MásMóvil cubre riesgo por 1.500 millones ante el duro golpe de los tipos de interés
La operadora de telecomunicaciones, una de las más endeudas del sector, contrata derivados financieros para mitigar el impacto de la subida imparable del precio del dinero por el BCE
Mientras aguarda la decisión de la Comisión Europea para saber si aprobará con unas condiciones asumibles su fusión con Orange, MásMóvil está sufriendo el histórico encarecimiento del precio del dinero en el Viejo Continente. Con una deuda total de más de 6.000 millones de euros, la compañía dirigida por Meinrad Spenger ha tenido que contratar derivados de cobertura por 1.500 millones, la mitad del importe de los préstamos que tiene a tipo variable.
Según documentos oficiales, MásMóvil reconoce que "un incremento de los tipos de interés de 100 puntos básicos (pb), manteniendo el resto de variables constantes, tendría un impacto en el beneficio neto de 34,68 millones de euros, principalmente por el aumento de los costos de endeudamiento en préstamos de tasa variable, frente a los 26,45 millones que le hubiera costado en 2021, cuando el precio del dinero estaba al 0% o en negativo".
Tras el aumento aprobado el pasado jueves por el organismo que dirige Christine Lagarde, el BCE ha situado los tipos de interés en el 4,25%, su nivel más alto en los últimos 15 años, por lo que el precio del dinero se ha encarecido 425 puntos básicos en apenas 12 meses. Si se hace una correlación sobre el impacto que tenía en MásMóvil un incremento del 1%, el golpe a la parte baja de la cuenta de resultados con el nuevo techo rondaría los 140 millones de euros.
La cifra supondría un tercio del beneficio obtenido por la operadora de telecomunicaciones en 2022, cuando ganó 444 millones por ingresos extraordinarios derivados de la venta parcial de la red de fibra de Euskaltel. Y un 75% respecto a los 189 millones que obtuvo en 2021, sin factores corporativos. Por ello, Spenger decidió ya a finales de 2022 tomar medidas para proteger la compañía del golpe del encarecimiento de la financiación bancaria, dado que MásMóvil arrastra una deuda de más de 6.550 millones.
De esta cantidad, cerca del 40% es a tipo fijo, con bonos por valor de 2.800 millones, por lo que es inmune actualmente a la volatilidad del precio del dinero. Pero los restantes 3.750 millones son a un tipo variable que va desde el euríbor más un diferencial del 3,25% para una línea de circulante de 250 millones, al euríbor + 4,25% que paga por un crédito sindicado por 2.000 millones. Otros 800 millones los costea a euríbor + 3,75%, y otro crédito revolving por 500 millones, al 3,5% más el indicador de referencia.
Por tanto, MásMóvil abona entre el 6,75% y el 8,5% por sus distintas líneas de financiación, un coste que se comería gran parte del margen de beneficio si no fuera porque Spenger atacó el problema desde finales del pasado año. Este año, ha firmado otro derivado de cobertura por 500 millones adicionales para mitigar el golpe de los tipos de interés.
Fuentes oficiales del grupo, controlado por los fondos de capital riesgo Providence, CVC y KKR desde junio de 2020 tras la opa lanzada por 5.000 millones, aseguran: "Estamos en una posición muy cómoda y prudente, ya que, entre la deuda que tenemos a tipo fijo y las coberturas de tipo de interés que tenemos, el 75% de nuestra deuda está cubierto, no estando expuesta a la volatilidad ni a los incrementos de tipos".
Fuentes oficiales de la compañía agregan que, al no tener vencimientos relevantes hasta 2027, MásMóvil no tiene ninguna exigencia de amortización a corto plazo, por lo que no tiene salida de caja en los próximos meses. La operadora defiende su solvencia tras la revisión positiva del rating llevada a cabo por Moody´s y S&P, para añadir que "hacemos un seguimiento continuado y activo del mercado, evaluando la oportunidad y conveniencia de incrementar los niveles de cobertura".
Mientras aguarda la decisión de la Comisión Europea para saber si aprobará con unas condiciones asumibles su fusión con Orange, MásMóvil está sufriendo el histórico encarecimiento del precio del dinero en el Viejo Continente. Con una deuda total de más de 6.000 millones de euros, la compañía dirigida por Meinrad Spenger ha tenido que contratar derivados de cobertura por 1.500 millones, la mitad del importe de los préstamos que tiene a tipo variable.