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Adif ya contempla que la legislación futura penalice al avión y al coche en viajes cortos
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En plena ofensiva a vuelos de corto radio

Adif ya contempla que la legislación futura penalice al avión y al coche en viajes cortos

Incluye entre las hipótesis a considerar para estimar los viajeros en los próximos años "el posible impacto de las medidas de restricción y/o penalización al automóvil o al transporte aéreo"

Foto: Viajeros en el aeropuerto de Barajas, en Madrid. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Viajeros en el aeropuerto de Barajas, en Madrid. (EFE/Rodrigo Jiménez)
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Adif ya está considerando en sus trabajos y análisis internos "el impacto de las medidas de restricción y/o penalización al automóvil o al transporte aéreo", dos medios competidores del ferrocarril. Así consta en reciente documentación oficial de la empresa pública encargada de gestionar las vías férreas en España. La firma está buscando consultoría y asistencia técnica para actualizar los flujos de movilidad de viajeros en el corredor que une Madrid con País Vasco y Navarra, que actualmente se realizan mayoritariamente o en coche o en avión.

En dicho análisis, Adif exige introducir la variable de las restricciones y penalizaciones al avión y al coche para que, en función de las mismas, se puedan elaborar distintas previsiones. Además, considera importante tener en cuenta los posibles escenarios de liberalización ferroviaria en dicho corredor, que permitirían la competencia con Renfe. La francesa Ouigo ya ha mostrado interés por entrar a operar las líneas hacia el norte. Al margen de lo anterior, los análisis ya introducen otras variables como el coche compartido (BlaBlaCar, etc.). Esta movilidad más pionera también puede ser un factor a tener en cuenta, dada la competencia creciente que supone para el ferrocarril.

Con todo ello, y otras variables habituales como las previsiones de crecimiento económico, etc., la compañía presidida por María Luisa Domínguez trata de anticipar la demanda de viajeros de tren para el futuro próximo, un ejercicio que demanda habitualmente Bruselas, que pide prospecciones a 30 años para evaluar las infraestructuras que sufraga.

placeholder Detalle de las vías de la estación de ferrocarril de Talavera de la Reina. (EFE/Manu Reino)
Detalle de las vías de la estación de ferrocarril de Talavera de la Reina. (EFE/Manu Reino)

Fuentes de Adif señalan que "los estudios de demanda incluyen siempre el análisis a futuro sobre la competencia de otros medios de transporte frente al ferrocarril, porque proyectan tráficos hasta 30 años, como marca la normativa europea. En este sentido, este tipo de análisis se incluye históricamente en los pliegos de consultoría y asistencia para la realización de estudios de demanda de mercado y rentabilidad".

No obstante lo anterior, esta es la primera vez que Adif cita literalmente "restricciones y o penalizaciones" para el transporte aéreo en el encargo de un estudio de demanda futura. Y es que la variable de las restricciones al transporte aéreo y al coche privado cobra especial relevancia para las estimaciones de tráfico de viajeros de tren en el momento actual, en que la lucha contra el cambio climático ocupa un lugar destacado de la agenda política mundial (muy especialmente en Europa). Se están dando cada vez más ejemplos de medidas para favorecer el tren frente a otros medios, por el menor impacto ambiental que genera.

Prueba de lo anterior es Francia. El país galo ha prohibido los vuelos cortos cuando exista una alternativa de tren, para reducir la contaminación. España no ha ido tan lejos. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, descartó en febrero la prohibición de los vuelos cortos, posición defendida desde Unidas Podemos. Sin embargo, en el ejercicio de prospectiva España 2050, que presentó la Moncloa en 2021, se pedía "mejorar la red ferroviaria tanto para mercancías como para personas" y a la par "disminuir el impacto medioambiental del transporte aéreo mediante la introducción de la tasa de viajero frecuente o el establecimiento de impuestos sobre los billetes de avión según la cercanía del destino".

Foto: Francia prohíbe los vuelos de corta distancia para reducir la contaminación (iStock)

La Moncloa también recomendaba ya hace dos años "prohibir los vuelos en aquellos trayectos que puedan realizarse en tren en menos de 2,5 horas", como ha hecho ahora Francia. Meses después, el propio Gobierno, a través de Ineco, pidió un estudio para sustituir vuelos cortos por otros medios de transporte menos contaminantes.

Todas estas políticas para desincentivar el avión han encontrado un fuerte rechazo de las aerolíneas. Esta misma semana, un informe elaborado por PwC para Iberia, principal aerolínea española, asegura que se necesitaría llevar 10 trenes a la hora a Barajas para asegurar así la operatividad y la conectividad de los vuelos, algo que a día de hoy no parece viable. Además, asegura que tomar una medida de prohibición de vuelos cortos con alternativa de tren como la de Francia pondría en peligro 1.852 puestos de trabajo por cada millón de pasajeros y tendría un impacto de 102 millones de euros para el PIB. Su apuesta de futuro está en los combustibles sostenibles, que les permitirían eliminar la desventaja de las mayores emisiones que el tren.

Foto: La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. (EFE)

Sea como fuere, el informe reconoce que el mayor uso del tren redujo a la mitad los vuelos de corto radio entre 2007 y 2019. La CNMC detalla que la entrada de la competencia a Renfe, con Oigo (SNFC) e Iryo (ILSA+Trenitalia), que ya operan las líneas de Madrid a Barcelona, Valencia, Alicante, Sevilla y Málaga, ha contribuido definitivamente a que los viajeros prefieran decantarse por el tren para viajes cortos.

También el escenario está llevando a que aumenten las trabas para el coche privado, otro factor que podría beneficiar al tren, de ahí que Adif también pida que se tenga en cuenta esta variable. Máxime si finalmente el Gobierno cumple con la promesa que hizo a Bruselas de establecer un pago por uso (peaje) de las carreteras del Estado, lo que sería un desincentivo a usar el vehículo particular frente a otros medios de transporte. Otra reforma comprometida es la fiscal, que podría llevar a más impuestos a los hidrocarburos, fundamentalmente al diésel, de nuevo una barrera al uso del coche personal.

Adif ya está considerando en sus trabajos y análisis internos "el impacto de las medidas de restricción y/o penalización al automóvil o al transporte aéreo", dos medios competidores del ferrocarril. Así consta en reciente documentación oficial de la empresa pública encargada de gestionar las vías férreas en España. La firma está buscando consultoría y asistencia técnica para actualizar los flujos de movilidad de viajeros en el corredor que une Madrid con País Vasco y Navarra, que actualmente se realizan mayoritariamente o en coche o en avión.

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