Las familias realizan la mayor retirada de depósitos de la historia para pagar las vacaciones
Los hogares españoles han priorizado tener un buen verano este año. Las familias han descartado ahorrar tirando de liquidez y con un aumento del crédito al consumo
Este verano ha sido complicado reservar para cenar en chiringuitos o restaurantes de playa, ya sea en el Mediterráneo, en el Atlántico andaluz o en el Norte, que cada vez están más de moda. También los refugios de montaña estaban llenos, e incluso en algunas zonas de ríos y lagos interiores. Y eso a pesar de que los precios siguen subiendo. Pero las familias españolas han decidido que julio y agosto son meses para disfrutar.
Los hogares han utilizado lo que han podido para disfrutar del verano. En algunos casos, han recurrido a la liquidez que tienen en el banco, especialmente tras la paga extra de verano. En otros, han usado crédito al consumo, segmento que registró en junio el mayor aumento para este mes desde 2006, en plena burbuja inmobiliaria.
La disponibilidad financiera de las familias para las vacaciones o compras en verano ha sido mayor que nunca. Los hogares españoles realizaron en julio la mayor retirada mensual de depósitos de la historia, con un descenso en el ahorro en cuentas corrientes o depósitos a plazo de 13.851 millones de euros.
La evolución de la liquidez de las familias en cuentas corrientes y depósitos a plazo está marcada por las pagas extraordinarias que reciben muchos trabajadores en diciembre y en junio. Así, al final del año y del primer semestre, siempre hay un incremento del ahorro depositado en la banca, seguido de una reducción en el mes siguiente.
Este verano se han batido varios récords. En junio hubo el mayor incremento mensual de depósitos de la historia
Este verano se han batido varios récords. Por una parte, en junio hubo el mayor incremento mensual de depósitos de la historia, según las estadísticas del Banco de España, hasta los 1,0312 billones (millones de millones). El aumento se explica porque cada vez hay más trabajadores asalariados y muchos sueldos se han revalorizado en los dos últimos años, tanto por la actualización de convenios como por la inflación salarial en empleos más difíciles de sustituir.
Así, a mayor volumen de pagas extra, más dinero depositado en el banco, al menos de forma momentánea. La tendencia es que los aumentos en diciembre y en junio tienden a ser cada vez mayores. Después, siempre hay una retirada parcial, ya sea para afrontar la cuesta de enero o para las vacaciones de verano. Sin embargo, se mantiene un remanente de ahorro que, en los meses siguientes, acaba evaporándose o consolidándose como un aumento de la liquidez en la banca.
Algunos factores que influyen en esto son el apetito por el consumo y la inflación, las expectativas económicas, y la remuneración o falta de ella en los depósitos. En 2022 y 2023, por ejemplo, las familias tiraron de ahorro para mantener su consumo, invertir en fondos conservadores con mayor rentabilidad o amortizar hipotecas.
En esta ocasión, la principal motivación ha sido el verano. Los hogares han decidido pasar el mejor verano posible a pesar del incremento acumulado de precios en la hostelería o en los billetes de avión. Ya en el primer trimestre, que incluyó la Semana Santa, hubo un aumento del 26% en los viajes fuera de España por parte de los españoles, según los últimos datos del INE. Todo parece indicar que esta dinámica se ha mantenido en verano.
También han aumentado los viajes dentro del territorio nacional, tendencia que se observa desde 2022. Precisamente, es una de las razones que explican que el fenómeno de la masificación turística y la preocupación en las zonas locales se hayan agrandado en las áreas tradicionales de turismo, como la costa mediterránea o las islas, y se hayan expandido al Norte de España, donde todo parece estar lleno. Las zonas costeras de Galicia, Asturias, Cantabria o País Vasco se llenan, principalmente, por el empuje del turismo español, así como las zonas de montaña de Picos de Europa o Pirineos.
Las familias han contado con una capacidad extra de gasto en julio de 13.851 millones que han sacado de sus cuentas corrientes tras el pago doble de la nómina de junio. Pero esto no ha sido suficiente para muchos hogares, que han recurrido al crédito para asegurarse las vacaciones que querían.
Así, además de usar la liquidez en el banco, los hogares han solicitado financiación. Es habitual que el stock de crédito al consumo aumente en junio, a las puertas del verano, pero no tanto. Esta vez, el repunte fue de 2.063 millones, hasta los 44.869 millones, el mayor incremento desde 2006, en plena burbuja inmobiliaria y de deuda.
Este verano ha sido complicado reservar para cenar en chiringuitos o restaurantes de playa, ya sea en el Mediterráneo, en el Atlántico andaluz o en el Norte, que cada vez están más de moda. También los refugios de montaña estaban llenos, e incluso en algunas zonas de ríos y lagos interiores. Y eso a pesar de que los precios siguen subiendo. Pero las familias españolas han decidido que julio y agosto son meses para disfrutar.