Los Hidalgo amplían capital en Air Europa para evitar la nacionalización por parte de la SEPI

La familia Hidalgo ha decidido acometer una ampliación de capital en Air Europa para evitar la quiebra después de que International Airlines Group (IAG) renunciara el pasado mes de agosto a adquirirla por las trabas de la Comisión Europea. Con esta operación, los fundadores de la aerolínea balear sacarán a la compañía de la causa de disolución, después de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) rechazara la posibilidad de capitalizarla de nuevo tras las informaciones que relacionan a Javier Hidalgo con Begoña Gómez.

Según han confirmado varias fuentes, el consejo de administración de Globalia ha aprobado llevar a cabo una ampliación de capital en Air Europa de un importe suficiente para restablecer el patrimonio de la aerolínea. La competidora de Iberia cerró 2023 con un déficit de fondos propios de 499,9 millones, que los gestores reducen a 259 al tomar en consideración parte de las ayudas públicas que en octubre de 2020 recibió en forma de préstamo participativo por parte del Estado. En total, 475 millones de euros, de los que 240 millones podían contabilizarse como capital.

Ante el vencimiento el próximo 31 de diciembre de la moratoria aprobada por el Gobierno que exime a las empresas que sufrieron el covid de cumplir con la normativa contable de tener patrimonio positivo, Air Europa propuso hace unos meses a la SEPI que los restantes 235 millones concedidos como un préstamo ordinario fueran transformados en un crédito participativo. Es decir, que pudiera convertirse en capital, lo que prácticamente terminaría de cerrar el agujero de la aerolínea, teniendo en cuenta los resultados previstos para este ejercicio. Hubiera sido una nacionalización encubierta.

Sin embargo, el ente estatal dependiente del Ministerio de Hacienda ha rechazado a última hora esta opción para eludir las potenciales críticas después de que se conociera la contratación por parte de Globalia de Begoña Gómez a través de Wakalua, un hub de innovación del sector turístico que ya dejó de estar operativo tras la pandemia. Una relación que llevará esta semana a Javier Hidalgo a tener que declarar en el juzgado en calidad de testigo por si las reuniones con la mujer del presidente del Gobierno tuvieron alguna influencia en la concesión de los 475 millones de ayudas públicas.

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Agustín Marco

Por todo ello, los Hidalgo han optado por ampliar capital en Air Europa, en una cantidad todavía a determinar, pero que podría rondar los 200 millones de euros. Una cifra que coincide con el importe concedido por Globalia Corporación a su aerolínea en forma de préstamo participativo el pasado año. Con estos 200 millones, más los 240 millones de la SEPI, también de carácter participativo, y la previsión de obtener unos beneficios de unos 150 millones, la compañía de vuelos comerciales restablecería sus fondos propios con holgura.

Adelanto del ICO

De esta forma, los Hidalgo salvarían este match ball que tienen en menos de cuatro meses. Pero sus problemas no acabarían ahí. Porque Air Europa tiene que devolver en noviembre de 2026 los 475 millones prestados por el Estado, amortización que se prevé complicada dado que la sociedad tiene una deuda total de más de 700 millones. Un importe que, no obstante, espera reducir este mes de septiembre con el repago de los 88 millones que aún le adeuda (vencen en 2028) al Instituto de Crédito Oficial (ICO), que en plena pandemia le concedió 141 millones para atender sus gastos ordinarios.

En total, Air Europa recibió 616 millones de euros en ayudas públicas, el mayor importe concedido a una empresa por los efectos del virus respiratorio. Un apoyo estatal que Juan José Hidalgo, presidente del grupo, niega que fuera un rescate porque tuvo que avalar los préstamos con su patrimonio. Además de pagar un tipo de interés cercano al 9% en uno de los dos créditos, el ordinario de 235 millones.

Actualmente, el 80% de las acciones de Air Europa son propiedad de los Hidalgo a través de Globalia Corporación. El 20% restante está en manos de IAG, que pagó 100 millones de euros por adelantado dentro del acuerdo de compra firmado con la familia en 2019 y que acabó en fracaso tras los impedimentos de la Comisión Europea. Ahora, la multinacional dueña de Iberia tendrá que decidir si acude o no a la ampliación de capital de Air Europa, a la que pagaron 125 millones adicionales en forma de penalización por no culminar la fusión. En total, 225 millones.