Verti y la filial de bienestar y salud de Axa reequilibran patrimonio tras años de pérdidas

Cara y cruz para las aseguradoras el curso pasado. El beneficio neto del sector subió un 9% en 2022, hasta los 5.526 millones de euros, según las estadísticas de ICEA. Una lectura que sería motivo de celebración, pero que llama a la cautela porque está sustentada en el ramo de vida. Así, el resultado técnico de no vida arroja un balance negativo, sobre todo en automóviles (-42,7%) y salud (-14,3%), acusando la guerra de precios, el repunte de la inflación y, sobre todo, el incremento de la siniestralidad.

Un cóctel que ha agudizado la delicada situación que atraviesan algunas firmas que, año tras año, no logran alcanzar ese break even o umbral de rentabilidad tan deseado. Una de ellas es Mapfre con Verti, su filial digital que ofrece seguros online de auto, hogar y moto. Tanto, que ha tenido que reducir su capital en 36,15 millones de euros con la finalidad de compensar parcialmente las pérdidas acumuladas para restablecer su equilibrio patrimonial, disminuido como consecuencia de las fuertes pérdidas.

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EP

Desde Verti, señalan a El Confidencial sobre esta operación que "se hace para cumplir con los requerimientos de la Ley de Sociedades de Capital, que exige un equilibrio entre el patrimonio neto y el capital de las compañías. No obstante, no afecta a la gestión y el patrimonio sigue siendo el mismo, por lo que se busca recuperar el equilibrio entre capital y patrimonio neto".

De hecho, Mapfre ganó 642 millones de euros en 2022, un 16,1% menos, pese a que sus ingresos se incrementaron un 8,3%, hasta los 29.510 millones de euros. Así, la compañía presidida por Antonio Huertas destacó que la alta diversificación del negocio les permitió afrontar con un resultado "sostenible" los efectos más negativos del ejercicio: las altas tasas de inflación en la mayoría de los mercados; el incremento de la siniestralidad del negocio de automóviles, y los siniestros catastróficos. Misma tónica que en el primer trimestre, aunque en este caso por el terremoto de Turquía.

Misma situación en AXA... pero en salud

Esta tónica de Mapfre ha sido también a la que se ha enfrentado AXA, pero en otro ramo como es el de salud, el segundo más perjudicado el curso pasado. Su filial AXA People Protector Services es la encargada de desarrollar los activos digitales de salud y prevención a nivel mundial del grupo francés, bajo la marca AXA Health Keeper, que ha ideado una aplicación móvil para monitorizar la actividad física de sus usuarios, lo que les permite acceder a servicios de salud y bienestar que brinda la aseguradora a precios especiales.

Un negocio que, de momento, no logra ser rentable. Así, el grupo, "con la finalidad de restablecer el equilibrio entre el capital y el patrimonio neto disminuido como consecuencia de pérdidas, ha acordado reducir el capital social en la cuantía de 5,17 millones de euros", dejando el capital social actual de 11,55 millones en 6,37 millones. Todo ello, debido a que desde su constitución, en 2011, no ha logrado arrojar números verdes.

Esta mala marcha de esta filial también se ha vivido en AXA España el pasado curso. El beneficio neto del grupo se situó en 148 millones, lo que supone un descenso del 7,5%, impactado principalmente por la evolución negativa del mercado financiero, la incertidumbre internacional y las tensiones inflacionistas. De hecho, la aseguradora pagó más de 1.000 millones de euros en siniestros y fue salud el ramo que más creció en volumen de primas, con un avance del 6,4%.