Reunión secreta de Moncloa con La Caixa y Escribano para tratar de hacerse con el control de Talgo
Fuentes próximas al encuentro aseguran que el Gobierno de España citó a representantes del 'holding' catalán y del grupo industrial para montar un consorcio por el fabricante de trenes
El Gobierno de Pedro Sánchez sigue empeñado en evitar que Talgo acabe en manos de Ganz-Mavag, el consorcio húngaro que el pasado mes de marzo lanzó una Oferta Pública de Adquisición (OPA) sobre el fabricante español de ferrocarriles. Por ello, además de retrasar todo lo que puede su autorización sin más razones aparentes que las ideológicas, varios ministros se reunieron semanas atrás en secreto con representantes de CriteriaCaixa y de Escribano Mechanical Engineering para buscar una última solución nacional antes de que expire el plazo para pronunciarse formalmente.
Según han confirmado fuentes de los asistentes, los responsables de los ministerios implicados en la operación, como el de Transporte, el de Industria y el de Economía citaron a altos cargos de CriteriaCaixa y de Escribano Mechanical Engineering para estructurar una operación que pudiera competir con la de Ganz-Mavag. En esos momentos, la opción del Gobierno era impulsar una oferta por parte de Skoda Transportation, el grupo checo con quien distintos representantes del Ejecutivo de Pedro Sánchez se han visto anteriormente, tanto en Madrid como en Praga.
Por parte de CriteriaCaixa acudió Felipe Matías, director de inversiones del holding financiero de 'la Caixa', que este año ha protagonizado las mayores operaciones corporativas del Ibex 35. Matías, un ejecutivo con doce años en la sociedad de cartera, es responsable de analizar y ejecutar las operaciones en los sectores industrial, de salud e inmobiliario. El ejecutivo del grupo catalán estuvo acompañado por Javier Escribano, uno de los dos hermanos dueños de la compañía de defensa del mismo nombre, que acudió a la cita con María Pellicer, su directora financiera.
Pero, la reunión no tuvo el resultado esperado por el Gobierno. Tanto CriteriaCaixa como Escribano pusieron encima de la mesa los problemas de la iniciativa de Moncloa, que incluso llegó a plantear la compra de una participación minoritaria de Talgo en manos de Pegaso Transportation, dueño del 41,5% del capital del fabricante español de trenes.
Sin embargo, esta fórmula fue rechazada también por los dos potenciales socios del Gobierno ante las dudas de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) concluyera que se trataba de una operación concertada, lo que obligaría a ambos a lanzar una OPA por la totalidad del capital. Una operación en la que estaría implicada la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), socia de Escribano (8%) en el capital de Indra y de CriteriaCaixa (10%) en el accionariado de Telefónica.
Pegaso Transportation agrupa al fondo de capital riesgo Trilantic; a Torreal, el 'private equity' de Juan Abelló; y a la familia Oriol, los cuales se hicieron con Talgo en 2006. Según otras fuentes, responsables de varios ministerios también se reunieron aparte con Javier Bañón, director de Trilantic, del que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) es uno de sus inversores o 'limited partners', y con Miguel Abelló, el sucesor de la saga encargado de gestionar el 'family office', en busca de una solución pactada que tampoco se ha encontrado.
La Comisión Europea, clave
Fuentes financieras aseguran que Pegaso no está dispuesto a negociar con ningún potencial comprador, salvo que presente una oferta por Talgo que sea competidora de la de Ganz-Mavag. El grupo húngaro está dispuesto a pagar 5 euros por cada acción de la compañía madrileña, lo que la valora en 619 millones de euros. La propuesta de Skoda era tan solo una integración industrial, sin contraprestación para los inversores, por lo que el pasado martes fue rechazada por el consejo de administración.
Desde el entorno de CriteriaCaixa, que ha declinado oficialmente hacer ningún comentario sobre esta información, aseguran que, a día de hoy, no se dan las circunstancias para formar parte de ningún consorcio bendecido por Moncloa para tomar Talgo. Especialmente porque su participación, en cualquier caso, sería minoritaria. Fuentes próximas a la operación agregan que todas las opciones industriales que han sido sondeadas en Europa han rechazado entrar en la compañía española.
El Gobierno ha pedido nueva información a Ganz-Mavag para disponer de otros tres meses adicionales para tomar una decisión definitiva. Un plazo que expira a finales de octubre. Mientras tanto, el inversor magiar se ha dirigido a la Comisión Europea para que tome nota de la posición del Ejecutivo de Pedro Sánchez, que, a su criterio, está yendo contra la normativa europea de operaciones transnacionales.
El Gobierno de Pedro Sánchez sigue empeñado en evitar que Talgo acabe en manos de Ganz-Mavag, el consorcio húngaro que el pasado mes de marzo lanzó una Oferta Pública de Adquisición (OPA) sobre el fabricante español de ferrocarriles. Por ello, además de retrasar todo lo que puede su autorización sin más razones aparentes que las ideológicas, varios ministros se reunieron semanas atrás en secreto con representantes de CriteriaCaixa y de Escribano Mechanical Engineering para buscar una última solución nacional antes de que expire el plazo para pronunciarse formalmente.