La industria ciclista 'sube' a la bici del gravel rumbo a los 100 millones de facturación

La pandemia ha tenido un gran efecto en los hábitos deportivos de la sociedad y ha empujado a la popularidad a nuevas actividades. Más allá del boom experimentado por la industria ciclista desde 2020, hay una categoría que emergió sobre las demás y se posiciona ahora como la de mayor potencial del mercado. Se trata del gravel, una de las más solicitadas del mercado y que ha vendido más de 100.000 unidades desde 2021.

Los propios directivos del sector han llegado a la conclusión de que esta modalidad “ha llegado para quedarse”. De hecho, nada más significativo del peso que ha asumido esta categoría, basada en pedalear sobre caminos no asfaltados, que desde 2021 la Asociación de Marcas de Bicicletas de España (Ambe) la incluye los datos específicos de las ventas de gravel en su informe anual.

Si bien ese año este tipo de bicicleta fue la que experimentó un mayor crecimiento interanual, con un 51,3% y superando las 69.000 unidades, en 2022 las unidades comercializadas cayeron un 34,3%. ¿El motivo? La llegada de la estabilidad tras el fuerte incremento registrado un año antes. De hecho, esta caída no frena el interés de un mercado cuyos precios se han disparado un 42,4% y cuyo volumen de negocio superó los 72 millones de euros. Así, el precio medio de una bicicleta de gravel en España es ya de 1.589 euros.

De cara a 2023, los miembros del sector son optimistas. “Este será el año de la bicicleta de gravel. Estamos notando que se está convirtiendo en una segunda bici, con gente de carretera que quiere probar otra modalidad o gente de mountain bike que también busca carretera”, explica Ismael Labrador, cofundador de Tuvalum. Aunque no hay datos específicos sobre el peso de la industria mundial de la bicicleta de gravel, las predicciones apuntan a un crecimiento anual compuesto del 5,5% hasta 2028, según The Gravel Bikes Market Report.

El volumen de negocio de la bicicleta de gravel en España superó los 72 millones de euros en 2022

De hecho, el auge de la disciplina en los últimos años procede de Estados Unidos, donde se ha erigido en la idónea para la práctica del ciclismo en carreteras secundarias que acostumbran a estar mal pavimentadas o llenas de grava. Esa adaptabilidad y versatilidad la ha convertido en un producto disponible para un público muy amplio, que procede tanto del ciclismo de carretera como del de montaña.

Ello le ha permitido desarrollar en muy poco tiempo un mercado específico con productos y accesorios propios cuya demanda ha ido creciendo inexorablemente. Así, el peso de este tipo de bicicleta para pedalear por caminos no asfaltados ocupa ya el 4,8% del mercado nacional. Para el consejero delegado de Bici Escapa, José Luis Pardo, “es un ejemplo de categoría de rápido crecimiento y de rápido desarrollo del concepto en diferentes orientaciones: a nivel competitivo, en cuanto al cicloturismo, e-gravel…”.

Una popularidad que se ha puesto de relieve en el último informe de actividad deportiva elaborado por Strava. Pese a que no han trascendido los datos recabados por la red social a lo largo de 2022, la compañía apunta que pedalear por caminos ya tiene un impacto importante en las salidas de larga distancia fuera del asfalto que se registraron en su plataforma.

Otro de sus puntos fuertes es que guarda estrechos vínculos con el bikepacking. Este término hace referencia a la forma de viaje de aventura que mezcla cicloturismo y senderismo. “Una de las líneas que más va a crecer en el sector es todo lo relacionado con la bicicleta de gravel, de aventura o viaje”, apunta Patxi Rodrigo, gerente de marca de Etxeondo.

Nuevas marcas, competiciones y equipos

La consolidación del gravel en el panorama ciclista nacional e internacional se está llevando a cabo a pasos agigantados. Uno de ellos es la proliferación de cada vez más empresas especializadas en esta modalidad. En España, una de las primeras en abrazar específicamente el gravel es Guava. La empresa impulsada por la agencia de Andrés Iniesta, Never Say Never (NSN), y el futbolista Bojan Krkić, se presentó en sociedad el pasado febrero con un producto de alta gama enfocado en este segmento.

David Álvarez, cofundador de Guava, prevé que siga “ganando cuota de mercado a la carretera y al mountain bike simplemente por la razón de que es más accesible, más inclusivo y más versátil” y, añade, es una categoría que ofrece más opciones a todo tipo de ciclistas.

Asimismo, el deporte de competición no se ha quedado atrás y ha aprovechado esta ola para crear nuevas carreras o equipos. Algunas, como la Life Time Grand Prix de Estados Unidos, ponen a disposición de los corredores bolsas de premios de hasta 250.000 dólares (227.400 euros). En España, el principal movimiento en el ciclismo de competición lo ha protagonizado el Movistar Team. El equipo navarro presentó a principios de abril su propio equipo de gravel con el que Alejandro Valverde ha podido volver a la competición tras su retirada del ciclismo en ruta.