Han pasado 30 años desde que Securitas Direct inició su andadura en una pequeña oficina de Madrid en la que ideó la primera alarma doméstica. En 1993 la protección de los hogares era un lujo: los equipos resultaban muy costosos, complejos y difíciles de instalar. El cambio consistió en adaptarlos a todo tipo de viviendas, “aplicando la innovación tecnológica a un precio asequible para democratizar la protección del hogar”, tal y como relatan desde la compañía. Para ello incorporaron cámaras, sensores, detectores perimetrales y transmisores que han recortado el tiempo de respuesta a menos de 20 segundos ante cualquier incidencia o intrusión. En pocas palabras, la seguridad es otra cosa desde que la tecnología nos ayuda a fortalecerla y está al alcance de todos.
Detrás de estos hitos tecnológicos hay, sobre todo, dos millones de clientes -seis millones de personas- que han ganado en tranquilidad en sus casas; pero también un equipo de 10.000 profesionales, innovación y colaboración público-privada. En la compañía, que forma parte de Verisure, conviven más de 40 nacionalidades y el 44% de la plantilla está formada por mujeres. Cuenta, además, con uno de los mayores centros de I+D especializado en seguridad, con sede en Madrid, Malmö y Ginebra, con más de 600 ingenieros y 297 millones de euros invertidos en el último lustro para implementar alarmas de última generación.