La Comisión Europea cancela el megacontrato con una teleco británica que disputaba Telefónica

La Comisión Europea ha cancelado el megacontrato de 460 millones de euros que otorgó a la filial belga de British Telecom para hacerse cargo de la gestión de los Servicios Transeuropeos de Telemática entre Administraciones (Testa), un sistema de comunicación segura y confidencial que conecta a más de 750 entidades públicas de la Unión Europea, como Europol, la Agencia Europea de Defensa o las numerosas agencias repartidas por toda la Unión. La noticia, adelantada este miércoles por Bloomberg, ha sido confirmada a El Confidencial por un portavoz comunitario.

"La decisión de adjudicación de Testa ha sido anulada", ha señalado este jueves un portavoz de la Comisión Europea. "Los participantes en la licitación han sido informados sobre los motivos de la cancelación. Los procedimientos judiciales han impedido que la Comisión suscriba un contrato y el contexto económico, técnico y operativo de dichos servicios ha cambiado fundamentalmente desde entonces", ha explicado el portavoz, rechazando entrar en más detalles. Según ha podido saber este periódico el tiempo transcurrido desde que se inició la licitación, en 2019, ha hecho que haya aspectos técnicos y tecnológicos que hayan quedado rápidamente desactualizados, lo que también ha contribuido a la cancelación del contrato.

Los procedimientos legales los lanzó Telefónica, como adelantó El Confidencial en el mes de abril, llevando la licitación al Tribunal General de la Unión Europea (TUE). Los servicios jurídicos de la empresa española centraron sus argumentos en que en el proceso de selección de una candidatura la Comisión Europea utilizó criterios de ponderación diferentes, infravalorando el proyecto de Telefónica y sobreponderando el de British Telecom.

"Estamos decepcionados por la cancelación del procedimiento de contratación de Testa, ya que la Comisión Europea había confirmado previamente la adjudicación de la licitación a BT Global Services Belgium, un proveedor de TIC líder y confiable en la UE y una subsidiaria legalmente separada dentro de BT Group. Ahora estamos considerando nuestra posición en relación con este asunto", ha señalado un portavoz de British Telecom.

Cuestión geopolítica

Además, en Bruselas la decisión levantó una importante polvareda política por lo que representaba ofrecer la gestión de unos servicios de comunicación críticos para la Unión Europea a una compañía británica poco después del Brexit. En esos momentos, los argumentos de la Comisión Europea se centraron en que el contrato se había otorgado a una empresa belga, BT Global Services Belgium BV. Aunque esta fuera la filial de British Telecom se trataba de una empresa europea con los mismos derechos a participar y ganar una licitación ante las instituciones europeas, señalaban desde el Ejecutivo comunitario.

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EFE

Sophie in 't Veld, eurodiputada de los liberales de Renew Europe, presionó mucho a la Comisión Europea, cuestionando que la filial belga de BT, de un modesto tamaño, fuera a ser capaz de gestionar todo el volumen de trabajo y de datos, sugiriendo que quizás acabara apoyándose en British Telecom. La eurodiputada recibió una respuesta de Johannes Hahn, comisario de Recursos Humanos, en la que se subrayaba que "el contratista solo puede actuar siguiendo las instrucciones y bajo la supervisión de la autoridad contratante", es decir, la propia Comisión Europea.

"A menos que la autoridad contratante lo indique explícitamente, el contratista solo puede procesar los datos en el territorio de la UE/Espacio Económico Europeo", añadió Hahn, intentando despejar cualquier duda sobre la posibilidad de que los datos se procesaran en el Reino Unido. "Todos los subcontratistas previstos en la oferta de BT Global Services Belgium están establecidos en la UE. De acuerdo con las cláusulas del proyecto de contrato, cualquier subcontratista adicional que no figure en la oferta solo podrá ser contratado con la autorización previa y por escrito del órgano de contratación", explicó el comisario.