Codere acuerda una quita histórica de 1.600 millones para mantenerse a flote
Los fondos liderados por Davidson Kemper, dueño de Siro, dan por perdida toda la deuda prestada a la compañía, de la que son, a su vez, sus mayores accionistas
Codere, la compañía de bingos, casinos y máquinas tragaperras, se salva por fin, después de numerosos intentos fallidos y más de 3.000 millones de pérdidas. Los accionistas y los acreedores del grupo fundado por la familia Martínez Sampedro han acordado una quita de prácticamente el 100% de la deuda que arrastraba la multinacional del juego, que adeuda 1.000 millones de euros, más otros 600 en intereses. Esta vez, los dueños y acreedores confían en que sea la última reestructuración, al dejar la deuda cerca de cero.
Según han confirmado varias fuentes próximas a la operación, Davidson Kemper (propietario del grupo galletero Siro), Jupiter, Prudential Pacific, Invesco y Palmerstone, los fondos dueños de Codere y, a su vez, los máximos financiadores, han pactado con los minoritarios perdonar casi todo el pasivo, además de dar por perdidos los 220 millones de euros que inyectaron en la última reestructuración.
Estos cinco hedge funds han acordado aportar otros 70 millones adicionales para que Codere pueda afrontar el pago de una sanción fiscal en México de 60 millones. Esta inyección se suma a una reciente de 50 millones, con lo que hay 120 millones de dinero nuevo. De esta forma, la sociedad dispondrá de liquidez para afrontar sus obligaciones ordinarias sin ningún sobresalto más. Las negociaciones han sido coordinadas por Houlihan Lokey como asesor financiero y A&O Shearman como representante legal, por parte de la compañía, y por PJT Partners y a Milbank desde el lado de los acreedores. Asimismo, han nombrado a Lexaudit como experto en reestructuraciones para formalizar la operación.
La operación se firmará en breve, ya que las partes, al ser prácticamente las mismas, con la salvedad de que entre los deudores también se encuentran Credit Suisse, Pictec y BlackRock, tienen consenso para ello. No obstante, han decidido formalizar la reestructuración homologando un plan que quieren presentar en las próximas semanas en el Juzgado número 6 de lo Mercantil de Madrid.
La quita pasa por el 100% en una emisión de bonos júnior, y de capitalización de deuda en acciones en otra emisión sénior, con lo que el mapa de acreedores y accionistas se mantiene, solo que sin casi deuda. Aunque los accionistas y los acreedores principales tienen atada la operación, están tratando de terminar de convencer a todos los afectados para evitar el riesgo de impugnaciones ante la Audiencia Provincial de Madrid, como se han visto en otras reestructuraciones. La firma de la reestructuración de Codere supondrá una de las operaciones más grandes en el nuevo marco concursal, aprobado en 2022.
Pérdidas acumuladas
Con esta transacción, Codere pondrá punto y final a una crisis de 10 años por incumplimiento continuado de los pagos de la deuda y que ha supuesto pérdidas de más de 3.000 millones para todos sus propietarios. Además, los actuales dueños confían en que al estar libre de cargas financieras haya un impulso al negocio, que en ocasiones se veía penalizado por ello.
Los primeros que pierden con Codere son los Martínez Sampedro, fundadores de Codere, que en 2015 tuvieron que aceptar que su participación pasara del 70% al 18%, después de que los deudores dieran por buena una quita de casi 500 millones para que la compañía pudiera continuar en funcionamiento. El 82% del capital pasó a una serie de fondos oportunistas liderados por Silver Point, que aceptaron canjear buena parte de la deuda por acciones.
La guerra con los Martínez Sampedro se agudizó. Hasta el punto de que en 2018, la familia fue expulsada del órgano de gobierno de Codere
Fue un pacto fallido, porque la guerra con los Martínez Sampedro, que mantuvieron cuatro puestos en el consejo, se agudizó. Hasta el punto de que en 2018, la familia fue expulsada del órgano de gobierno de Codere. Una destitución que dio lugar a una batalla judicial, con querellas incluidas por parte de los fundadores, denuncias ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y una campaña en medios para atacar la reputación de los hedge funds.
La aparición del covid fue otro golpe mortal para el grupo, patrocinador habitual del Real Madrid. El cierre de sus salas de juego y amenazas de embargo en México y Uruguay pusieron a la empresa al borde del concurso de acreedores. Lo evitó con la aportación de otros 200 millones por parte de Prudential, Invesco, Jupiter, Dryden, BlackRock y BNY Mellon. Además de esa ampliación de capital, los acreedores aceptaron canjear deuda por 350 millones,
La guerra sin fin de los fundadores
La operación, que supuso la segregación de la división de juegos online, la cual empezó a cotizar en el Nasdaq, se firmó en 2021. Silver Lake, que se había quedado con las acciones de los Sampedro, también lo perdió todo. Pero, problemas de gestión vinculados a presuntos fraudes en México y Argentina llevaron otra vez al grupo al borde del abismo. EY, el auditor, puso salvedades al informe anual, mientras que PWC y Deloitte renunciaron a trabajar para la sociedad.
En 2023, el nuevo equipo directivo (Codere ha tenido tres consejeros delegados en los últimos años) intentó acudir al mercado para levantar 150 millones. Pero no fue capaz de conseguir esa liquidez. Por ello, Davidson Kemper, Jupiter, Prudential Pacific, invesco y Palmerstone han optado por hacer la apuesta más grande y dar por perdido el grueso de los 1.600 millones que tenían pendientes de cobro.
Una quita histórica que soluciona de una vez por todas los problemas financieros, pero no los legales. Los Martínez-Sampedro han vuelto a pedir la impugnación del acuerdo de reestructuración de 2021, según fuentes próximas al caso. Una nueva piedra en el camino, pese a que la familia ha perdido hasta la fecha todas las querellas y demandas interpuestas contra los gestores.
Codere, la compañía de bingos, casinos y máquinas tragaperras, se salva por fin, después de numerosos intentos fallidos y más de 3.000 millones de pérdidas. Los accionistas y los acreedores del grupo fundado por la familia Martínez Sampedro han acordado una quita de prácticamente el 100% de la deuda que arrastraba la multinacional del juego, que adeuda 1.000 millones de euros, más otros 600 en intereses. Esta vez, los dueños y acreedores confían en que sea la última reestructuración, al dejar la deuda cerca de cero.