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Glass Lewis avisa a Redeia: el bonus del CEO incentiva el 'pan para hoy y hambre para mañana'
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Celebra su junta el martes, 6 de junio

Glass Lewis avisa a Redeia: el bonus del CEO incentiva el 'pan para hoy y hambre para mañana'

El 'proxy advisor' muestra preocupación por lo que considera un desequilibrio entre el pago máximo de bonus anual respecto de la retribución plurianual, lo que cree puede fomentar centrarse en ganar a corto respecto al crecimiento a largo plazo

Foto: Tendido del Grupo Redeia. (EFE/Brais Lorenzo)
Tendido del Grupo Redeia. (EFE/Brais Lorenzo)
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Glass Lewis, uno de los principales proxy advisors del mundo, advierte a Redeia, la matriz de Red Eléctrica de España (REE), Hispasat y otros negocios, de que la estructura de retribución para su consejero delegado, Roberto García Merino, puede fomentar lo que en términos coloquiales se conoce como pan para hoy y hambre para mañana. Es decir, priorizar el corto plazo respecto del largo alcance, fundamental para lograr maximizar el valor de la acción.

"La estructura de remuneración existente proporciona a los ejecutivos un pago máximo mayor bajo el esquema de bonificación anual que bajo el esquema de incentivos a largo plazo. Nos preocupa que este desequilibrio pueda, en última instancia, animar a los ejecutivos a centrarse en las ganancias a corto plazo, potencialmente a expensas del crecimiento a largo plazo", señala el recomendador de voto de accionistas en un informe para clientes, al que ha tenido acceso El Confidencial, de cara a la junta de accionistas que se celebra este martes, 6 de junio.

placeholder El consejero delegado de Red Eléctrica, Roberto García Merino. (EFE/Fernando Alvarado)
El consejero delegado de Red Eléctrica, Roberto García Merino. (EFE/Fernando Alvarado)

En su análisis, Glass Lewis también destaca la elevada abstención que sufre siempre la empresa en el punto del orden del día para la aprobación de la remuneración de los consejeros de la empresa y que, según señala, el año pasado fue del 33,2% de los votos. No obstante, el propio informe explica que buena parte del mismo se debe a la posición histórica de la SEPI, primer accionista con el 20% del capital social de la compañía, de abstenerse en este punto, al igual que hace en otras compañías como Enagás. De ahí que señale una ausencia de preocupación ante un nivel de abstención que en cualquier otra empresa sería un problema.

Los anteriores puntos son las únicas advertencias que hace el proxy advisor a Redeia, que recibe la recomendación de votar a favor de todos los puntos del orden del día de la junta. Cabe destacar que las remuneraciones, uno de los puntos más conflictivos que tienen que superar todas las empresas cotizadas, en el caso del grupo propietario de la red de alta tensión, son de las más bajas del Ibex 35 (García Merino gana menos de un millón de euros al año). Su estructura de retribución no ha cambiado en los últimos años. El incentivo de largo plazo va de 2020 a 2025 y, pese a la advertencia, Glass Lewis no considera que sea lo suficientemente grave como para pedir el voto en contra.

placeholder Beatriz Corredor, presidenta del Grupo Redeia. (EFE/Antonio García)
Beatriz Corredor, presidenta del Grupo Redeia. (EFE/Antonio García)

Estos salarios moderados son influidos en gran medida por el papel destacado que juega el Estado en esta compañía y que impone una política salarial mucho más austera que otras compañías del ámbito puramente privado. No obstante, la advertencia sobre posibles focos de desequilibrio en la remuneración de su CEO, que pudieran generar centrarse en el corto plazo a costa del largo plazo, son especialmente relevantes en una empresa muy marcada históricamente por el ciclo político en España.

Los últimos cambios de Gobierno en España han provocado también que sean sustituidos los primeros espadas de muchas empresas públicas, incluida Redeia, con lo que ello implica de inestabilidad. El último movimiento en este sentido se produjo tras la llegada al poder de Pedro Sánchez en 2018, tras la moción de censura a Mariano Rajoy. Pocos meses después, se cesó a José Folgado como presidente y se nombró a Jordi Sevilla. Aunque el papel del presidente ha perdido peso, ya que Folgado cedió el poder ejecutivo en el CEO, la cuestión no es menor.

Sin ir más lejos, Sevilla cesó poco tiempo después de llegar al cargo a Juan Lasala como CEO, lo que supuso la llegada de Roberto García Merino al cargo. La salida de Sevilla, en este caso, se produjo por voluntad propia tras un fuerte choque con la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Con su marcha, fue nombrada para el cargo Beatriz Corredor. Ahora está por ver si las elecciones del próximo 23 de julio, en poco más de mes y medio, traen un cambio de Gobierno y si esto también conlleva cambios en el management de Redeia. Ahora mismo, las encuestas dan ventaja al PP y apuestan por el cambio de signo en el Ejecutivo.

Glass Lewis, uno de los principales proxy advisors del mundo, advierte a Redeia, la matriz de Red Eléctrica de España (REE), Hispasat y otros negocios, de que la estructura de retribución para su consejero delegado, Roberto García Merino, puede fomentar lo que en términos coloquiales se conoce como pan para hoy y hambre para mañana. Es decir, priorizar el corto plazo respecto del largo alcance, fundamental para lograr maximizar el valor de la acción.

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