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BBVA usó a un policía en activo para espiar a El Confidencial en pleno rescate de Bankia
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BBVA usó a un policía en activo para espiar a El Confidencial en pleno rescate de Bankia

Un correo hasta ahora ‘desconocido’ revela que García Castaño, entonces policía en activo, envió un informe al banco con el tráfico de llamadas del medio de más de una semana

Foto: 'E-mail' del 14 de mayo de 2012, enviado por el comisario Enrique García Castaño, uno de los compinches del comisario Villarejo, a Julio Corrochano, entonces director de Seguridad de BBVA. (EC)
'E-mail' del 14 de mayo de 2012, enviado por el comisario Enrique García Castaño, uno de los compinches del comisario Villarejo, a Julio Corrochano, entonces director de Seguridad de BBVA. (EC)

Banqueros, autoridades, abogados, periodistas, familiares… BBVA tuvo acceso al registro de llamadas de El Confidencial con decenas de contactos gracias a un comisario en activo de la Policía Nacional, que enviaba directamente la información a la entidad financiera. Así se desprende de un correo electrónico (y su documento adjunto) hasta ahora desconocido para el público, al que ha tenido acceso este medio.

El hallazgo refuerza la teoría de la Fiscalía Anticorrupción de que el banco se benefició de técnicas delictivas durante años y que su investigación interna no profundizó en algunos de estos hechos. La Audiencia ya tiene constancia de un presunto espionaje a medios de comunicación (entre ellos, El Confidencial) de 2016 a través de Cenyt, la empresa del comisario José Manuel Villarejo. Esta nueva evidencia amplía los hechos a 2012.

Los archivos forman parte de los documentos que extrajo PwC en su informe forensic realizado durante 2019. Este medio no ha tenido constancia de que BBVA haya tomado medidas legales a raíz de estos hallazgos, más allá de su envío al juzgado dentro de un pendrive con otros 2.000 correos electrónicos a mediados de 2019, que hasta ahora habrían pasado desapercibidos para los fiscales y el juez. Desde el banco y su principal asesor legal, Garrigues, no hicieron comentarios.

Foto: Carlos Torres (i), presidente de BBVA, y su predecesor, Francisco González (d). (EFE/Paco Campos)

Estos documentos son un correo electrónico y un archivo PDF. El e-mail es del 14 de mayo de 2012, enviado por el comisario Enrique García Castaño, uno de los colaboradores del comisario Villarejo, a Julio Corrochano, entonces director de Seguridad de BBVA. El correo no tiene ningún contenido salvo el PDF, que, bajo el nombre de "listado", contiene seis páginas repletas de llamadas enviadas y recibidas por el entonces periodista de banca de El Confidencial, Eduardo Segovia, con sus números de teléfono y detalles de sus titulares. El responsable de Comunicación del banco en aquellos momentos era Ignacio Moliner.

En plena caída de Bankia

Las llamadas que BBVA controló de este medio abarcaron más de una semana en que los cimientos del sector financiero se estaban tambaleando, del 1 al 9 de mayo de 2012. Días en los que dimitió Rodrigo Rato como presidente de Bankia y se acordó la nacionalización del banco actualmente integrado en Bankia. También estaban empezando a prepararse las ventas de Catalunya Banc, que se acabó quedando BBVA en 2014, y de Banco de Valencia. Junto a ello, el Ministerio de Economía estaba estudiando un real decreto (conocido en el sector como Guindos 2) que iba a implicar provisiones millonarias a todo el sector, incluido BBVA.

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[Consulte aquí el listado de llamadas espiadas]

El entonces presidente de BBVA, Francisco González, tuvo un papel clave en el rescate de Bankia. Junto a otros dos banqueros (Emilio Botín, de Santander, e Isidro Fainé, de CaixaBank), se reunió con el entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, y Rato durante el fin de semana del 5 y 6 de mayo (días en los que se controlaban las llamadas de este medio) para discutir el futuro de Bankia. FG fue el más contundente en su defensa de la necesidad de que se interviniese en la entidad verde.

Foto: Imagen de 2012 del entonces gobernador del BdE, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y el entonces ministro de Economía, Luis de Guindos. (EFE/Keld Navntoft)

Estas nuevas evidencias golpean en el eje de la defensa de BBVA y de otros investigados del caso Villarejo. Hasta ahora, grosso modo, se han aferrado a dos pilares: que no sabían que Villarejo ni ningún otro comisario en activo trabajaran para ellos (posible delito de cohecho) y que Cenyt, su empresa, nunca les dio ningún tipo de información sustancial (revelación de secretos). Estos archivos cuestionan lo primero y lo segundo.

El tercer pilar es compartido con otras empresas investigadas por Villarejo: culpar de todo al director de Seguridad, como responsable de la contratación de Cenyt y único conocedor de sus descubrimientos.

placeholder Francisco González (i), expresidente de BBVA; Isidre Fainé (c), presidente de la Fundación la Caixa, y Emilio Botín (d), expresidente del Santander. (EFE/Javier Lizón)
Francisco González (i), expresidente de BBVA; Isidre Fainé (c), presidente de la Fundación la Caixa, y Emilio Botín (d), expresidente del Santander. (EFE/Javier Lizón)

El de BBVA es el más complejo de todos los casos de Villarejo investigados. La entidad financiera contrató a la empresa del comisario durante más de una década (2004-17), periodo en el que le pagó más de 10 millones de euros. El comisario, su socio Rafael Redondo y contactos como García Castaño ayudaron a la entidad en el asalto de Sacyr de 2004, en la investigación de grandes morosos durante el estallido de la crisis de 2009, en el caso Ausbanc y en otras tareas del día a día de la entidad, con intermediación de más directivos más allá de Corrochano, muchos de ellos conectados con el presidente.

La Audiencia Nacional empezó a investigar estos hechos a finales de 2018. Durante estos cuatro años y medio, se han encontrado todo tipo de encargos a Villarejo, entre ellos otros también relacionados con los medios de comunicación. En la causa, hay pruebas de que la empresa de Villarejo pidió el tráfico de llamadas de tres periodistas (entre ellos, uno entonces en El Confidencial y el que firma esta noticia) que estaban cubriendo una información de BBVA en julio de 2016.

Foto: Villarejo espió a El Confidencial y las llamadas de varios de sus periodistas. (EC)

BBVA echó balones fuera al respecto en un escrito enviado a la Audiencia Nacional en el que justificaba que lo único que hizo es revisar los teléfonos de sus empleados para saber si hablaban con periodistas (algo lícito), a pesar de que las pruebas apuntan a control externo de los terminales de los profesionales de la información. Algo a lo que apuntan las nuevas evidencias.

Estos documentos surgen en el tramo final del caso BBVA-Villarejo, que el juez Manuel García-Castellón prorrogó por tres meses el pasado 30 de abril. Tanto la Fiscalía como el magistrado se han quejado en más de una ocasión de la falta de colaboración del banco y han apuntado a la necesidad de abrir el forensic de PwC a más partes. Sospechan que los 2,3 millones de archivos que analizó la Big Four podrían ocultar nuevas evidencias clave para el caso, y que el banco y sus asesores no han querido compartir con la Justicia.

Banqueros, autoridades, abogados, periodistas, familiares… BBVA tuvo acceso al registro de llamadas de El Confidencial con decenas de contactos gracias a un comisario en activo de la Policía Nacional, que enviaba directamente la información a la entidad financiera. Así se desprende de un correo electrónico (y su documento adjunto) hasta ahora desconocido para el público, al que ha tenido acceso este medio.

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