toneladas de este año.

Fuentes del sector explican que lo habitual es que los precios en origen tarden alrededor de dos meses en trasladarse al supermercado

La diferencia entre el precio en origen y el coste final se entiende al explicar que, desde que se recolecta la aceituna hasta que la botella de aceite llega al supermercado, entran en juego diferentes empresas (envasadoras, transportistas, distribuidores) que impactan en la cantidad final. Las marcas blancas tienen menos eslabones en esa cadena de valor y, por lo tanto, son las que pueden ofrecer el precio más barato.

Pero las marcas tradicionales, que se consideran de mayor calidad, no quieren quedarse atrás y, antes de ejecutar una fuerte bajada de precios de forma definitiva, están implementando ofertas y promociones como el 3x2 o el 50% de descuento en la segunda unidad. Es una estrategia que también están siguiendo algunas marcas blancas para tratar de no perder cuota de mercado.

El sector espera así recuperar poco a poco el consumo perdido, que se ha derivado a otros aceites vegetales más económicos. Durante el primer semestre de este año, cuando los precios se movieron en cotas nunca antes vistas, las ventas de aceite de oliva se redujeron en un 15% interanual, hasta los 106,7 millones de litros, según las cifras ofrecidas a Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac).