El FROB se pone de perfil en el recurso de CaixaBank contra el impuesto a la banca

Nuevo conflicto de interés por la participación del FROB (Fondo de Reestructuración) en CaixaBank. Tras los choques de 2021 y 2022 por los sueldos de la cúpula, la representante del fondo en el consejo de la entidad, Teresa Santero, ha vuelto a ser el voto discordante en otra decisión clave de la entidad: el recurso contra el nuevo impuesto del Gobierno, que solo en 2023 le costará unos 400 millones de euros.

La consejera dominical ha evitado votar a favor del recurso en los últimos consejos de la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri, según fuentes financieras consultadas por El Confidencial, ante lo que no hicieron comentarios el banco y el fondo. Dichas fuentes no precisan si Santero optó por la abstención o el voto en contra, aunque otras fuentes creen que fue la primera opción la elegida.

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A. M. P.

Como en otras ocasiones, la representante del FROB en CaixaBank se ha encontrado con una disyuntiva en las últimas semanas: apoyar al Gobierno que domina su Comisión Rectora o defender sus intereses últimos, que la entidad catalana aumente sus beneficios y, de este modo, se eleven los dividendos que recibe y el valor de su participación.

Así, el máximo órgano de decisiones del fondo cuenta con 11 miembros, entre los que figuran el secretario de Estado de Hacienda, Jesús Gascón; la subsecretaria del Ministerio de Economía, Amparo López Senovilla; el director general de Presupuestos, Javier Sánchez Fuentefría, o el secretario general del Tesoro, Carlos Cuerpo. Liderada por la presidenta del FROB, Paula Conthe, la Comisión Rectora también cuenta con representantes del Banco de España, la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) y el ICAC (Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas).

Pérdidas del 64%

El Estado controla actualmente un 17,3% de la entidad catalana, valorado en unos 5.250 millones de euros, una cantidad muy superior a los 3.200 millones en que estaba tasada su participación en Bankia antes de que se conociera la fusión con CaixaBank. El grupo anunció un dividendo de 1.700 millones con cargo a los resultados de 2022, de los que el FROB ingresará cerca de 300 millones.

Con esta remuneración, el FROB habrá recuperado ya unos 3.300 millones de euros de su antigua participación en Bankia, ya sea a través de ventas de participaciones o dividendos. Lo que, sumado al valor actual en bolsa de su 17,3%, deja las minusvalías latentes del rescate de 2012 (24.000 millones) en un 64%. La participación del fondo presidido por Conthe ha aumentado recientemente desde el 16,1% por la recompra de acciones que llevó a cabo CaixaBank el año pasado, como adelantó este medio.

CaixaBank es la entidad que más se juega en el impuesto a la banca, unos 400 millones con cargo al primero de los dos ejercicios gravados, frente a los 225 millones de Santander y BBVA, cada una. Este mayor coste se debe a su liderazgo en el negocio retail en España, tras la compra de Bankia a finales de 2020. Todo el sector financiero ha decidido recurrir tanto por la vía directa como a través de las patronales.

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El CEO de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, defendió este martes en un evento de El Español el recurso: "El impuesto no me lo han puesto a mí. Se lo han puesto a los 600.000 accionistas del banco, incluida la obra social". Hacía así mención a su principal accionista, la Fundación la Caixa, con un 32%, pero no al FROB y a los contribuyentes, que se han puesto de perfil en su consejo.

CaixaBank y el FROB encaran un nuevo frente en las próximas semanas, cuando el fondo público tendrá que tomar posición respecto a la junta de accionistas del banco y la remuneración de su cúpula. El Estado se opuso a las mismas en 2021, en medio de una polémica avivada por la vicepresidenta Nadia Calviño, y se abstuvo en 2022 en un clima de mayor normalidad. A finales de marzo, tendrá que volver a hacerlo en un momento de tensión creciente por las recientes críticas de Calviño y el presidente Pedro Sánchez a los sueldos de los banqueros.