La banca extiende la guerra comercial a las empresas con la mayor rebaja en dos años
Las entidades han reducido el coste de los nuevos préstamos y aprietan en precio para crecer en clientes y en volúmenes
Los bancos siguen endureciendo la guerra comercial aprovechando la bajada de tipos de interés. La premisa es captar nuevo negocio y crecer en flujos de créditos y depósitos para compensar la reducción del margen de clientes que esperan para los próximos trimestres.
En los últimos meses, ha habido mejoras de las condiciones en los tipos de interés de los depósitos y del nuevo crédito para particulares, especialmente en hipotecas. En junio, además, según los últimos datos del Banco de España, los bancos han extendido esta guerra comercial a las empresas.
El tipo medio de las nuevas operaciones con empresas bajó desde el 4,95% hasta el 4,76%. Una rebaja de 19 puntos básicos que es la mayor caída mensual desde febrero de 2022. Esto da muestras de cómo los bancos están mejorando las condiciones en el activo y en el pasivo.
La rebaja de los tipos de interés en junio por parte del Banco Central Europeo (BCE) y las expectativas de que haya otro recorte en septiembre y nuevos descensos en meses posteriores han hundido el euríbor hasta el borde del 3%. Lejos queda el 4% del año pasado.
La reducción de los tipos de interés de mercado da margen a los bancos para apretar comercialmente en hipotecas y en empresas, algo que están haciendo de forma cada vez más agresiva. En nuevos préstamos hipotecarios hubo una nueva reducción del tipo medio en junio, desde el 3,48% hasta el 3,38%, el más bajo desde enero de 2023.
Los bancos están aprovechando los tipos de interés para mejorar sus ofertas, pero lo que hay de fondo es una incipiente guerra comercial que se espera que se recrudezca en los próximos meses. De hecho, pese a la tendencia a la baja de los tipos, el tipo medio de los nuevos depósitos aumenta mientras hay un trasvase de parte del pasivo desde cuentas corrientes hasta posiciones a plazo.
Esto se produce porque los bancos quieren retener y captar clientes a los que ofrecer crédito y productos fuera de balance, como fondos de inversión. Durante todo el proceso de subidas de tipos del BCE, la banca evitó una guerra por el pasivo y apenas trasladó la evolución del precio del dinero a los depósitos, porque tenía liquidez de sobra y no había apetito por crecer.
En este periodo, la propia repreciación del crédito con el aumento del euríbor, que en año y medio pasó del -0,5% hasta superar el 4%, sirvió para una explosión de márgenes que disparó el beneficio de la banca cotizada hasta niveles récord el año pasado y en la primera mitad de 2024.
Pero el margen de clientes, que es la diferencia media entre la rentabilidad del crédito y el coste del pasivo, ha tocado techo y ya empieza a descender en varias entidades. Los bancos saben que necesitan crecer para mantener un aumento de los ingresos y seguir incrementando su beneficio. Además, también hay una recuperación de la demanda de crédito. Tanto en hipotecas como en empresas, que se explica por el menor coste de los préstamos y por las mejores expectativas macroeconómicas, una vez que se ha disipado el shock de la inflación y mejoran las previsiones de crecimiento.
Así, la banca sigue subiendo el tipo medio de depósitos contratados, a contracorriente de la política monetaria del BCE. En junio se elevó desde el 2,59% hasta el 2,65%, el nivel más alto desde diciembre de 2012, en los últimos coletazos de la guerra por el pasivo que protagonizaron varias entidades en plena reestructuración financiera ante la falta de liquidez que había en el sistema.
Los bancos siguen endureciendo la guerra comercial aprovechando la bajada de tipos de interés. La premisa es captar nuevo negocio y crecer en flujos de créditos y depósitos para compensar la reducción del margen de clientes que esperan para los próximos trimestres.