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Ganz-MaVag esgrime el OK de los bancos de Talgo para validar la ausencia de vínculos rusos
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DOCUMENTO CON FECHA DEL 24 DE JULIO

Ganz-MaVag esgrime el OK de los bancos de Talgo para validar la ausencia de vínculos rusos

Ganz-MaVag Europe envió un documento al Ministerio de Economía en el que defendía el origen exclusivamente europeo de los fondos de la opa y el carácter no estratégico del fabricante de trenes

Foto: Carta del consorcio húngaro al Ministerio de Economía el pasado 24 de julio. (EC Diseño)
Carta del consorcio húngaro al Ministerio de Economía el pasado 24 de julio. (EC Diseño)
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El consorcio público privado húngaro Ganz-MaVag, vetado por el Gobierno para comprar Talgo por cuestiones de seguridad nacional, envió una carta al Ministerio de Economía el pasado 24 de julio en la que trataba de rebatir dos de los pilares en los que se pasan las reticencias del Ejecutivo: que no hay fondos ni vínculos rusos en la operación y que el fabricante de trenes español no es un activo estratégico.

Entre otras cosas, el grupo húngaro (55% de la compañía industrial Magiar Vagon y 45% de un fondo público) esgrime que para lanzar su opa de 620 millones de euros por Talgo tuvo que superar un análisis exhaustivo de los bancos acreedores de la empresa, lo que descartaría la existencia de vínculos rusos, y niega —usando argumentos de Talgo— que la sociedad sea estratégica.

El hecho de que Magiar Vagon tuviese un accionista ruso en el pasado (Transmashholding) —que salió de la compañía tras la invasión de Ucrania— y la buena relación de Viktor Orbán, primer ministro húngaro, con Vladímir Putin, presidente de la Federación Rusa, ha enturbiado el mensaje de que esto es una operación puramente empresarial.

De hecho, la Junta de Inversiones Extranjeras (Jinvex) recibió un informe del Centro Nacional de Inteligencia que alertaba de “riesgos insalvables para la seguridad nacional y el orden público”.

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Carta del consorcio húngaro al Ministerio de Economía el pasado 24 de julio. (EC Diseño)

Sin embargo, la oposición del Gobierno fue frontal desde que la operación tomó cuerpo en febrero del año pasado. El ministro de Transporte, Óscar Puente, llegó a decir que haría todo lo posible para impedirla y ha buscado activamente alternativas, como la del fabricante de automóviles checo, Skoda. Los principales accionistas y el consejo de Talgo estaban a favor de la oferta húngara. Y así se lo comunicaron al Gobierno.

El OK de la banca

El documento de 10 páginas que Ganz-MaVag envió a la Subdirección General de Inversiones Exteriores de la Dirección General de Comercio Internacional e Inversiones elabora con detalle su argumentario.

“El Inversor ha completado un proceso exhaustivo con todas las entidades financieras con exposición crediticia a la Sociedad, incluyendo sus procesos internos de revisión, conocimiento y evaluación de clientes (KYC)”, afirma el consorcio, en referencia al acrónimo inglés Know Your Customer (Conoce a Tu Cliente).

“Un aspecto fundamental ha sido la determinación del origen exclusivamente en la Unión Europea de los fondos del Oferente y no exposición a Rusia”, continúa el documento.

Foto: Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV. (EFE/Pedro Puente)

Los bancos de Talgo, entre los que se encuentran Banco Santander, BBVA, Banco Sabadell y el Banco Europeo de Inversiones, tuvieron que analizar si ejercían la llamada cláusula de cambio de control. Fuentes financieras aseguran que esta cláusula permite que los acreedores de una compañía veten una adquisición si esta pone en riesgo su posición financiera o, en este caso, si se hubieran detectado elementos claros de conexión con entidades rusas.

En su misiva al organismo dependiente del Ministerio de Economía, Ganz-MaVag asegura que “ha proporcionado una información similar, respecto al origen europeo de los fondos y últimos beneficiarios (UBOs), tanto a la CNMV en el proceso de revisión de la OPA, como a la DGCII” y que “la inexistencia de accionistas e inversores rusos, no presentes directa o indirectamente en el capital del Inversor o sus fuentes de financiación, se ha comprobado y así hecho saber a la DGCII”.

“Todos los accionistas y UBOs del Inversor pertenecen a la Unión Europea y, por lo tanto, se benefician de la libre circulación de capitales y establecimiento en todos los Estados miembros”, concluye.

Talgo, no estratégica

Otro de los puntos que desarrolla Ganz-MaVag en su misiva es el carácter no estratégico de Talgo. Y lo basa en información proporcionada por el fabricante español de trenes, que la excluye de cualquier listado oficial que pueda otorgarle la calificación de estratégica y que minimiza la importancia relativa de las patentes a su disposición.

En ella, el consorcio húngaro afirma que Talgo ha confirmado que “no dispone de Habilitación de Seguridad otorgada por ninguna Autoridad Española (incluyendo de la Oficina Nacional de Seguridad) para acceder a información restringida”, ni “está inscrita en el Registro Especial de Operadores de Comercio Exterior”.

Sobre las patentes, afirma que Talgo “considera que ninguna puede afectar en caso alguno al orden o seguridad públicos de España” y que “existen patentes de terceros que desempeñan las mismas funciones”.

Foto: El ministro de Transportes, Óscar Puente. (EFE/Salvador Sas)

En el caso concreto de la tecnología que permite a los trenes circular por dos anchos de vía distintos apunta que “Talgo ha confirmado que su tecnología de cambio de ancho de vía no es exclusiva de sus trenes, ya que existen otros fabricantes con soluciones alternativas en funcionamiento para este propósito”.

Talgo patentó inicialmente esta tecnología en 1966 y sus derechos de exclusividad terminaron en 1987, cuando se volvió de dominio público. Esto quiere decir que cualquier fabricante puede replicar esta solución libremente.

El consorcio público privado húngaro Ganz-MaVag, vetado por el Gobierno para comprar Talgo por cuestiones de seguridad nacional, envió una carta al Ministerio de Economía el pasado 24 de julio en la que trataba de rebatir dos de los pilares en los que se pasan las reticencias del Ejecutivo: que no hay fondos ni vínculos rusos en la operación y que el fabricante de trenes español no es un activo estratégico.

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