Repsol ultima una revolución en los servicios jurídicos, secretaría general y Compliance
La petrolera estudia la salida de Luis Suárez de Lezo, el hombre de confianza de Antonio Brufau desde 2005, así como las de Miguel Klingenberg y Enrique Hernández
Antonio Brufau y Josu Jon Imaz, presidente y consejero delegado de Repsol, preparan cambios significativos en su área jurídica y de auditoría, una vez superados los efectos derivados por la contratación de Villarejo, pero tras perder el último arbitraje por la demanda de la china Sinopec por 5.000 millones de dólares. Según fuentes próximas a la compañía, la alta dirección sopesa relevar a Luis Suárez de Lezo, secretario del consejo de administración, así como al responsable de Asuntos Legales y al jefe de Compliance.
Aunque desde la compañía matizan que ninguna decisión ha sido tomada todavía, otras fuentes internas de Repsol reconocen que la salida de Suárez de Lezo se adoptará, de confirmarse, en la próxima junta general de accionistas. El acto anual con los propietarios del grupo energético se producirá previsiblemente a principios de mayo, por lo que el consejo formalizará la decisión el próximo mes de marzo. En este sentido, agregan que la comisión de nombramientos y retribuciones ya está analizando candidatos para sustituir a Suárez de Lezo, que lleva en el órgano de gobierno de la petrolera desde 2005, cuando fue fichado personalmente por Antonio Brufau, el actual presidente.
En la actualidad, Suárez de Lezo está en el consejo con la calificación de otro externo y como secretario del mismo, después de que en 2019 dejase sus funciones ejecutivas con una indemnización total de 19 millones de euros. El contrato de quien durante años fue responsable de los servicios jurídicos incluía el pago de tres anualidades de la retribución anual total, más un salario adicional por pacto de no competencia en el caso de que la terminación del contrato fuese “por causas imputables a Repsol, por mutuo acuerdo o por circunstancias objetivas”.
Hasta su renuncia, a las órdenes de Suárez de Lezo estaba Miguel Klingenberg como director general de Asuntos Legales y miembro del comité ejecutivo. Klingenberg, que se incorporó a Repsol en 2012, coordina la asesoría legal, Gobierno Corporativo y Defensa de la compañía, así como la función de Cumplimiento. Según fuentes próximas al grupo, Klingenberg, que preside la Comisión de Ética y Cumplimiento, también podría salir de la línea ejecutiva de la multinacional española, al haber cumplido los 66 años de edad y tras superar un problema de salud.
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Asimismo, se da por descontada la marcha de Enrique Hernández, jefe de Compliance y dependiente de Klingerberg, de 66 años. Otras fuentes indican que Hernández ya había pedido la jubilación en la empresa, pero había aguantado hasta la fecha por la imputación de la petrolera y de su presidente, Antonio Brufau, por el caso Villarejo. Especialmente porque fue él quien realizó la investigación interna para comprobar las facturas al comisario, por la que tuvo que ir a declarar ante el juez. Una vez que la Audiencia Nacional exoneró el pasado 31 de enero a la multinacional y a su máximo mandatario de cualquier responsabilidad, el chief Compliance officer ha acordado salir de la empresa en cuanto se elija a un sustituto en las próximas semanas.
Fuentes cercanas a la empresa indican que el futuro de Suárez de Lezo, hombre de la máxima confianza de Brufau, todavía está en el aire. El economista, en contra de lo anunciado oficialmente en 2019, ha decidido continuar como presidente de Repsol a sus 75 años si consigue el apoyo de los accionistas en la próxima junta general. Y, por ello, le gustaría que su fiel escudero continuase al menos dos años más, ya que su actual mandato expira en 2025, momento en el que llevaría 20 años en el órgano de gobierno. Los mismos que Brufau, que fue nombrado apenas unos meses antes, en octubre de 2004, tras la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero a la Moncloa.
El economista, en contra de lo anunciado en 2019, ha decidido continuar como presidente de Repsol a sus 75 años
Otras personas próximas al consejo de administración indican que, en el caso de que Suárez de Lezo opte por irse a casa, el presidente habría sondeado a José Luis Blanco, director general del Instituto de la Empresa Familiar, un experto en operaciones corporativas que trabajó en Garrigues, Cuatrecasas y Latham & Watkins. Pero desde la compañía aseguran que esa candidatura no tiene, por diversos factores, posibilidades de convertirse en realidad. En este sentido, agregan que los sustitutos de los directivos saldrán seguramente de promoción interna.
En la compañía, se confía plenamente en la segunda línea directiva, que se tendrá que enfrentar a la demanda interpuesta contra el impuesto por los beneficios extraordinarios aprobado por el Gobierno, la disputa legal con Sinopec por 5.000 millones de dólares y el incidente ecológico en Perú, como asuntos más relevantes a corto plazo.
Antonio Brufau y Josu Jon Imaz, presidente y consejero delegado de Repsol, preparan cambios significativos en su área jurídica y de auditoría, una vez superados los efectos derivados por la contratación de Villarejo, pero tras perder el último arbitraje por la demanda de la china Sinopec por 5.000 millones de dólares. Según fuentes próximas a la compañía, la alta dirección sopesa relevar a Luis Suárez de Lezo, secretario del consejo de administración, así como al responsable de Asuntos Legales y al jefe de Compliance.