Vuelve la F-1: a la caza de los 3.000 millones de facturación impulsada en Estados Unidos

El gran circo de la Fórmula 1 ya calienta motores para una temporada marcada por sonados cambios de asiento, como el de Fernando Alonso a Aston Martin, y la llegada de caras nuevas a la parrilla. Pero, sobre todo, llega la edición más yanqui de la competición, con un Mundial que arranca este fin de semana en Baréin y que tendrá tres carreras en Estados Unidos. En total, 23 pruebas tras la baja del Gran Premio de China, que se cayó del calendario el pasado diciembre, para seguir impulsando un negocio que no deja de crecer y que en 2022 alcanzó la cifra de 2.573 millones de dólares (2.427 millones de euros).

El negocio de Liberty Media, la gestora del Mundial, goza de un gran estado de salud, ya que, tras solo necesitar una campaña para revertir las pérdidas operativas generadas por la pandemia, creció en 2022 un 20%, impulsado por el crecimiento de la asistencia y el negocio vip en los circuitos. Impulsada por fenómenos como la docuserie Drive to Survive, los ingresos ya superan en un 27% a los obtenidos en 2019, año en que también generó más de 2.000 millones.

De hecho, en los tres primeros trimestres de 2022 ya facturó más que en todo 2019. La F-1 cerró el ejercicio con 562 millones de dólares (530 millones de euros) de beneficio, lo que supone la vuelta del campeonato a la rentabilidad cinco años después. De hecho, venía de cerrar 2021 con unos números rojos de 120 millones de dólares (113 millones de euros). Los fees que pagaron los circuitos ya suponen el 28,6% de los ingresos totales: 735,9 millones de dólares (691,7 millones de euros).

Liberty Media quiere aprovechar el tirón experimentado por la categoría en Norteamérica animada por el proyecto con Netflix. En tan solo dos años, se han sumado dos nuevos trazados al certamen y ya serán tres en el calendario, algo que no sucedía desde 1982. Son el GP de Miami, que debutó en 2022, y el GP de Las Vegas, que se estrenará este año, y que se añaden al que se disputa en Austin desde 2012. La propietaria de la F-1 compró un terreno por 240 millones de dólares donde se construirá tanto el paddock como un complejo de pits para el Gran Premio de Las Vegas, que se celebrará en un circuito urbano y en horario nocturno el próximo 18 de noviembre.

En tan solo dos años, se han sumado dos nuevos trazados en EEUU al certamen y ya serán tres en el calendario, algo que no sucedía desde 1982

Una estrategia que busca capitalizar el fuerte crecimiento que vive la categoría en el mercado estadounidense y aprovechar sus mayores capacidades de inversión para pagar el canon que exige el Mundial, que se sitúa en alrededor de 25 millones. No en vano, el campeonato ha desatado furor en territorio yanqui a lo largo del último lustro.

El pasado curso, sin ir más lejos, más de la mitad de las carreras alcanzaron su récord de audiencia en el país y la audiencia media alcanzó 1,21 millones de espectadores en las diferentes televisiones y plataformas de emisión. El GP de Estados Unidos volvió a ser el más multitudinario del curso con 440.000 espectadores a lo largo de todo el fin de semana, un 10% más que en 2021, volviendo a rebasar la mayor afluencia de público de toda la historia a un Gran Premio.

El acumulado de 2022, cuando Max Verstappen se alzó con su segundo entorchado consecutivo, alcanzó 1.540 millones de espectadores a nivel global, datos ligeramente inferiores a los de 2021, en el que se vivió una apretada lucha por el Mundial, de acuerdo con las cifras oficiales de la Fórmula 1. Las cifras sí se han mantenido en aumento en los Estados Unidos con un auge del 36% interanual.

El potencial de la Fórmula 1 en el mercado norteamericano lo demuestra también el aumento de interés que ha experimentado entre los más jóvenes. Asimismo, entre las personas de 12 y 17 años la audiencia creció un 49%, mientras entre los 18 y los 34 años el auge fue del 43%, y entre los 25 y los 34 años, del 46%. El campeonato también creció un 34% interanual entre las mujeres estadounidenses, y ya representan el 28% de la audiencia total en el país.

Liberty Media se aseguró a finales de año la emisión de la categoría en Estados Unidos a través de la ESPN, renovando su contrato con la competición hasta 2025. En España este será el último año del contrato entre Movistar y Dazn, por lo que se tendrán que renegociar los derechos audiovisuales del campeonato en el país durante los próximos meses de cara al ciclo 2024-2027.

Más de 400 millones de negocio comercial

Los patrocinios no tienen un peso tan desdeñable en el negocio, pero representan un 16,9% del total de la facturación de la F-1, lo que suponen 434,8 millones de dólares (408,7 millones de euros). En este apartado, el Mundial de Automovilismo incluye a Aramco, Crypto, DHL, MSC, Heineken, Pirelli, Rolex, Salesforce, Qatar Airways y Amazon Web Services como principales socios. El 22,1% restante del negocio, en torno a 466 millones de dólares (439,5 millones de euros), corresponde a los ingresos generados en el paddock vía hospitality.

La gestora de la Fórmula 1 ha reducido ligeramente parte de la deuda a largo plazo, que ya se encuentra en 2.886 millones de dólares, un 1,7% inferior a la de 2021 y un 18,7% inferior a la de 2020. Teniendo en cuenta que Liberty Media también es propietario de los Atlanta Braves de la MLB de béisbol, además de grupos de comunicación, la F-1 concentra el 19,3% de su deuda a largo y representa el 21,2% de los ingresos del holding.

Los equipos quieren imponer una cuota de entrada de 600 millones de dólares a las estructuras que se quieran sumar al Mundial

En esta nueva edición se repetirán los mismos 10 equipos de la categoría que rodarán a lo largo del año por 23 grandes premios, récord de carreras del campeonato. La baja del Gran Premio de China por la crisis sanitaria aún existente en el gigante asiático, comporta que no se alcance la cifra de 24 carreras que estaba prevista.

En los últimos meses, la gestora del Mundial se ha asegurado la permanencia de varios de sus Grandes Premios, como el de Países Bajos, Australia o Imola, entre otros. El Circuit de Barcelona-Catalunya tiene asegurada su presencia hasta 2026 mediante un canon de alrededor de 25 millones de dólares anuales. En su caso, el acuerdo por preservar el gran circo del motor se extiende hasta 2026, momento en el que Barcelona podría verse obligada a competir con Madrid por el Gran Premio de España.

La Fórmula 1 también busca crecer en número de equipos después de que la FIA anunciase en febrero que se abría a un campeonato de 12 escuderías y 24 pilotos a partir de 2025. Ahora los propios equipos quieren imponer una cuota de entrada de 600 millones de dólares a las estructuras que se quieran sumar al Mundial, el triple que en la actualidad.