Calviño prevé una "transformación profunda " en el empleo por la IA y empieza a vigilar su impacto

El temor a una destrucción de empleo y los cambios drásticos en el ámbito laboral que puede provocar inteligencia artificial han activado las alarmas del Gobierno. En pleno boom de aplicaciones como ChatGPT, el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital ha encargado un amplio análisis de las implicaciones y riesgos que puede generar el uso de tecnologías inteligentes sobre la sociedad, y particularmente en el empleo. Nunca un 1 de mayo, Día Internacional del Trabajador, había tenido tan próxima la amenaza (y las oportunidades) que ofrece la inteligencia artificial.

La proporción de compañías que han adoptado la inteligencia artificial se ha doblado entre 2017 y 2022, según la encuesta anual que realiza la consultora McKinsey, y aquellas que lo han hecho aseguran haber reducido significativamente los costes y aumentado los ingresos. También el interés del sector público se ha acelerado. Un informe de la Universidad de Stanford, The AI Index Report, ha analizado la legislación de 127 países y apunta que si en 2016 solo se aprobó una ley que afectaba a la "inteligencia artificial", esta cifra había subido a 37 en 2022. En cuanto a menciones parlamentarias en 81 países, el número de menciones se ha multiplicado por 6,5 veces en ese periodo.

Entre las implicaciones y riesgos de estos desarrollos tecnológicos, el departamento que lidera la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, alerta de que entre los ámbitos susceptibles de sufrir una "profunda transformación" está el empleo, donde advierte de que este es un ejemplo de impacto provocado por la inteligencia artificial. Grandes consultoras como Indra, NTT Data, Accenture o McKinsey se han postulado a realizar este análisis.

La cuestión no es menor, un reciente informe de Goldman Sachs alerta de que la inteligencia artificial puede destruir 300 millones de empleos en EEUU y la zona euro, lo que supone eliminar uno de cada cuatro empleos en países como España. La propia aplicación ChatGPT, que ha despertado un gran asombro social por sus capacidades, avisa de que su tecnología puede sustituir en pocos años a profesores, periodistas, analistas, ingenieros, matemáticos, auditores, diseñadores y una larga lista de profesionales.

El banco de inversión estadounidense asegura que cinco categorías de empleo más afectadas por la inteligencia artificial serán el trabajo administrativo de oficina; el legal; la arquitectura e ingeniería; las ciencias de la vida, físicas y sociales; y las operaciones empresariales y financieras. En el otro lado de la balanza, las cinco categorías profesionales más blindadas serían la limpieza de edificios; la instalación, el mantenimiento y la reparación en general; la construcción y extracción de materias primas; la producción y el transporte.

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Otros expertos creen que la inteligencia artificial, como anteriores revoluciones técnicas y tecnológicas, abrirá un gran elenco de oportunidades, tanto porque liberará capital en las empresas para poder aumentar la inversión, como por las nuevas categorías de empleo que generará y que ahora mismo probablemente aún desconocemos.

Pero actualmente existe una fuerte escasez de la formación que se demanda y, en consecuencia, de los perfiles profesionales que demandan las empresas. Un capítulo del The IA Index Report, el informe que la Universidad de Stanford lleva publicando desde 2017, toma datos de Lightcast, una empresa pionera en análisis de datos laborales, para asegurar que España es el tercer país donde un mayor porcentaje de las vacantes que se anuncian en los portales de trabajo requieren algún tipo de habilidad relacionada con la inteligencia artificial. Concretamente, un 1,33%, solo por detrás de Canadá (1,43%) y Estados Unidos (2,06%).

El análisis que quiere Economía

Por ello, Economía quiere "unos análisis sólidos de las fortalezas y debilidades y expectativas técnicas y económicas realistas que nos esperan". Busca estudiar "las implicaciones y riesgos que conlleva la progresiva implantación de la inteligencia artificial en la sociedad, tanto hacia los ciudadanos como hacia las empresas". En este aspecto, pide analizar con detalle el impacto sobre las pymes, que constituyen gran parte del tejido productivo español.

"La irrupción de la IA en los próximos años va a traer cambios disruptivos que no son fáciles de imaginar. Por tanto, debemos hacer un estudio de qué implicaciones producirá la IA en los próximos tiempos, no solo analizando los cambios inminentes en detalle, también debemos estudiar los cambios con un horizonte más amplio, asumiendo escenarios realistas para el año 2030 y viendo cómo será la IA y la sociedad durante los próximos años", señala a la Secretaría de Estado y Digitalización en documentación oficial.

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Para ello, la secretaría responsabilidad de Carmen Artigas pide que "estos trabajos de consultoría tengan en cuenta normativas tanto nacionales como comunitarias que afecten a los ámbitos del estudio, iniciativas públicas y privadas relevantes, analizando el estado de la vanguardia tanto a nivel académico como industrial en las áreas de estudio y estándares relacionados".

Pese a todo, en su Plan de Estabilidad enviado a Bruselas este mismo viernes, el Gobierno se muestra optimista y prevé una tasa de paro que baje del 10% en 2026 con la creación de 1,1 millones de empleos.

El estudio de impacto de la inteligencia artificial sobre el empleo se inserta en lo que el Gobierno ha denominado "Plan Nacional de Protección de Colectivos Vulnerables". Concretamente, dichos estudios, que también abarcan a otros posibles ámbitos como "medios de transporte como coche autónomo, ámbito de la salud, educación, energía, logística, turismo, medio ambiente, financiero, seguros, medios de comunicación, agricultura, etc.", tienen como objetivo anticiparse a los posibles riesgos a los que se enfrenta la sociedad española y cómo puede generar discriminaciones o desigualdades.