BBVA usa 615 millones en créditos fiscales para abaratar su factura con Hacienda

Los bancos tiran de créditos fiscales para amortiguar su factura con Hacienda. Así se refleja al menos en los datos de la primera entidad en hacer públicas su informe anual de 2022, BBVA. La entidad presidida por Carlos Torres empleó 615 millones en créditos fiscales diferidos (DTA, por sus siglas en inglés), reduciendo su colchón garantizado frente a la Agencia Tributaria de 9.304 millones a 8.689 millones que todavía le quedan para los próximos años.

Los diez mayores bancos españoles contaban hace un año con un volumen de casi 60.000 millones en DTA, de los que casi 42.200 millones están garantizados por el Estado (monetizables). La mayor parte de estos créditos fiscales procedente de la crisis inmobiliaria, aunque BBVA explica en sus cuentas que los que ha usado vienen del año del covid.

"Los activos por impuestos garantizados disminuyen, principalmente, por la utilización en el ejercicio de activos por impuesto diferido convertidos en un crédito exigible ante la administración tributaria, conversión que se consignó en la declaración del impuesto de sociedades del grupo fiscal en España correspondiente al ejercicio 2020, y como consecuencia de la compensación de los mismos prevista en la estimación del Impuesto sobre Sociedades del grupo fiscal en España correspondiente a 2022", expone la entidad en sus cuentas.

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Aunque los DTA no sirven para contrarrestar directamente el impuesto a la banca que creó el Gobierno en 2022, en el sector se esperaba un mayor uso de estos activos para rebajar la factura fiscal en la medida de lo posible. BBVA anuncia en sus cuentas que el nuevo tributo tiene un coste estimado de 225 millones en su primer año (2022), que cargará en sus cuentas de 2023.

Liquidación millonaria

Lejos de las críticas recibidas por el Gobierno en los últimos tiempos de no arrimar el hombro, el banco vasco destaca en sus cuentas que su tipo fiscal efectivo fue del 34,1% en 2022, incluyendo sus negocios internacionales. Así, pagó 3.529 millones en impuestos sobre ganancias, sobre un resultado antes de impuestos de 10.356 millones. Esta tasa ha subido casi ocho puntos porcentuales en un año, desde el 26,3% de 2021.

La entidad no detalla el tipo fiscal efectivo en España. Sí desglosa el resultado antes de impuestos del grupo fiscal consolidado en España, 2.222 millones, que se compensa con pérdidas de 462 millones de otras filiales. Frente a ello, detalla un pago de caja del impuesto de sociedades de 549 millones, que en sus cuentas compara con un beneficio antes de impuestos de 1.297 millones, lo que daría un tipo efectivo del 42%.

"La actividad bancaria en España se realiza, fundamentalmente, a través de BBVA SA, en la que concurre una doble dimensión; por un lado, la de cabecera del negocio bancario en España; y por otro, la de entidad matriz o holding del grupo BBVA. (...) En términos generales, las sociedades españolas se integran en un grupo fiscal, constituyendo a estos efectos un único contribuyente en el impuesto sobre sociedades. El tipo nominal de gravamen en España es el 30%; sin embargo, existen ciertos efectos y singularidades de índole fiscal y contable por la doble dimensión comentada anteriormente, que pueden provocar que su tasa fiscal efectiva sea distinta", explica la entidad.

En cualquier caso, la entidad resalta en sus cuentas que su contribución fiscal total (incluyendo todo tipo de impuestos propios y de terceros) fue de 10.948 millones, un 33% más que un año antes. Este crecimiento es fruto del mejor resultado de la historia para el banco, con un beneficio atribuido de 6.420 millones, que permitió también una mejora en los sueldos de sus principales ejecutivos: Torres generó un sueldo de 8,29 millones durante 2022, un 6% más que el año pasado, y el consejero delegado Onur Genç percibirá 7,15 millones, un 5% más.

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Si cuando anunció el resultado el 1 de febrero las críticas a BBVA llegaron de la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, los sueldos de Torres y Genç fueron cuestionados este martes por el portavoz de Más País-Equo, Íñigo Errejón, quien pidió que haya un tope a las remuneraciones de los directivos de las grandes empresas.

BBVA logró este resultado histórico a pesar del golpe que le llegó por la hiperinflación en tres de los países en los que está presente: Turquía, Argentina y Venezuela. En el país otomano, donde tiene uno de los mayores bancos, Garanti, el grupo se apuntó pérdidas contables por la hiperinflación de 1.793 millones, y en Argentina de 694 millones. En Venezuela apenas fue de seis millones, pero en gran parte porque el grupo ya da por perdido casi todo su negocio allí. Lo mismo ha ocurrido con el fondo de comercio de Garanti, que se quedó a cero en 2022.