Las mujeres que han inspirado a los trabajadores españoles
Impulsando el talento
Por EC BrandsLa industria tecnológica y su educación tienen un problema: apenas hay mujeres en ella. No lo decimos nosotros, sino los datos. Según la Unesco, de las personas que estudian en todo el mundo para ejercer profesiones STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés), las mujeres son apenas el 35%.
Detrás de este problema hay otros. Según el informe Future of work, elaborado por Accenture, apenas una de cada tres mujeres de la industria considera que sus habilidades tecnológicas serán valiosas dentro de cinco años. Además, la falta de trayectoria profesional, la ausencia de mentores o los sesgos de género les impiden ascender en sus compañías, tal y como revela el TrustRadius Women in Tech Report.
Barreras para las mujeres en la industria tecnológica
La presencia de figuras superiores parece ser determinante de cara a que haya más mujeres en el sector. De acuerdo al análisis de Accenture, “el 75% de ellas cree que los altos directivos de su empresa son buenos ejemplos de profesionales a los que pueden aspirar y de los que pueden aprender”. De hecho, otro estudio de Microsoft pone negro sobre blanco que las personas sin referentes femeninos corren un mayor riesgo de que su carrera en STEM no se desarrolle como le gustaría.
A las niñas les faltan mujeres referentes
Las referentes a las que todos deberíamos conocer
Fue en plena época universitaria cuando Cristina Crespo, una joven aspirante a ingeniera de Montes, conoció a Mary Wortley Montagu, una escritora británica del siglo XVIII que no es mayoritariamente conocida, pero que quizá debería serlo, sobre todo por la variedad de aportes que ha hecho a nuestra historia reciente. Como autora, “sus escritos trataban sobre los obstáculos de las mujeres a la hora de ascender social e intelectualmente en aquella época”, nos cuenta Crespo.
Los escritos de Mary Wortley Montagu trataban sobre los obstáculos de las mujeres a la hora de ascender social e intelectualmente
Pero la faceta divulgadora de Montagu fue mucho más allá: “Fue la precursora de traer las vacunas de la viruela a Europa. Se jugó su estatus social porque en aquella época los avances científicos, y más cuando consistían en inocular sangre de una persona enferma en otra sana, eran vistos como algo totalmente ilógico”. Para demostrar que aquello era un avance, que podía salvar la vida de un montón de personas, “probó la vacuna en sus propios hijos. Es algo que me influyó muchísimo en mi época universitaria”. Quizá fue esa visión polifacética de Montagu la que más impresionó a Crespo, que se la aplicó a sí misma: pese a estudiar Ingeniería de Montes, fue probando varias disciplinas profesionales. A día de hoy, de hecho, trabaja como consultora de Accenture en el área de Ciberseguridad.
Kristalina Georgieva, actual directora del Fondo Monetario Internacional, ha logrado destacar en un sector donde los hombres siempre han sido dominantes
Algo similar le pasó a Alex Kostadinov, senior manager en el área de eCommerce de Accenture Song, con otra referente: "A mí me influyó mucho mi compatriota búlgara Kristalina Georgieva. Ahora mismo es la directora del Fondo Monetario Internacional, pero tiene detrás una historia impresionante que me influyó", asegura, "por su capacidad para romper barreras y adaptarse al cambio. Tras la caída del comunismo, ella tenía muy claro que iba a ser profesora en la universidad. En esa transformación, empezó a interesarse por el mundo financiero a nivel internacional. Fue progresando poco a poco y acabó siendo un ejemplo, ya que es un sector donde los hombres siempre han sido dominantes, pero ella fue capaz de destacar".
En mi época de instituto descubrí a mi referente, Katherine Johnson, matemática que llegó a trabajar en la NASA calculando las trayectorias para los alunizajes
En el caso de Raquel Herrero, managing director de Accenture en Outsourcing de Infraestructuras, su referente llegó de pura casualidad: "En el típico trabajo de instituto, me tocó descubrir a Katherine Johnson, una norteamericana que me llamó mucho la atención por dos motivos", explica. En primer lugar, "porque era afroamericana en una época en la que en Estados Unidos aún había mucha discriminación racial". En segundo, "porque fue matemática y llegó a trabajar en la NASA calculando las trayectorias para los alunizajes en la época de la llegada a la luna, incluso después en la época del transbordador espacial. Me hizo pensar que, si ella pudo pese a todas sus dificultades, para los demás será relativamente más sencillo llegar a donde queramos".
