Del ‘boom’ del patrocinio al auspicio público: así ingresan las federaciones deportivas

El deporte federado es sinónimo de colaboración público-privada, gestión de licencias y apoyo institucional. Las federaciones deportivas españolas abandonaron la pandemia con el reto de transitar hacia una mayor generación de recursos propios que les permita ir perdiendo de forma gradual su dependencia a la financiación pública. Para ello, además de las habituales partidas relativas a la organización de competiciones y a las cuotas de las fichas federadas, otras fuentes de ingresos como la captación de patrocinios deben dar un paso adelante.

De hecho, la propia crisis sanitaria de la Covid-19 llevó a muchas federaciones a buscar alternativas en el ámbito privado que les permitiera suplir la pérdida de ingresos provocada por la cancelación de competiciones. Elementos en boga en la industria del deporte como la digitalización, el análisis de rendimiento y el Big Data han sido utilizados por muchos organismos para ofrecer servicios adicionales tanto a sus deportistas como a los aficionados a la disciplina. Ahora bien, el último informe del Consejo Superior de Deportes muestra que las federaciones todavía se encuentran muy lejos de la autosuficiencia y en muchos casos siguen atando su subsistencia a las ayudas públicas.

Si bien, por un lado, el movimiento federativo español batió en 2022 su récord de facturación, la dependencia de las instituciones públicas es ahora la más alta de los últimos doce años. Las federaciones deportivas cerraron el pasado ejercicio con un incremento del 10,4% en sus ingresos, hasta 243 millones de euros. De ese importe, el 49% procede de las subvenciones públicas, especialmente del CSD, que de media aporta un 41% de los ingresos totales del deporte federado, excluyendo a la Federación de Fútbol.

Sólo el CSD aporta de media un 41% de los ingresos totales del deporte federado

“Este aumento es atribuible a dos factores, en primer lugar, a la subida de las subvenciones del CSD en sus distintas líneas de ayuda y, en segundo lugar, a la recuperación de los ingresos propios como consecuencia del restablecimiento de la actividad deportiva”, señala el informe. No obstante, y pese a incrementar en un 4,8% los ingresos propios, hasta 122 millones, estos tan sólo aportan el 50% de la cifra de negocio de los entes federativos. Es la cifra más baja desde 2010, cuando los organismos sólo generaban el 47,5% de sus ingresos, pero está muy lejos de los niveles de 2014 en el que el porcentaje de ingresos propios rozaba el 70% porque el CSD se vio obligado a recortar su financiación en plena crisis económica.

Los ingresos aumentaron en todas sus líneas excepto en el caso de las ayudas procedentes del Plan ADO, que no se llegaron a entregar en 2022. Ahora bien, su aportación se vio compensada por las subvenciones percibidas para la protección social de los Deportistas de Alto Nivel (DAN) y las que van dirigidas a los deportistas que compiten internacionalmente representando a España. Sin embargo, el elemento diferencial fue la nueva subvención plurianual del CSD para el ciclo 2022-2024, cuya cuantía se disparó un 25% interanual, hasta 101,1 millones de euros.

Acelerón en patrocinios y vuelta de los ingresos por competición

Las ventas por patrocinio y publicidad aumentaron un 14% hasta alcanzar la cifra más alta de su historia con 21,8 millones de euros. Es decir, pese al incremento, tan sólo un 9% de los ingresos agregados del deporte federado español procede del negocio comercial. Los ingresos por competiciones son los que más crecieron, aupados por la vuelta a la normalidad de todas las disciplinas tras la Covid-19, con un auge del 21,5%, hasta 35,9 millones de euros, lo que les permitió convertirse en la principal línea de ingresos de las federaciones, superando así a los recursos procedentes de las licencias y cuotas de los deportistas. Por esta vía el deporte federado percibió 35,2 millones de euros, un 4,5% más que en 2021.

Aunque los resultados son sintomáticos de la rápida recuperación del deporte federado español, tras el bache que supuso 2020, no alejan la sombra de la duda respecto a la rentabilidad de muchos de estos organismos. De hecho, más allá de lo prolífico que fue el pasado año para los ingresos agregados de los 67 entes federativos - excluyendo el negocio de la Federación de Fútbol (Rfef) que desvirtuaría la imagen general-, el beneficio neto de los reguladores se redujo un 62% en un sólo año. Es decir, se pasó de un resultado positivo de 4,63 millones de euros en 2021 a un beneficio de 1,76 millones de euros en 2022, acercándose a unas pérdidas agregadas que se llevan evitando desde 2017.

En total, son quince las federaciones que cerraron en números rojos –una más que en 2021 –, 49 obtuvieron beneficios y, tan sólo una terminó el ejercicio en equilibrio. Pese a ello, el informe del CSD no aclara cuáles son los reguladores que cerraron el ejercicio con más gastos que ingresos en 2022. Además, justo cuando se cumple una década de la puesta en marcha de las medidas de saneamiento por parte del CSD para lograr la viabilidad de los organismos, se ha logrado reducir el número de federaciones en situación de quiebra técnica de 31 a ocho, y el patrimonio neto conjunto ya alcanza la cifra de 70,4 millones de euros.

Incremento del gasto y reducción de deuda

Del mismo modo que aumentó la facturación conjunta de todas las entidades, también lo hicieron sus gastos. En total, el avance fue del 12%, hasta 241,4 millones de euros. Más de tres cuartas partes de este se destina a los deportistas, mientras que la inversión en estructura es del 23,7%. Unas cifras que volvieron en 2022 a su estado natural después de dos ejercicios en los que los gastos dedicados a la estructura llegaron a superar el 33%, a causa de la caída de la actividad deportiva.

La vuelta de las competiciones también comportó la recuperación de los desplazamientos y viajes de carácter internacional. Con ello, su factura aumentó un 5,5%, hasta 46,1 millones de euros, casi tres veces más que los 16 millones que se destinaron en 2020. Asimismo, el gasto de personal se disparó un 24%, hasta 44 millones de euros, tras contar con los servicios de 14 empleados más con respecto a 2021. En total, el gasto en desplazamientos y personal supone el 41,4% de los gastos agregados de las federaciones.

En cuanto a la deuda, los organismos deportivos redujeron un 4,5% el nivel de apalancamiento, hasta 56,9 millones de euros, lo que supone un ligero retroceso respecto a lo que fue el nivel de endeudamiento más alto registrado en 2015. El 88% de la deuda agregada de estas entidades es a corto plazo por lo que el CSD advierte de la necesidad de “mantener una especial vigilancia para evitar que puedan producirse situaciones de dificultad a la hora de afrontar las obligaciones de pago”.