Ferrovial perderá 60 millones de escudo fiscal en España con su mudanza a Holanda

Beneficios fiscales. Es el discurso que se ha instalado en el Gobierno de Pedro Sánchez para atacar a Ferrovial, en general, y a su presidente, Rafael del Pino, en particular, por haber decidido llevarse su sede fuera de España, a Holanda. Sin embargo, desde la compañía siempre se ha insistido en que, desde un punto de vista fiscal, tener el cuartel general en un país u otro tiene un efecto neutro.

El principal motivo es que el grupo de infraestructuras perderá los aproximadamente 60 millones de euros de escudo fiscal, que en cuota son 15 millones al año, que tiene en nuestro país, al poder compensar los gastos de ser la matriz, beneficio que perderá al mover el holding a Holanda, donde no tendrá qué compensar, ya que en este país la compañía carece de contratos y obras. Su actividad se va a limitar a ser el cuartel general.

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Cuando un país acoge al holding de un grupo como Ferrovial, hay dos elementos que juegan en contra de la Hacienda nacional. Por un lado, la deuda, que va ligada a las inversiones y que tiene un gasto que desgrava, y por otro, todos los gastos del holding (consejo, relación con inversores, etc.), que ninguna jurisdicción permite repercutir a una filial y, por lo tanto, terminan creando un escudo fiscal de gastos que todos los años se puede deducir en el país donde está radicada la matriz. Desde este punto de vista, cuantos más proyectos se lleve Ferrovial en nuestro país una vez sea holandesa, más se beneficiará el fisco de su mudanza.

Hay otro aspecto que hace que la mudanza termine siendo neutra de facto desde el punto de vista fiscal: en Holanda, los dividendos de las filiales están exentos al 100%, mientras que en España lo están al 95%. Esto quiere decir que el 5% de los beneficios que las filiales repercuten a la matriz pagan dos veces impuestos, una en su país de origen y otra al llegar a España. Hace años que más del 85% del negocio de Ferrovial está fuera de España, lo que significa que el grueso de sus resultados procede de los dividendos de estas filiales. Sólo el año pasado, las retenciones sobre los dividendos de la matriz fueron unos ocho millones de euros. Pero esa cifra queda anulada fiscalmente por los 60 millones de gastos atribuibles al hólding.

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La otra cara de la moneda es lo que pasará a partir de este año, cuando Ferrovial se mueva a Países Bajos y disfrute de dividendos exentos al 100% y gastos deducibles. El problema es que como no va a tener ingresos, al acoger únicamente el cuartel general, pero carecer de obras, no podrá deducirse nada.

Por lo que respecta al impuesto de sociedades, en España y Holanda es muy parecido, aunque ligeramente más favorable para Ferrovial en nuestro país: un 25% frente al 25,8%. Mientras que los ingresos que Hacienda y Seguridad Social dejarán de percibir por el traslado de 20 directivos a Holanda son una gota en medio del océano de 4.800 millones de euros de contribución fiscal del grupo, entre los tributos ligados a la sociedad y a los 5.500 empleados que tiene en nuestro país.

Defender que el grupo de infraestructuras cambia de sede por motivos fiscales es crítico para el Ejecutivo si, como se ha insinuado, va a intentar buscar las cosquillas a la compañía por el lado de las plusvalías que afloren en la fusión inversa que llevará a cabo con Ferrovial Internacional SE, filial que acoge todo su negocio foráneo y que desde 2019 tiene su domicilio en Holanda.

Un argumentario, el de los beneficios fiscales, que la compañía siempre ha rechazado. Desde que comunicó su decisión de marcharse a Países Bajos, Ferrovial ha insistido en que las razones de la mudanza son una suma de factores que tienen como elemento común construir el mejor puente para cotizar en Estados Unidos. Y Holanda, la nueva City tras el Brexit, es el país que mejores cimientos tiene para ello.

Defender que Ferrovial se va por motivos fiscales es crítico para el Ejecutivo si va a intentar que tribute por las plusvalías que afloren en la fusión

De hecho, si Reino Unido nunca hubiera votado divorciarse de Europa, este movimiento se habría realizado, en todo caso, desde las islas británicas, ya que Ferrovial Internacional SE tenía su cuartel general en Oxford desde su constitución, en 2015, y ahí sí que puede darse el salto directamente a la bolsa estadounidense, objetivo último de todo este movimiento.

Tampoco Rafael del Pino logra a priori ningún beneficio fiscal con este movimiento, puesto que hace años que tiene domiciliada su sociedad patrimonial en Holanda, pero al tener su domicilio en España, tributa en nuestro país. Algo que seguirá haciendo, ya que el presidente del grupo de infraestructuras seguirá en Madrid, mientras que el consejero delegado, Ignacio Madridejos, será quien encabece la veintena de directivos que harán las maletas a Países Bajos.