La importancia de la diversidad
Estos tres casos nos muestran, y más en un día como el 8-M, la importancia de que los profesionales de las diferentes empresas cuenten con referentes diversos, que vayan más allá de los habituales. "Tener de referentes a personas de distintos grupos hace que, cuando personas de esos mismos grupos se incorporan a una empresa, vean que hay una profesional que les representa en una posición de cargo; les ayuda a ver que pueden desarrollar su carrera sin limitaciones", afirma Kostadinov.
Para Crespo, de hecho, "la diversidad es una palanca absolutamente necesaria en cualquier compañía. Nuestros propios clientes son una representación de la sociedad, así que debes tener equipos muy diversos para entender a esos clientes y a toda la sociedad". Y es que "si todos pensáramos lo mismo, llegaríamos siempre a las mismas soluciones. La única manera de que las soluciones sean diferentes, rompedoras y creativas es que haya distintos puntos de vista", sentencia Herrero.
Esta política de diversidad puede influir de manera positiva en las empresas. Según el informe de Accenture, "cuando las mujeres tienen el apoyo que necesitan de sus líderes y de su organización, las empresas pueden desbloquear un mayor potencial humano en ellas". En su mano está "la oportunidad de desbloquear dicho potencial".
Nuestros clientes son una representación de la sociedad, así que debes tener equipos muy diversos para entender a esos clientes y a toda la sociedad
De hecho, nuestros tres protagonistas también tienen sus propios referentes en el ámbito profesional cercano. Cristina Crespo, por ejemplo, apunta a Toñi Crespo, directora de postventa en Telefónica: "Fue una influencia y una referente porque creyó en mí desde el minuto 0, sin mirar mis estudios, me enseñó a dejar de ver sesgos en el resto de personas y fue impresionante ver cómo ella construyó su propia trayectoria, desde lo más bajo, liderando un equipo de muchas personas". En el caso de Raquel Herrero, el referente está cerca: "Una persona a la que admiro mucho es Mercedes Oblanca, responsable de la industria de Products en Accenture. La conocí cuando llevaba clientes de la industria de viajes, en uno de mis primeros proyectos, donde teníamos que hacer una migración a cloud de los sistemas del cliente. Lo que más me gustó fue el interés que demostraba en entender la tecnología y cómo eso podía ayudar al negocio del propio cliente".
Desde Accenture consideran que “la diversidad y la inclusión son imperativos de negocio”, nos cuentan desde la compañía. A nivel global, la compañía ya alcanzó su meta de conseguir un 25% de mujeres con cargo de managing director a finales de 2020 y estableció un nuevo objetivo del 30% para 2025. También tiene el objetivo global de conseguir la paridad en su plantilla para 2025.
Alex Kostadinov también ha tenido referentes en su propia casa profesional. “Desde que me incorporé a la compañía, he tenido muchas responsables mujeres. Una de ellas es Berta Galán. Lo que más me influye de ella es su fortaleza y la confianza en sí misma y en su equipo”, nos cuenta. “De ella estoy aprendiendo a tener visión estratégica. En mi posición, tengo que adaptarme constantemente a las necesidades de los clientes y del mercado. Gracias a Berta, he aprendido a saber gestionar esas distintas personalidades, necesidades y mercados, así como a adaptar nuestra oferta de servicios a los clientes actuales y a los potenciales”.
Como hemos visto, para estos profesionales la presencia de mujeres ha sido esencial en sus vidas. Ya fuera en su adolescencia, en su juventud o en su adultez profesional, tanto las mujeres cercanas como las lejanas han construido una serie de ingredientes que, con el tiempo, les han ayudado a ser mejores profesionales. Tras todas estas historias, una palabra: referentes. Eso es lo que necesitamos.